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La inseguridad en las PCR a los fallecidos indigna a los forenses andaluces
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SIN VENTILACIÓN Y EN UN SÓTANO

La inseguridad en las PCR a los fallecidos indigna a los forenses andaluces

“La seguridad se resiente". También critican, en un escrito enviado a la Junta de Andalucía, la falta de cualificación de los auxiliares para las autopsias: "Ni saben lo que es un bisturí"

Foto: Sede del Instituto de Medicina Legal de Málaga. (EFE)
Sede del Instituto de Medicina Legal de Málaga. (EFE)

Sin ventilación exterior, en una planta subterránea y sin doble esclusa de seguridad, el riesgo “es enorme”, relata un forense del Instituto de Medicina Legal de Málaga, ubicado en la Ciudad de la Justicia de la misma. "¿Por qué no estamos en un inmueble anexo? No existe control de acceso al edificio y la gente entra por el garaje. La seguridad se resiente", lamenta. Así deben hacer, pese a todo, las PCR. Alta probabilidad de contagio.

Aunque el número de autopsias descendió de modo brusco durante el duro confinamiento de la pasada primavera, la ejecución de este tipo de pruebas diagnósticas en los nueve institutos de Medicina Legal repartidos en toda Andalucía (los de las ocho capitales de provincia más el de Algeciras) han provocado la alerta de estos profesionales de la medicina que dependen de la Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía.

Foto: La forense, en su despacho. (Juan López Cepero)

En Málaga, aún no han tenido ningún cadáver que haya dado positivo por PCR desde el pasado mes de marzo. Las pruebas se remiten al Hospital Regional de Málaga. Los resultados se envían al IML entre seis y ocho horas más tarde. “Internamente, hay una gran preocupación ante un contagio. Ahora tenemos que estar mucho más alerta. Hay que reforzar la seguridad y protegernos lo máximo posible para disminuir los riesgos de transmisión de la enfermedad”, apunta un forense, que señala: “Hay muchas estancias sin ventana y despachos compartidos”.

A Inés Domenech, directora del IML de Málaga, no le gusta hablar de modo oficial, y menos con los medios de comunicación, acerca de su responsabilidad. “Se valora su capacidad de trabajo y que haya traído la paz al Instituto, sobre todo si se compara con anteriores etapas”, dicen de ella. El exdirector del IML de la ciudad andaluza dimitió el año pasado tras desvelar El Confidencial sus incompatibilidades.

Tuberculosis, ébola y vacas locas

La situación en otros IML andaluces no es distinta a la malagueña. Existe una gran preocupación por la bioseguridad y la falta de instalaciones de primer nivel en la comunidad autónoma para afrontar no solo casos como este del covid, sino los de otras enfermedades de alto voltaje contagioso como la tuberculosis, el ébola o el mal de las vacas locas.

“No tenemos medios suficientes para trabajar en condiciones. El muerto no ‘vende’ y el vivo, sí. Y solo ‘vende’ cuando hay un caso mediático. Somos la cenicienta de la Sanidad y de la Justicia”, critican. La reducción de autopsias no solo se debe a un descenso en el número de accidentes de tráfico y laborales, homicidios y número de extranjeros: los forenses no se arriesgan por seguridad en llegar hasta el final en las causas de la muerte si no es necesario.

placeholder Interior de un Instituto de Medicina Legal de Andalucía.
Interior de un Instituto de Medicina Legal de Andalucía.

Un ejemplo: si una persona ha muerto por un infarto, no se profundiza en qué parte del corazón ha fallado. Son tiempos de autopsias mínimamente invasivas y se abre el cadáver lo menos posible. “Antes, se era muy exquisito en determinar de qué había muerto una persona. Si es una muerte cardiaca, ¿para qué queremos saber tanto?”, se pregunta otro forense andaluz consultado por El Confidencial. Uno de los problemas técnicos de las autopsias es que no se pueden repetir. El cadáver no guarda la misma información: cambia en función del número de horas que han transcurrido del óbito.

