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Pedro Sánchez obliga a Susana Díaz a escenificar una tregua en la Feria de Sevilla

La baronesa socialista deja claro que habrá elecciones y ordena al partido que ponga en marcha la maquinaria para lograr una quinta victoria en Andalucía que, admiten, será difícil

Foto: Susana Díaz y Pedro Sánchez en la Feria de abril, este miércoles. (Reuters)
Susana Díaz y Pedro Sánchez en la Feria de abril, este miércoles. (Reuters)

Dos y media de la tarde y tradicional copa en la caseta de la Cadena Ser en el Real de la Feria de Sevilla. La sorpresa, Pedro Sánchez en territorio comanche. La visita del secretario general ha molestado a algunos de los mandamases del socialismo andaluz, que se enteraron de su desembarco en el último momento. Ya ocurrió el pasado verano, cuando algunos dirigentes se molestaron porque el líder socialista mantuviera durante sus vacaciones encuentros con críticos de Susana Díaz. Aun así, todos los gestos con la presidenta de la Junta fueron conciliadores. Se sabían el centro de miradas y objetivos y se encargaron de dejar clara su tregua. En el ambiente flotaba la detención del alcalde de Granada, José Torres Hurtado (PP).

El desfile de políticos y representantes públicos en la Feria de Sevilla es siempre directamente proporcional a la cercanía de unas elecciones. Los años de cita con las urnas no falta nadie. No cabe un alfiler. El pasado abril, Andalucía había celebrado por adelantado sus elecciones autonómicas y Susana Díaz peleaba por formar Gobierno con las elecciones municipales de mayo a la vuelta de la esquina. Si como todo indica se repiten los comicios el próximo 26 de junio, los andaluces batirán un récord. Habrán sido llamados a las urnas en cuatro ocasiones en poco más de un año. La maquinaria de los socialistas andaluces, la más poderosa de todo el partido, está lista.

Sánchez y Susana Díaz coinciden en la Feria de Abril

En el PSOE andaluz hay preocupación por la nueva fecha, muy próxima a las vacaciones estivales y en un periodo donde es muy típico ya el éxodo de la ciudad buscando las playas el fin de semana. El desapego, el cansancio y, por qué no, el enfado de muchos ciudadanos que se sienten defraudados porque su voto no se haya sabido gestionar por parte de los representantes políticos pueden influir en una mayor abstención y afectarán mayormente al electorado de izquierdas. Ese es al menos el análisis que hacen desde las filas del PSOE-A, convencidos de que el PP tendrá muchos menos problemas, “pese a todo”, acotan, para movilizar a sus electores.

El pasado domingo, durante una recepción en la conocida como preferia en la caseta del PSOE en Sevilla, Susana Díaz pudo departir con numerosos dirigentes y amigos de su partido. Acudió acompañada de su familia y junto al alcalde de la ciudad, Juan Espadas, la secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, y el presidente de la Diputación, su 'tito' Fernando Rodríguez Villalobos. Quienes estuvieron en aquella jornada de encuentro festivo aseguran que la presidenta de la Junta de Andalucía no dio ninguna señal de que se esté pensando irse a Madrid. “Ella no va a optar a ningunas primarias frente a Pedro Sánchez. Eso es una locura. ¿Quién se imagina que va a ser candidata con Pedro de secretario general? Si esa fuera su intención, el PSOE andaluz habría mantenido la fecha del congreso”, indica una voz muy autorizada del partido. En realidad, reseña una obviedad: la baronesa andaluza no puede ser candidata con Ferraz en manos del actual equipo de Pedro Sánchez. Sin embargo, ella misma habría alimentado esa posibilidad cuando ha instado a quienes le han preguntado a repetir esa pregunta el próximo 23 de abril, cuando acaben los plazos para formar Gobierno y se abra de verdad una nueva campaña electoral.

El PSOE andaluz tiene a punto su maquinaria electoral para sumar una nueva victoria y da por hecho que habrá elecciones en junio

Todo apunta a que Susana Díaz, que sigue jugando al despiste y a los silencios controlados, no moverá ficha para lanzarse a Madrid. No de momento. Otra cosa es lo que ocurra tras el verano. Esperará a que pasen las elecciones por más que los ‘cabecillas’ de la conocida en Andalucía como ‘operación Madriles’, con José Bono, José Luis Rodríguez Zapatero, José Blanco, Alfredo Pérez Rubalcaba y Máximo Díaz-Cano como principales defensores de la andaluza, hayan insistido en la importancia de que Susana Díaz sea el nuevo cartel electoral del PSOE para el 26-J. Entre estos veteranos cunde la idea de que este es el último tren para la socialista andaluza y que si lo deja pasar, además de la oportunidad perdida para el partido de remontar un mal resultado electoral, tendrá muy difícil dar el salto a Ferraz.

Los andaluces y 'el clan Madriles'

Entre los principales dirigentes del PSOE andaluz hay otra lectura bien distinta. Aquí son más conservadores y muchos recelan de una operación que entraña un gran riesgo y un salto al vacío muy importante para la dirigente socialista. Aparte del salto al vacío sin red, nadie puede asegurar que la marca de Susana Díaz baste para remontar la debacle electoral del PSOE. Ni tampoco que gane con holgura las primarias frente al secretario general, por más que su control del partido en Andalucía sea abrumador -muchos hablan de más de un 80% de apoyos asegurados- y sin apenas críticos.

