PP e IU ultiman una coalición con el apoyo de Vox en el ‘pueblo de los líos’ de Málaga
En la dirección de Izquierda Unida reconocen que no saben qué va a hacer su grupo municipal, cuyos miembros van comentando que les da igual ser expulsados y que su único fin es borrar la corrupción que representa Compromiso Manilva
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Si hay un pueblo malagueño donde lo imposible políticamente puede hacerse realidad, sin duda alguna, ese es Manilva. Localizado en la Costa del Sol Occidental, próximo a Estepona y Marbella, este municipio, por ejemplo, tiene el dudoso reconocimiento de que sus últimos cinco alcaldes han sido investigados o procesados. El último, Mario Jiménez, se sienta actualmente en el banquillo por su presunta implicación en la concesión de contratos municipales al marido de la anterior regidora, Antonia Muñoz, condenada por 749 casos de enchufe. Una circunstancia que no ha impedido que Jiménez, y su partido, Compromiso Manilva, fuesen la opción más votada en las pasadas municipales del 28-M. Cinco concejales que, sumados a los tres del PSOE, pretendían liderar un próximo equipo de Gobierno. Opción que sería inútil porque, si nada lo remedia en las próximas horas, PP e Izquierda Unida presentarán una coalición alternativa que lograría la investidura si logran el apoyo del único edil de Vox.
Los resultados arrojados por las urnas dibujaron un escenario con cuatro partidos parejos en concejales y votos y una multitud de posibilidades de pactos donde la mayoría absoluta sólo es alcanzable a través de un tripartito. Compromiso Manilva y PSOE, primera y cuarta fuerza, con cinco y tres ediles, respectivamente, fueron los primeros en mover ficha y el pasado viernes hicieron público un acuerdo de Gobierno.
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El anuncio sorprendió porque ambas formaciones no sumaban mayoría absoluta, por lo que se observó como un intento de forzar que IU facilitase la investidura con el voto a favor de al menos uno de sus cuatro ediles. Pero nada más lejos de la realidad. Personas conocedoras de la peculiar vida política de esta localidad sostenían que la coalición de izquierdas, que concurrió a las municipales bajo la denominación genérica de Con Andalucía, “jamás” hará alcalde a Mario Jiménez y consideraron peregrina esta posibilidad porque “sostienen que Compromiso Manilva representa a la corrupción”.
El bloqueo al que parecía avocado el Consistorio ha comenzado a deshacerse en las últimas horas con una hipotética alianza que generaría bastante sorpresa por los posicionamientos ideológicos de sus protagonistas y que convertiría en socios de Gobierno a PP e Izquierda Unida. Fuentes de las distintas formaciones implicadas reconocieron a El Confidencial que, aunque “no hay nada cerrado”, “existen conversaciones”; para seguidamente añadir que “están muy avanzadas”.
La dirección de IU desconoce qué van a hacer sus cuatro ediles, que podrían ser considerados tránsfugas si son expulsados
Esto implicaría que los cuatro representantes que obtuvieron ambos partidos necesitarían el apoyo externo o la formación de un tripartito con el único concejal logrado por Vox. Un miembro de la dirección provincial de IU, a tres días de que se constituyesen los ayuntamientos, confesaba que desconocía qué iban a hacer sus compañeros de formación en Manilva. Y respondía “eso quisiera saber yo”, cuando era cuestionado por el sentido de su voto. Lo cierto es que los ediles electos van deslizando que no temen una posible expulsión del partido y se muestran partidarios de un acuerdo que haría realidad su deseo de apartar a Compromiso Manilva, a pesar de que eso implicase el que pudiesen ser considerados tránsfugas.
