Investigación por la muerte de una mujer en Lepe: “descoordinación” y ambulancia sin médico

La marea blanca que hizo historia en Huelva por movilizar a miles de onubenses para reivindicar personal y medios en una provincia deficitaria de recursos sanitarios se organiza para reaparecer. La causa es las pésimas expectativas de la Unidad de Ictus: su posible desaparición por falta de neurólogos solo cuatro años después de su puesta en marcha. La apertura de esta unidad, decisiva en accidentes cardiovasculares en fase aguda – para pacientes que anteriormente tenían que soportar un traslado a Sevilla para ser tratados por especialistas-, coincidió en el tiempo con un episodio que dejó ver las lagunas en este área, la muerte de una vecina de Lepe después de sufrir un ictus y no ser atendida de inmediato.

Ahora, cuando se anuncian nuevas protestas por parte de colectivos ciudadanos y sanitarios ante la posibilidad de que en Huelva se volatilice este servicio, la investigación contra tres sanitarios por la muerte de Pilar M.G., que dirige el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 5 de Ayamonte, llega a su fin. En el último auto dictado en la causa, en relación con la petición de nuevas pruebas, la Audiencia Provincial de Huelva ha dado ya por agotada la instrucción, confirman fuentes del caso.

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La investigación judicial, iniciada tras la denuncia por un presunto delito de homicidio imprudente presentada por la familia de la fallecida, se remonta a la situación que vivió Pilar en el verano de 2018, cuando el 14 de agosto sufrió un ictus y esperó horas la llegada de una ambulancia, que fue enviada sin médico. Aquel día, la hermana de la paciente detectó, en el transcurso de una conversación telefónica, que la mujer tenía problemas para comunicarse, por lo que desde el entorno familiar se alertó de inmediato a los servicios sanitarios mediante llamada telefónica.

La hermana se trasladó desde Ayamonte -donde residía-, hasta el municipio de Lepe, y, a su llegada, se dirigieron en primer lugar al centro de salud. La ambulancia no había llegado. Pasadas las 11.00 horas, finalmente apareció la ambulancia pero sin médico para asistir a la paciente, por lo que ante el cuadro que presentaba Pilar, los familiares volvieron a llamar para que se enviara una ambulancia medicalizada, que llegaría poco antes del mediodía.

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La mujer fue trasladada al Hospital Infanta Elena de Huelva en el vehículo sanitario, en el que solo iba un técnico y posteriormente, dada su gravedad, fue derivada al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Durante el traslado, Pilar sufrió una parada cardíaca y murió días después. Según la representación legal de la familia de la paciente, ejercida por el abogado Cayetano Márquez, hay “un contundente informe” forense en las actuaciones - realizado por el Instituto de Medicina Legal (IML)-, que pone de manifiesto que hubo "descoordinación" en la gestión de la emergencia, que "se incumplió el protocolo" - prioridad uno en los casos de ictus- y que "se actuó tarde" con la enferma.

Aquel mismo agosto entró en funcionamiento en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva la Unidad de Ictus, para la que la Junta anunció una atención ininterrumpida las 24 horas, una previsión de actividad de 600 pacientes al año y una plantilla de 17 profesionales, una unidad que hace aguas por falta de facultativos. Después de que la misma Consejería de Salud admitiera que "existen carencias" de neurología en Huelva, la confirmación ha llegado esta semana por boca de la delegada provincial del ramo, Manuela Caro, "Estamos trabajando en programas de convenios con Sevilla, con otros hospitales, para que no suceda (el cierre) bajo ningún concepto", ha dicho tras afirmar que "no hay neurólogos en la Bolsa de Empleo" y lanzar un mensaje a "todos (los neurólogos) que quieran venir a Huelva porque los necesitamos".

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Con el hospital materno infantil aún solo en papel y los centros hospitalarios de alta resolución (Chares) pendientes desde hace años, la información de que la unidad de ictus pende solo de unos hilos ha provocado una contestación social. La plataforma Onubense Unidos por una Sanidad Pública de Calidad (Onusap) prepara ya movilizaciones en una de las provincias andaluzas “con mayor incidencia de patología cerebrovascular” -destaca- y una de las últimas en conseguir esta unidad, que “ha demostrado reducir la mortalidad en torno a un 15-20% y disminuir las secuelas incapacitantes hasta en un 25%”, por lo que considera que su pérdida “supone un paso atrás sin precedentes”.

"Las citas para procesos potencialmente graves se prolongan hasta un año y medio", sostiene Onusap

La deriva que ha tomado la unidad es, según la plataforma, “la gota que ha colmado el vaso” ya que, desde el pasado junio, la escasez de efectivos ha llevado a que, en planta, “los pacientes neurológicos no puedan ser atendidos por un neurólogo, sino por un especialista distinto”, a lo que se sumó después la pérdida del servicio de Neurología en el Infanta Elena. Las citas para procesos potencialmente graves se prolongan hasta un año y medio o se demoran “inaceptablemente” las revisiones de pacientes con patologías, sostiene Onusap, que apunta “a una incapacidad en la gestión sanitaria” como causa de la situación.

Por otro lado, señala que aunque la asistencia mediante teleictus ha demostrado “eficacia” en zonas alejadas de hospitales centrales, “nunca debe ser la primera opción en un hospital del nivel del Juan Ramón Jiménez, donde la valoración presencial precoz por un especialista en Neurología es el primer escalón de una cadena donde cada minuto cuenta para salvar las funciones cerebrales de los pacientes”.