“¿Quién dice, primero, que ella vaya a ganar unas primarias abiertas con la militancia decidiendo y, segundo, que vaya a ser capaz de dar una vuelta a los resultados electorales tan importante como para que el PSOE tenga opciones de gobernar? ¿Que va a dejar la principal referencia institucional que tiene ahora mismo el partido, la Junta de Andalucía, para quedarse con un resultado muy similar al de Pedro [Sánchez] y permanecer en la oposición?”, se pregunta un militante cualificado de las filas andaluzas.

Frente al empuje permanente del secretario general de la Presidencia, Máximo Díaz-Cano, otros como el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, o el vicepresidente andaluz, Manuel Jiménez Barrios, actúan como contrapesos, moderando las ansias por el control de Ferraz. En este frente se instala la idea de que lo mejor es dejar que Pedro Sánchez agote el ciclo electoral y centrarse en lograr el mejor resultado posible en las próximas elecciones generales. Ese será el aval para pedir cuentas a Sánchez si no mejora sus resultados. Es el plan que tiene más posibilidades de triunfar. No hay indicios de una sucesión inminente en la Junta, pero sí hay señales de que toda la maquinaria del PSOE andaluz está a punto para que Susana Díaz se apunte la que sería su quinta victoria en una competición electoral.

Perder, ni al parchís

Ese “a mí no me gusta perder ni al parchís”, que entonó la dirigente andaluza ante el 20-D, será esta vez todavía más vehemente. Susana Díaz quiere mejorar el resultado del PSOE y sabe que hay muchas circunstancias adversas, por más que los socialistas andaluces sigan convencidos de que Podemos no podrá recortarles distancias en esta comunidad autónoma y desoigan las encuestas que auguran que PP y Ciudadanos pueden aprovechar y crecer en una nueva cita con las urnas. Esa, insisten, es la gran fuerza del PSOE andaluz, contrapuesta a la “cultura de la derrota” que, lamentan, Pedro Sánchez ha instaurado en Ferraz. “El PSOE no puede en ningún caso conformarse con gobernar sin haber ganado. Nadie puede perder de vista que los 90 escaños del pasado diciembre son una derrota histórica. Si se pierde esa perspectiva, nos irá muy mal”, señala un dirigente provincial del PSOE andaluz. Ese es el poder que despliega Díaz, su capacidad acreditada para ganar elecciones, aunque los resultados en Andalucía también se hayan resentido, y mucho, en los últimos comicios.

"El análisis del PSOE-A desde la misma noche del 20-D se ha cumplido. Dijimos no al PP y no a Podemos porque no eran de fiar", dicen en el entorno de Díaz

Susana Díaz sabe que muchos dirigentes del partido volverán a mirar hacia el sur cuando se agoten los plazos y haya que convocar nuevas elecciones. Ella ya se encargó de apaciguar las aguas en la antesala del último comité federal, que aprobó por unanimidad retrasar el congreso del PSOE. Con una apretada agenda, con encuentros con los pesos pesados del partido y también con hueco con cuadros medios para decirles que ella iba a estar ahí cuando llegara el momento. Reforzando su imagen de política capaz de 'coser' el PSOE, de unir, que empezó a ejercer tras perder el PSOE andaluz su apuesta por Carme Chacón frente a Alfredo Pérez Rubalcaba y que, sobre todo, proclamó cuando se hizo con la secretaria general del PSOE-A en sustitución de José Antonio Griñán.

Eso es lo que traslada, que está “centrada y volcada en Andalucía”. Un mensaje que ha ido convenientemente acompañado en los últimos días de un reforzamiento de su imagen institucional, volcada en su tarea como presidenta de Andalucía y ‘vendiendo’ que es ella la que marca la agenda autonómica y capitanea a las comunidades frente a Mariano Rajoy ante la imposición de nuevos recortes. Con él habló el pasado viernes, el sábado y de nuevo el lunes, cuando le arrancó el compromiso de una cita del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Eso sí, para evitar malos entendidos y ante el riesgo de que el PP aproveche este contacto directo para insinuar posibilidades de una gran coalición con Susana Díaz al frente de los socialistas, la baronesa insiste en estos días en dejar claro su rechazo frontal a un pacto con los populares. “Tendréis que admitir que el análisis del PSOE andaluz desde la misma noche electoral se ha cumplido. Dijimos no al PP y no a Podemos porque no eran de fiar. Hemos dejado que Pedro Sánchez probara suerte porque era lo que tocaba, pero todos nuestros pronósticos se han cumplido a rajatabla”, presume alguien cercano a la presidenta de la Junta.

Dos y media de la tarde y tradicional copa en la caseta de la Cadena Ser en el Real de la Feria de Sevilla. La sorpresa, Pedro Sánchez en territorio comanche. La visita del secretario general ha molestado a algunos de los mandamases del socialismo andaluz, que se enteraron de su desembarco en el último momento. Ya ocurrió el pasado verano, cuando algunos dirigentes se molestaron porque el líder socialista mantuviera durante sus vacaciones encuentros con críticos de Susana Díaz. Aun así, todos los gestos con la presidenta de la Junta fueron conciliadores. Se sabían el centro de miradas y objetivos y se encargaron de dejar clara su tregua. En el ambiente flotaba la detención del alcalde de Granada, José Torres Hurtado (PP).

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