En este escenario, todos los focos están puestos en los de Santiago Abascal, con los que también se negocia. La llave de la alcaldía la tiene Antonio José Marín, al que 302 votos le han concedido un acta de concejal, y que tendrá que enmendar parte de su discurso. En una entrevista publicada por Manilva WS, el entonces candidato afirmaba que su partido “nunca le dará paso a la izquierda”. “No vamos a favorecer la entrada de la izquierda, ya sea con nuestro voto a favor, como con la abstención”, reiteró. Esta argumentación implicaría negarse a hacer alcalde al popular José Manuel Fernández por ir de la mano de IU. Pero es que el candidato de la formación verde también aseguró que tampoco pactaría con alguien procesado o investigado, como el actual regidor, porque es “una línea roja de Vox”. “Ni aunque me ofrecieran formar parte del equipo de Gobierno”, insistió, para cerrar la puerta a cualquier alianza con Compromiso Manilva.
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Las distintas fuentes consultadas remarcaron que las negociaciones continuarán en las próximas horas. De fraguarse la extraña coalición, que ya se repitió meses atrás en Casabermeja, supondría un antes y un después en la política del municipio porque —de acordarlo así los partidos implicados en la posible coalición— sería la primera vez que un dirigente del PP obtendría la vara de mando. Pues la gestión del pueblo ha estado, de forma mayoritaria, en manos de partidos independientes y de formaciones de izquierdas, y parece remoto que los populares y el edil de Vox aceptaran un regidor de IU.
Manilva ha sido una localidad que ha copado espacio en los medios nacionales por sus continuados casos de corrupción que han ido salpicando a los sucesivos regidores. El contador comenzó en 2005 con la detención de Pedro Tirado, un exmiembro del GIL que pasó a liderar el Partido Democrático de Manilva. El arresto se produjo durante la investigación de la operación Ballena Blanca.
Desde que se instauró la democracia, Manilva ha estado gobernada por partidos independientes y formaciones de izquierdas
Poco tiempo después, concretamente en 2009, se inició la instrucción del caso Manilva, que se dividiría en tres piezas. La de las “contrataciones a dedo” para crear una red clientelar que perpetuara en el poder a Izquierda Unida, ya juzgada; otra relacionada con la adjudicación de contratos a empresas del esposo de Antonia Muñoz; y la de las trasferencias a la entidad urbanística El Hacho, a la espera de sentencia.
Como consecuencia de esta última investigación, el actual regidor se sentó en el banquillo en compañía de la persona que ocupaba su puesto mando cuando sucedieron los hechos, Antonia Muñoz, condenada junto a parte de su equipo. La Fiscalía solicitó en su escrito de acusación cuatro años de cárcel para Mario Jiménez, así como ocho para Muñoz.
Durante la instrucción del caso Manilva se inició otra investigación por un supuesto delito electoral después de que se denunciara una compra de votos en los comicios municipales de 2011 que llevó al banquillo la edil Paqui López, que por entonces pertenecía a IU y después pasó a formar parte de Compromiso Manilva.
Y más recientemente, en febrero de 2020, Antonia Muñoz era detenida durante una investigación por blanqueo de capitales a través de inversiones inmobiliarias. Otras 13 personas fueron detenidas durante el operativo.
Si hay un pueblo malagueño donde lo imposible políticamente puede hacerse realidad, sin duda alguna, ese es Manilva. Localizado en la Costa del Sol Occidental, próximo a Estepona y Marbella, este municipio, por ejemplo, tiene el dudoso reconocimiento de que sus últimos cinco alcaldes han sido investigados o procesados. El último, Mario Jiménez, se sienta actualmente en el banquillo por su presunta implicación en la concesión de contratos municipales al marido de la anterior regidora, Antonia Muñoz, condenada por 749 casos de enchufe. Una circunstancia que no ha impedido que Jiménez, y su partido, Compromiso Manilva, fuesen la opción más votada en las pasadas municipales del 28-M. Cinco concejales que, sumados a los tres del PSOE, pretendían liderar un próximo equipo de Gobierno. Opción que sería inútil porque, si nada lo remedia en las próximas horas, PP e Izquierda Unida presentarán una coalición alternativa que lograría la investidura si logran el apoyo del único edil de Vox.