Es noticia
Comienzan las autopsias a fallecidos por covid: por qué no se hacían y qué aportarán
  1. Tecnología
  2. Ciencia
LUCHA CONTRA EL VIRUS

Comienzan las autopsias a fallecidos por covid: por qué no se hacían y qué aportarán

Tan solo ocho salas de autopsias de hospitales españoles van a disponer del nivel de bioseguridad requerido para pacientes de coronavirus

Foto: Un entierro de un fallecido por covid-19. (EFE)
Un entierro de un fallecido por covid-19. (EFE)

En la lucha contra el coronavirus, todo parece poco, por eso resulta difícil de entender que haya herramientas que no se estén utilizando. Una de ellas es la posibilidad de realizar autopsias. Desde hace días, algunas voces en redes sociales y medios de comunicación han puesto el acento en esta cuestión, sobre todo desde que el mediático médico forense José Cabrera Forneiro planteó la pregunta: ¿por qué después de tantos miles de muertes no se han realizado autopsias clínicas para conocer “las razones últimas por las que el virus mata y cómo mata”?

Foto: Una cuidadora ayuda a comer a una anciana en la residencia Casablanca, en el barrio madrileño de Villaverde (EFE)

Ante una enfermedad nueva, podrían aportar información clave para desarrollar estrategias terapéuticas. ¿Cómo es posible que no haya un grupo de investigación que practique autopsias para analizar cómo el virus actúa en cada órgano? La cuestión ha corrido como la pólvora y ha generado debate, pero por fin los patólogos tienen ‘luz verde’ para realizar exámenes 'post mortem'. ¿Qué ha pasado hasta ahora?

En el documento técnico ‘Procedimiento para el manejo de cadáveres de casos de covid-19’, publicado por el Ministerio de Sanidad el 5 de marzo y que luego ha sufrido varias revisiones —la última versión es del 13 de abril—, la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP) especifica, con respecto a las autopsias, la recomendación de no realizarlas “por el riesgo biológico de contagio para los ejecutores de la misma y por el riesgo de propagación del virus”.

¿Dónde está el peligro?

placeholder Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

En concreto, según este texto, el peligro está en el contacto con materiales infectivos, “especialmente por salpicaduras”, pero también porque “los pulmones y otros órganos todavía pueden contener virus vivos y es preciso tomar medidas de protección respiratoria complementarias”. No obstante, el documento no prohibía realizarlas, dejando la puerta abierta a esta posibilidad “si se considera realmente necesaria y se puede garantizar que esta se realiza en un ambiente seguro”.

Por lo tanto, la recomendación de la sociedad científica que agrupa a los patólogos españoles atendía a motivos de seguridad con el trasfondo de la dramática realidad que vivían los hospitales en las primeras semanas de la epidemia en el país. “Nos pareció que no era una prioridad en la fase aguda de la crisis, aun estando de acuerdo, como no puede ser de otro modo, en el valor importantísimo que tienen las autopsias”, explica a Teknautas Xavier Matías-Guiu, presidente de la SEAP.

Los patólogos españoles aseguran que el principal motivo para no realizarlas era la seguridad

Varios motivos no solo desaconsejaban llevar a cabo autopsias sino que, en la práctica, lo hacían casi imposible. Uno era la falta de EPI (equipos de protección individual), por lo que “parecía razonable que se limitaran al personal sanitario que estaba tratando a los pacientes”. Otro era la ausencia de los propios patólogos en sus respectivos servicios, ya que en muchos casos fueron reasignados a las plantas en las que trataban a los pacientes.

Sin embargo, la causa más importante era la carencia de salas de autopsias en los servicios de anatomía patológica de los hospitales con el nivel de seguridad adecuado, que debe ser el denominado BSL-3. “En el momento de iniciarse esta crisis, eran unas cinco en toda España y algunas se han utilizado para llevar allí los cadáveres, recordemos que la mortalidad ha sido muy alta”, señala Matías-Guiu.

placeholder Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

La escasez de salas de autopsia BSL-3 —es el segundo nivel de bioseguridad más importante— se explica porque están reservadas para fallecimientos provocados por enfermedades extremadamente contagiosas, que registran muy pocos casos. “El ejemplo más característico son las enfermedades producidas por priones, la variante humana de la enfermedad de las vacas locas. En otras épocas, en España han fallecido patólogos por haber efectuado autopsias de enfermedades priónicas sin las precauciones adecuadas”, destaca el presidente de la SEAP.

En el caso de covid-19, además de la gran transmisibilidad, hay que tener en cuenta que se trata de una enfermedad que aún presenta muchas incógnitas, como la carga viral que pueden tener los órganos de los pacientes que fallecen. “Imaginemos lo que significa seccionar un pulmón, las posibilidades de propagación por aerosoles si el virus está en este órgano son enormes”, apunta el experto.

Las posibilidades de propagación por aerosoles si el virus está en los pulmones son enormes

Por eso, las salas de autopsias corrientes de los hospitales, donde habitualmente llegan casos de cáncer o enfermedades cardíacas, no sirven. De hecho, ya antes de que se hubieran registrado casos en España, algunos jefes de los servicios de anatomía patológica consultaron con las unidades básicas de prevención laboral de sus respectivos centros la posibilidad de realizar este tipo de intervención con pacientes de coronavirus y la respuesta fue negativa por carecer de las instalaciones adecuadas.

