Macarena Olona enciende los motores de su nuevo proyecto sin aclarar qué será

Siete tuits en siete horas para alimentar la expectación de un proyecto del que no se conocen detalles. El furor que destilan las intervenciones de Macarena Olona se trasladó de la tribuna del Congreso de los Diputados a la campaña andaluza y ahora viven en las redes sociales. La exdirigente de Vox lleva semanas calentando los motores de un coche que no se sabe muy bien qué motor llevará, de qué color será la carrocería ni si será de gasolina o eléctrico. Los detalles, en teoría, se conocerán el próximo viernes en una comparecencia en Madrid.

El último capítulo de este serial, que ya acumula varios giros de guion, es la publicación de un vídeo en la cuenta de Twitter de la política alicantina con imágenes de parejas y familias. De fondo, una de las intervenciones más célebres de Olona en la Cámara Baja mientras era secretaria general del grupo de Vox. "La violencia no tiene género", recita la exdiputada en el Parlamento andaluz en un vídeo que también es un dardo al presentador Jorge Javier Vázquez, ya que reproduce algunos comentarios machistas del catalán en sus programas de televisión.

"Cuenta atrás. 4 de noviembre", reza el tuit, sin aclarar en qué consistirá el acto del próximo viernes. En la agenda tiene una conferencia en el hotel Condestable de Jaén que versará precisamente sobre "la batalla ideológica en defensa de la igualdad". Este formato concuerda con la puesta en marcha de un proyecto que Olona ya llevó hace unos días a Panamá bajo el nombre Fundación Igualdad Iberoamericana.

Antes del viaje a la capital jiennense, según explicó en el país centroamericano, ofrecerá una rueda de prensa para dar todos los detalles de la iniciativa. Hace unos días, en Málaga, evitó dar muchos detalles en su conferencia sobre la lucha jurídica que emprendió contra los estados de alarma decretados por el Gobierno para atajar la pandemia. Y que fueron considerados contrarios a la carta magna por el Tribunal Constitucional tras sendas denuncias de Vox que la abogada del Estado lideró.

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En la capital de la Costa del Sol mantuvo la misma intriga que ya dejó caer en Sevilla cuando ofreció una charla similar arropada por Mario Conde. No aclaró si sería un partido político, pero sí avisó que "generará inquietud en algunos casos". Olona dijo en la ciudad hispalense que no tenía entre sus planes poner en marcha una formación que pudiera contribuir a dividir el espacio que ahora ocupa Vox a la derecha del PP. Pero dejó abierta la puerta a activar esta posibilidad si la formación de Santiago Abascal dejaba de ser competitiva electoralmente.

Entonces se puso el foco en el momento posterior a las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo. Según Olona, hay quien le ha ofrecido ser candidata en Valencia, algo que rechaza porque, asegura, sería "una falta de respeto a Andalucía". También negó que pudiera aspirar a la alcaldía de Granada, provincia por la que era diputada en el Congreso y desde la que intentó que Vox entrase en el Gobierno andaluz.

Olona aseguró que no armaría un proyecto si dividía el espacio por el que ahora compite Vox

"Es un proyecto que me va a permitir estar al lado de los españoles, que es donde quiero estar", dijo el viernes en Málaga. Olona tiene que dar este paso si quiere seguir en la vida pública después de su intento fallido de volver al redil de Vox. La alicantina pidió una reunión a Santiago Abascal que no se produjo después del portazo que Iván Espinosa de los Monteros le dio a su antigua compañera de escaño. "Fin del camino", dijo el portavoz parlamentario de Vox.

Esta negativa alimentó el rumor de que Olona intentaría competir con sus antiguos compañeros de filas. Si quisiera hacerlo, explicó en su momento, cuenta ya con financiación "española". Y también deslizó que tiene información comprometida sobre el funcionamiento interno de Vox que podría generar problemas en la cúpula de Abascal.

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El primer problema fue el que tuvo Javier Ortega Smith, que ha dejado de ser el secretario general del partido. Tanto él como la dirección de Vox negaron que su salida del cargo orgánico —sí será candidato en el Ayuntamiento de Madrid— tuviera que ver con Olona, con quien mantenía un enfrentamiento. Pero es imposible negar que la salida y posterior reaparición de la alicantina han provocado un terremoto que tiene a la formación todavía temblando.

La comparecencia de este viernes puede generar réplicas de consecuencias desconocidas en un partido que ya no tiene el vigor de antes en las encuestas. No hay que olvidar que el declive comenzó cuando Olona no cumplió con las expectativas en Andalucía, lo que generó un cruce de acusaciones sobre la responsabilidad que acabó con la salida de la exdirigente. El epicentro de un temblor que seguirá reverberando.