Operación coordinada: nunca tanto argelino desembarcó en España en tan poco tiempo
La oleada del pasado fin de semana presagia un auge de la llegada de “sin papeles” desde Argelia que ya rebasan a los procedentes de Marruecos
Más de 800 inmigrantes irregulares argelinos llegaron en 24 horas, entre el viernes por la noche y el sábado pasado, a las costas de Murcia (454), Alicante (79) e Ibiza (6). En Almería desembarcaron unos 300, según diversas estimaciones, porque en esta provincia –la más cercana a Argelia- la Subdelegación del Gobierno no facilitó el lunes ningún dato.
Nunca tantos argelinos habían llegado en tan poco tiempo por mar a España. Lo sucedido aparenta ser, según fuentes policiales, una operación coordinada desde Argelia por las mafias de la inmigración irregular para intentar desbordar primero a la Marina Nacional y a la Gendarmería argelinas y, después, a las fuerzas de seguridad españolas para que así algunos “sinpapeles” no sean apresados a su llegada.
En las redes sociales varios internautas argelinos anunciaron el pasado fin de semana que zarpaban hacia España unas 120 barcas con 1.000 personas a bordo. Los medios aéreos de la operación Indalo, con la que Frontex (agencia europea de fronteras) vigila los confines meridionales de la península Ibérica, detectaron una salida escalonada de Argelia de una flotilla compuesta por al menos unas 65 embarcaciones.
“Si se confirma, como sospechamos, de que se trató de una operación coordinada, estamos ante un salto cualitativo”, de la inmigración desde Argelia, comenta una fuente policial. Este fenómeno bate récords este año hasta el punto de que, antes de la oleada del fin de semana, los argelinos ya suponían el 55% (2.703 inmigrantes) de los que 4.916 que llegaron a España cruzando el Mediterráneo. Son ahora mucho más numerosos que los marroquíes (15%).
Alarmados por el alud migratorio del fin de semana, los ministros de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, contactaron el lunes con sus homólogos argelinos, Salah Eddine Dahmoune y Sabri Boukadoum. “(…) tienen un compromiso firme con España de cogestionar esta situación en las próximas semanas”, recordó la titular de Exteriores. La diplomacia española aplica una doble vara de medir a Argelia y Marruecos. Nunca haría pública una gestión de estas características con Rabat ni siquiera en días en los que los 'sinpapeles' marroquíes superaron el millar. El ministro Juan Ignacio Zoido, del PP, actuó de la misma manera cuando, en noviembre de 2017, se produjo la anterior llegada masiva de argelinos a Murcia.
En términos generales la inmigración clandestina sigue cayendo en España. Hasta mediados de mes, última estadística proporcionada por el Ministerio del Interior, habían puesto pie en las costas españolas y en Ceuta y Melilla 9.188 'sinpapeles', un 34% menos que el año pasado. Solo están en auge las rutas que desembocan en Canarias con 2.798 llegadas, un 505% más que en 2019.
La excepción en el Mediterráneo es Argelia. “Tras unos meses de calma, achacables al coronavirus, el fenómeno de la emigración se reactiva con más fuerza”, constataba el lunes el diario 'El Watan' de Argel. “Estos últimos días, en Oran y en Mostaganem [oeste de Argelia], jóvenes y menos jóvenes, solo tienen ojos para la inmigración clandestina y no paran de hablar de las diversas maneras de alcanzar su propósito”, añadía.
“Vídeos compartidos en las redes sociales muestran a grupos de hombres jóvenes argelinos, pero también a mujeres y niños, acercándose a las costas española”, señala el periódico 'Liberté' de Argel. “Algunos escriben comentarios en los que se felicitan de su llegada a Europa”, añade, y estos breves textos son auténticos reclamos para los que aún dudan sobre si echarse a la mar.
El principal incentivo para marcharse es, sin embargo, la situación económica de este país de 40 millones de habitantes, gran exportador de hidrocarburos (93% de los ingresos por exportaciones y 60% del presupuesto del Estado). Atraviesa una crisis “sin precedentes”, según reconoció hace diez días el primer ministro Abdelaziz Djerad.
“Argelia pasa por una muy mala racha y con perspectivas aún peores porque al parón económico se añade la caída del precio de los hidrocarburos” (entre el 20% y el 30%) que dificultará la recuperación, vaticina Iván Martín, profesor del máster de migraciones de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. “A eso se añade la frustración generada entre su joven población cuyas 53 semanas de masivas protestas en 2019 sirvieron de poco porque el régimen autoritario supo reinventarse para no soltar el poder”, añade.
