La conversión de Macarena Olona: el ariete de Vox muda en "sonrisa" en Andalucía

"No sabe usted las ganas que tengo de ejercer una oposición con la mejor de mis sonrisas". No es que Macarena Olona se haya caído del caballo, como el apóstol san Pablo. La portavoz de Vox en Andalucía busca adaptarse al medio andaluz, donde ha arrasado Juanma Moreno con sus constantes llamadas a la calma, y dejará de practicar esa oposición cáustica que ha caracterizado su paso por el Congreso de los Diputados para apostar por "la mano tendida". El motivo del cambio hay que buscarlo en lo que Vox tiene enfrente. Si en la carrera de San Jerónimo está "el Gobierno de la ruina y de la miseria", en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas, sede del Parlamento andaluz, tiene a un Ejecutivo con el que es capaz de pactar la entrada de Vox en la Mesa de la Cámara.

No deja de ser llamativo que el ariete de la "ministra comunista" (Yolanda Díaz) o el "ministro perejil" (Félix Bolaños) anuncie semejante cambio de paradigma. La política alicantina "lamentó" ayer en los pasillos de la Cámara andaluza haber protagonizado una estrategia tan dura contra el Gobierno de Pedro Sánchez. "Ojalá no me hubiese visto obligada a tener que hacer una oposición tan dura", ha reconocido poco antes de tomar posesión como diputada autonómica y después de hacerse público el acuerdo alcanzado con el PP para que Mercedes Rodríguez sea vicepresidenta tercera del Parlamento andaluz.

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"De entrada, no pactan con independentistas y herederos de ETA", explican fuentes del grupo parlamentario para explicar su cambio en la fórmula de hacer oposición en Andalucía. Para Vox, la situación en la Cámara andaluza es novedosa. Tienen enfrente a un Ejecutivo del PP con mayoría absoluta que no los necesita para aprobar presupuestos ni leyes. Esta posición de fuerza, que sí han tenido hasta ahora en Andalucía y que mantienen, por ejemplo, en Madrid, les permitía ejercer mayor presión sobre los populares.

En campaña, con la expectativa de ser decisivos para entrar en el Gobierno de Juanma Moreno, Olona se permitió atacar directamente al político malagueño. En el entorno de la dirigente de Vox niegan esta dureza, aunque admiten que utilizó sus argumentos más ideológicos en los debates electorales para confrontar con perfiles como el de Teresa Rodríguez. Pero por el camino cargó contra la gestión del presidente de la Junta, que recibe una valoración muy positiva por parte de quienes votaron a Vox en 2018.

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Esa fue una de las razones que han llevado a explicar a los politólogos el escaso rédito logrado por Vox tras apostar por una figura como Olona para ser candidata en Andalucía. Era la primera vez que Vox se decidía a poner un aspirante con perfil destacado, en un intento por sumar ese activo al buen funcionamiento electoral que ya les daba la marca. Lograron dos escaños más, un resultado mejor que en las andaluzas de 2018, pero peor que en las dos generales de 2019. Y se quedó muy lejos de alcanzar ese millón de votantes que el propio Abascal confesó que quería convencer en un mitin en Sevilla.

En Vox, creen ahora que la estrategia debe buscar el diálogo, como ha ocurrido con la Mesa del Parlamento regional. El anuncio de Olona anticipa que su andar en Andalucía seguirá por esa senda para poner en marcha una oposición "leal, pero no rendida". "Cuando escucho a Moreno hablar de diálogo, tengo claro que ese es el camino, pero hay que pasar de las promesas a las realidades", dijo la alicantina, que corresponde así al líder del PP andaluz, que minutos antes reclamó "generosidad" tras la cesión de uno de sus puestos en el órgano que rige el funcionamiento de la Cámara.

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El cambio de modelo de oposición también anticipa un abandono de las banderas más ideológicas. "Con la que se nos viene encima, estamos en las cosas del comer", explican desde Vox. Esta postura concuerda con el único envite que Olona se permitió en su intervención previa al pleno inaugural, ya que criticó la posibilidad de que Juanma Moreno opte, como parece, por ampliar el número de consejerías de su nuevo Ejecutivo. Olona le exigió "un esfuerzo" al presidente de la Junta para eliminar el "gasto político ineficiente" en un contexto de aumento de la inflación por encima del 10%.

El partido de Santiago Abascal inaugura estrategia en Andalucía en el inicio de un ciclo electoral que se extenderá, primero, hasta las municipales de mayo de 2023, y continuará en las generales de finales del año próximo. "No podemos quemar posibles coaliciones a futuro", apunta una fuente del partido. Hay que recordar que Vox no se presentó en todos los municipios en las locales de 2019, pero su implantación territorial es hoy mucho mayor, por lo que es de esperar que pueda servir de muleta a un PP que va a apostar fuerte por los comicios locales que se celebran dentro de 10 meses.

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Olona tendrá que esforzarse en dejar ver esa cara desconocida que, asegura, estaba deseando mostrar. Su desembarco en el Parlamento andaluz ha estado marcado por esa "cordialidad" que ella ha destacado en las negociaciones para la Mesa y que se extenderán a los órganos de extracción parlamentaria. Olona aseguró que su partido no estará "en el mercadeo", pero hay que recordar que Vox tiene representantes en el Consejo Audiovisual de Andalucía —entidad que propuso eliminar— y en el consejo de administración de RTVA, y que los 14 diputados que logró el 19-J le dan derecho a mantenerlos.

Los 14 diputados de Vox tomaron posesión de su cargo con el juramento habitual, añadiendo un "por España" al final en una sesión marcada por el calor extremo y la placidez de la mayoría absoluta del PP. Tampoco los siete diputados de las fuerzas situadas a la izquierda del PSOE optaron por fórmulas demasiado extravagantes y solo Teresa Rodríguez aludió a la obligación de acatar "una Constitución monárquica". La extensión de los 58 diputados del PP más allá de la mitad del hemiciclo provocó una imagen inédita en el Parlamento andaluz, que esta vez no contó con líderes nacionales de Vox para apoyar a los suyos tras el despliegue de 2018.