A falta de autopsias, en diversos centros se han llevado a cabo biopsias 'post mortem', es decir, que los patólogos han obtenido pequeñas muestras de órganos de las personas fallecidas para hacerse una idea de su estado. Este procedimiento puede aportar algo de información, según los expertos, pero lógicamente no sustituye al examen minucioso y completo de los cuerpos.

En cualquier caso, por todos los motivos anteriores, hasta ahora no se había practicado ni una sola autopsia a pacientes fallecidos por covid-19 en España. La primera tuvo lugar la semana pasada en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, según la SEAP, y será la primera de muchas. “Ahora el escenario es diferente, los hospitales están menos sometidos a la crisis”, asegura el presidente de la SEAP, “pensamos que puede ser el momento de estimular la práctica de las autopsias donde se den las condiciones”.

Un número muy bajo de salas

A los hospitales que ya contaban con las salas apropiadas podrían unirse en las próximas semanas algunos que consigan acondicionar las suyas, pero probablemente no pasen de un total de ocho en todo el país —desde la SEAP, prefieren no especificar cuáles son hasta confirmar que todos ellos se van a sumar a la realización de autopsias—, porque la reforma no es sencilla: para llegar a tener una sala BSL-3, hacen falta presión negativa, filtros especiales y una ventilación adecuada, entre otras cosas.

“Este bajo número de salas de autopsias preparadas para muertes por enfermedades muy contagiosas no es el adecuado. En los próximos años, tendremos que hacer una reflexión, pensar que esta crisis debería hacer cambiar el funcionamiento de los hospitales y tratar de que haya más hospitales listos para afrontar otra crisis en el futuro, tenemos que ser previsores”, añade Matías-Guiu.

placeholder El Palacio de Hielo de Majadahonda, el tercer recinto en Madrid utilizado como morgue. (EFE)
El Palacio de Hielo de Majadahonda, el tercer recinto en Madrid utilizado como morgue. (EFE)

En cualquier caso, la SEAP considera que ya se dan las circunstancias para realizar un número de autopsias mínimo que permita sacar conclusiones valiosas y está trabajando en la redacción de protocolos de actuación en colaboración con otras sociedades científicas. Uno de los objetivos es identificar el perfil de paciente con covid-19 más adecuado para obtener la máxima información posible.

“Obviamente, como patólogos, sabemos el valor que tiene la autopsia, es uno de nuestros trabajos. La autopsia es una gran herramienta para entender por qué se produce una enfermedad”, destaca el experto. En este caso, “nos permitirá conocer la patología que provoca el virus, sobre todo en los pulmones, pero también en otros órganos, como los riñones o el corazón”.

Las supuestas autopsias italianas

Si en España no se han podido realizar autopsias hasta ahora, ¿qué sucede con el resto de los países? Al parecer, han tenido carencias parecidas y por eso la información que aportan estas intervenciones ha ido llegando con cuentagotas. Entre las publicaciones científicas, aparecen algunos casos de China y de EEUU que resultan poco más que testimoniales y que no siempre han sido revisados por otros expertos. No obstante, las conclusiones hablan de lesiones pulmonares significativas, especialmente por inflamación de los alveolos, pero también explican que existen daños en el corazón, los vasos, el hígado, los riñones y otros órganos.

En Italia, la sociedad científica equivalente a la SEAP realizó las mismas recomendaciones que se han hecho en España: hacer autopsias solo en el caso de que se pudiera garantizar la máxima seguridad. Sin embargo, en los últimos días, ha circulado por redes sociales una información que habla de 50 autopsias italianas y sus resultados, pero los patólogos españoles no tienen constancia de ello. “No digo que no se hayan hecho, pero tampoco tenemos evidencia, hay que esperar a ver si se publica algo”, señala el presidente de la SEAP, que ni conoce a los supuestos colegas que han llevado a cabo el trabajo ni ha encontrado referencias a la nomenclatura que suele utilizarse en informes de anatomía patológica.

placeholder Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

El caso es que los supuestos resultados de este medio centenar de autopsias —un número muy elevado, teniendo en cuenta que solo hay tres o cuatro en otros países— han dado pie o han reforzado una teoría que ha circulado mucho entre los sanitarios españoles en los últimos días: el problema que causa el virus es cardiovascular, no respiratorio, y por lo tanto los tratamientos actuales estarían mal enfocados.

El diario 'La Repubblica' ofreció hace días una explicación: solo se trata de un bulo más de tantos que están circulando por las redes sociales. "¡Porque el problema es cardiovascular, no respiratorio!" es una frase literal que aparece en una supuesta carta de un cardiólogo de Pavía cuyo nombre no se menciona, texto que ha circulado mucho por las redes sociales. Para los expertos clínicos, aunque haya casos de trombos y otros problemas circulatorios, las lesiones pulmonares de carácter inflamatorio también son evidentes, así que carece de sentido hacer ese planteamiento con los datos actuales.

En la lucha contra el coronavirus, todo parece poco, por eso resulta difícil de entender que haya herramientas que no se estén utilizando. Una de ellas es la posibilidad de realizar autopsias. Desde hace días, algunas voces en redes sociales y medios de comunicación han puesto el acento en esta cuestión, sobre todo desde que el mediático médico forense José Cabrera Forneiro planteó la pregunta: ¿por qué después de tantos miles de muertes no se han realizado autopsias clínicas para conocer “las razones últimas por las que el virus mata y cómo mata”?

Ministerio de Sanidad
El redactor recomienda