Interior sigue sin ofrecer las cifras de la crisis migratoria de Ceuta dos meses después

¿8.000, 10.000 o más personas? ¿Cuántos menores se han identificado? ¿Qué número de individuos que cruzaron la frontera irregularmente han sido devueltos a Marruecos u otros países de origen? ¿Cuántos podrán ser acogidos? Estas son algunas de las preguntas que El Confidencial trasladó este martes al Ministerio del Interior después de que, dos meses después, siga sin publicar en sus informes quincenales sobre inmigración las cifras oficiales de la crisis migratoria que a mediados de mayo colapsó la ciudad autónoma ceutí. Un episodio que tampoco refleja Frontex en sus publicaciones y que derivó en un grave conflicto diplomático con el Gobierno marroquí que aún colea.

"Los datos relativos a Ceuta no han podido ser actualizados, ya que los mismos se encuentran bajo análisis y tratamiento". Esta es la advertencia que los autores del estudio Inmigración Irregular 2021 vienen realizando en sus últimas cuatro publicaciones y que Interior ha reiterado por otros canales cuando se le ha cuestionado por este retraso. "Los compañeros están trabajando en las estadísticas y aún no están disponibles", han trasladado a este periódico en las últimas horas después de solicitar información sobre distintas variables de lo ocurrido en el ecuador del mes de mayo.

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Los boletines reflejan que, a la espera de la actualización de datos, el número de inmigrantes irregulares que entraron en esta ciudad autónoma entre el 15 y el 30 de mayo fue de 15 —de 475 subieron a 490—. Una cifra irrisoria que se sitúa muy lejos de los 10.000 que extraoficialmente llegaron a deslizar desde el Ministerio dirigido por Fernando Grande-Marlaska.

Esta paradoja se acrecienta cuando se analizan las entradas por vía terrestre, que es como inicialmente se van a contabilizar las producidas en Ceuta, a pesar de que la inmensa mayoría de los 'sin papeles' consiguiesen llegar a nado tras superar el espigón que separa el territorio español de la ciudad marroquí de Castillejos. Según se recoge en los informes, durante esa complicada quincena, no solo no aumentó este apartado estadístico, sino que se redujo en una decena de personas; pasando de 389 accesos entre el 1 de enero y el 15 de julio, a los 379 contabilizados en el siguiente documento, que recopilaba datos de un periodo aún más amplio y que se extendía hasta final de mes.

Según los datos provisionales, hasta el 30 mayo entraron en Ceuta 490 personas

La dinámica se mantiene cuando el análisis se amplía hasta el último informe conocido —que acumula los datos desde principios de año hasta el 15 de julio— y que publica que 387 personas cruzaron la frontera ceutí por vía terrestre. Este número supone 230 más que el mismo periodo del año anterior y un incremento porcentual de 146,5 puntos. No obstante, si se suman las personas que entraron por mar, la cifra total eleva a 733 los inmigrantes irregulares detectados durante este periodo.

Frontex y el Mediterráneo central

Este es el cuarto informe consecutivo en el que no se plasma la dimensión de la crisis migratoria que se produjo en Ceuta, aunque el Ministerio del Interior no es el único organismo que —por ahora— pasa de puntillas sobre este asunto. Frontex, la agencia europea de control de fronteras, ha publicado desde entonces balances correspondientes a mayo y junio en los que no se hace ninguna mención a lo sucedido en la ciudad autónoma. Es cierto que advierte que son datos "provisionales", pero en el primer mes estima en 10.500 las entradas irregulares en toda Europa, mientras que en el siguiente crecieron hasta las 11.150.

Esta institución presta mucha más atención a lo que está aconteciendo en el Mediterráneo central, punto de partida de casi la mitad —4.700— de las personas rescatadas durante junio y que pone de relieve que las redes de inmigración ilegal que operan en Túnez y Libia han retomado la actividad tras los cierres fronterizos provocados por la pandemia.

Como ha venido informando este periódico, y plasma Frontex en su último documento, los argelinos son mayoría en la denominada "ruta española", siendo de esta nacionalidad el 60 por ciento de los interceptados.

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El último balance sobre el fenómeno de la inmigración en España del Ministerio del Interior señala que, desde que arrancó 2021, hasta el pasado 15 de julio, 14.737 personas llegaron al país, lo que supone 5.706 más que el mismo periodo del año anterior y un aumento del 63,2 por ciento. Casi la totalidad de ellos —13.724— entraron por la vía marítima, de los que 7.263 arribaron a las costas canarias, mientras que 6.115 lo hicieron en Andalucía o las Islas Baleares.