España ha contribuido al quebranto de la economía de Argelia. Estados Unidos se ha convertido en su primer suministrador de gas, por delante de Argelia que siempre había sido el principal proveedor. Hasta mayo, España importó a través del Atlántico más de 33.000 GWh mientras que a través de los dos gaseoductos que cruzan el Mediterráneo desde Argelia solo llegaron 30.000 GWh, la mitad que en el mismo periodo de 2019. Los operadores gasistas españoles prefirieron abastecerse en el mercado 'spot', en el que vende EEUU, cuyos precios son hasta un 75% inferiores a los fijados en los contratos con Sonatrach, el suministrador argelino.
Al margen del elevado número de inmigrantes que tocaron tierra el fin de semana, el fenómeno migratorio depara otras novedades desde la primavera. Los argelinos zarpan desde Argelia, sin pasar ya por Marruecos como lo hacían antes, para alcanzar las costas españolas. Navegan rara vez en pateras sino más bien en lanchas con hasta doce pasajeros equipadas con motores de 300 caballos, que no se venden legalmente en su país, y su velocidad de crucero es de 40 nudos (74 kilómetros). Tardan solo algo más de cinco horas en hacer la travesía por la que cada inmigrante paga entre 2.000 y 2.500 euros. Como la embarcación es costosa tratan de no abandonarla en el litoral y, si no les dan el alto, regresan con ella.
La principal novedad es, sin embargo, que entre los 'harragas', como se llama en Argelia a los 'sinpapeles', algunos están infectados. 15 han dado, por ahora, positivo en los test efectuados durante el fin de semana lo que obliga a aislarles y a poner en cuarentena a todos los que les acompañaban durante la travesía. El covid-19 complica hasta límites insospechados la gestión de la inmigración irregular y suscita roces entre el Gobierno y las comunidades autónomas de Andalucía y Murcia.
La Secretaría de Estado de Migraciones publicó el fin de semana un protocolo que establece que en “las primeras fases del control epidemiológico [de los inmigrantes] tanto los casos positivos, incluso asintomáticos, como sus contactos estrechos, son una responsabilidad de las autoridades sanitarias competentes”, es decir de las autonómicas. Estas “deberán tener previstas soluciones habitacionales”, es decir alojamiento para aquellos a los que aíslen o pongan en cuarentena. Esas mismas autoridades “proporcionarán y financiarán los dispositivos habitacionales”. “De igual modo aportarán el personal imprescindible para garantizar la atención sanitaria (…)”, concluye.
Horas antes de que se diese a conocer el protocolo, el vicepresidente andaluz, Juan Marín, se quejaba durante una visita a Almería. “No es cierto que la asistencia a los inmigrantes que llegan al litoral andaluz sea competencia de la comunidad autónoma, es Sanidad Exterior quien debería atenderlo, pero como no lo hace lo asumimos nosotros”, declaró. “(…) ya ajustaremos cuentas”, concluyó.
Por los mismos motivos el fin de semana estuvo plagado de tensiones entre el delegado del Gobierno en Murcia, José Vélez, y el gobierno del presidente de Murcia, Fernando López Miras, respaldado por la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón. El jefe del Gobierno autonómico duplicó ante las cámaras de Antena 3 el número de 'sinpapeles' infectados proporcionado por la delegación del Gobierno (7) y recalcó que la inmigración podía causar un “grave problema sanitario”.
López Miras acusó después a Interior de desentenderse de sus competencias y no custodiar a los inmigrantes. En realidad sí lo hace durante las 72 horas posteriores a su desembarco. En la zona de Escombreras del puerto de Cartagena había ayer 280 'sinpapeles' bajo vigilancia policial.
Los Centros de Internamiento de Extranjeros, que dependen de Interior, no reúnen las condiciones para aislar o poner en cuarenta a los recién llegados. De ahí que el Gobierno haya pedido a Andalucía y Murcia que se encarguen de hacerlo porque además son ellas, desde el fin del estado de alarma y la desaparición del mando único, el 22 de junio, las que ostentan todas las competencias sanitarias. La Consejería de Salud andaluza ha acabado dedicando un par de camas hospitalarias a dos inmigrantes asintomáticos, según el diario 'La Voz de Almería'.
Más de 800 inmigrantes irregulares argelinos llegaron en 24 horas, entre el viernes por la noche y el sábado pasado, a las costas de Murcia (454), Alicante (79) e Ibiza (6). En Almería desembarcaron unos 300, según diversas estimaciones, porque en esta provincia –la más cercana a Argelia- la Subdelegación del Gobierno no facilitó el lunes ningún dato.
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