Rocío Marín lleva siete años al frente del Instituto de Medicina Legal de Sevilla, ubicado en “un patio inglés” en el tanatorio Servisa de la capital andaluza. “Las instalaciones podrían estar mejor, pero son estupendas. Desde que empezó el covid, se han realizado 90 pruebas PCR. Un cadáver tenía coronavirus y otro, gripe. Y, como en los otros centros andaluces, desde hace 10 días, realizan las pruebas de antígenos a los cuerpos”, explica Marín a este diario.

"Existe un peligro en las salas de autopsias con los aerosoles cuando abres las cavidades y hay posibilidad de contagio"

“Es verdad que existe un peligro en las salas de autopsias con los aerosoles cuando abres las cavidades, y hay posibilidad de contagio si no sabes si el cadáver está contaminado. Se requieren elementos de bioseguridad. Nosotros no nos exponemos a ese riesgo”, subraya la directora del IML de Sevilla. Mauricio Lorente, director del IML de Cádiz: “No tenemos ningún caso documentado de contagio. Hemos limitado los grupos para minimizar la posibilidad de tener algún problema y se ha restringido el acceso a las autopsias”.

Los forenses también denuncian la inadecuada cualificación profesional de los auxiliares de forenses que proceden de la bolsa de trabajo del SAE (Servicio Andaluz de Empleo). Hace años, solo se les exigía el graduado escolar y, salvo la primera promoción, adquirieron la condición de personal laboral fijo de la Junta de Andalucía en concepto de oficial de autopsia.

Foto:  (Pixabay)

¿Qué ocurre actualmente con esta plantilla de auxiliares? Su convenio especifica que su horario de trabajo es de lunes a viernes de 8:00 a 15:00. No dicen nada de los fines de semana. El problema es que los sábados y domingos también se realizan autopsias. Si no se hicieran, aumentaría el dolor de las familias y supondría un perjuicio claro para las instrucciones judiciales que necesitan saber las causas de las muertes.

Se trata de un tema económico. Los auxiliares apenas cobran 25 euros al día los fines de semana que van al IML haya o no trabajo. Su sueldo es de 1.200 euros mensuales. El de un forense que recién empieza a trabajar, alcanza los 2.500 euros. La Junta de Andalucía recurre a la bolsa de trabajo del SAE y en vez de solicitar auxiliares sin experiencia pide técnicos de anatomía patológica de FP2… pero que hasta que no entran en un IML no han visto una autopsia y carecen de la experiencia necesaria para trabajar mano a mano con los forenses.

"No estamos para enseñarles"

En un escrito remitido a la Administración autonómica, han expresado esta preocupación y exigen respuesta. La Junta de Andalucía aún no les ha contestado, subrayan fuentes del sector. Explican que lo factible sería que estos auxiliares contaran con un contrato en prácticas o en formación, pero que empiezan a trabajar para cubrir una baja o unas vacaciones.

“Aquí vemos a ahogados, quemados, cadáveres descuartizados, y no saben ni lo que es un bisturí”, lamenta un forense de amplia experiencia. “Nosotros no estamos para enseñarles. Un auxiliar es como un enfermero en un quirófano. Te ayuda a la disección del cuerpo, te extrae la sangre. Y nos mandan a personas que han trabajo de carniceros o electricistas”.

¿Usted sabe abrir un cadáver? pregunta el forense.

— No, pero yo quiero aprender —responde el auxiliar.

— A mí lo que me hace falta es alguien que sepa trabajar ya.

“Todos los institutos de Medicina Legal de Andalucía tenemos el mismo problema. Y te ponen en unos dilemas…, que si necesitan trabajar. Esto es muy grave. Son gente inexperta”, rematan estas mismas fuentes.

Sin ventilación exterior, en una planta subterránea y sin doble esclusa de seguridad, el riesgo “es enorme”, relata un forense del Instituto de Medicina Legal de Málaga, ubicado en la Ciudad de la Justicia de la misma. "¿Por qué no estamos en un inmueble anexo? No existe control de acceso al edificio y la gente entra por el garaje. La seguridad se resiente", lamenta. Así deben hacer, pese a todo, las PCR. Alta probabilidad de contagio.

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