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El oráculo de Felipe González sacude las aguas de Susana Díaz en el PSOE andaluz
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EL futuro del PSOE

El oráculo de Felipe González sacude las aguas de Susana Díaz en el PSOE andaluz

Una parte del partido en Andalucía hace suya la recomendación del expresidente y tilda de “locura” que la presidenta andaluza mueva ficha mientras que el líder del PSOE sigue reforzando su liderazgo

Foto: Susana Díaz y Felipe González en el cierre de la campaña de las elecciones generales en Sevilla, el pasado 18 de diciembre. (EFE)
Susana Díaz y Felipe González en el cierre de la campaña de las elecciones generales en Sevilla, el pasado 18 de diciembre. (EFE)

“Usted y yo coincidimos, los dos queremos que el presidente del Gobierno sea Mariano Rajoy. Yo porque estoy convencido de que es lo mejor para España. Usted porque es lo peor para el secretario general de su partido”. Fue el recibimiento político a la presidenta de la Junta por parte del líder del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla. Horas antes, Felipe González, el oráculo del PSOE andaluz, le había aconsejado que se quedara en Andalucía. Tras casi dos meses, con unas vacaciones más largas que las escolares, el Parlamento andaluz retomó esta semana su actividad ordinaria y las sesiones de control al Gobierno. Se esperaba con expectación la vuelta de la presidenta, Susana Díaz, después de que, de nuevo, se haya visto envuelta los dos últimos meses en todo tipo de especulaciones, alimentadas por su propio entorno político y tras una guerra sin cuartel con Pedro Sánchez y Ferraz en el otro bando, sobre su salto a la política nacional.

La socialista había descartado este jueves poner fecha a una comparecencia pendiente en la Cámara para rendir cuentas de su gestión. Tocaba en febrero pero seguía en el aire a la espera de lo que pasara en Madrid. Esta misma mañana ha cambiado esta decisión y la presidenta ha pedido comparecer la primera semana de marzo, días antes de que Pedro Sánchez se someta a una investidura según el calendario que baraja Ferraz. Un gesto que se interpreta dentro de la presión interna de un sector del partido para que despeje su futuro. La presidenta andaluza volvía a poner la cara por la gestión de su Gobierno ante la oposición en plena tregua interna del PSOE y a la espera de que se despeje el futuro político de Pedro Sánchez. Y por mucho que insista en que ella está “centrada” en Andalucía, aparece atrapada en la vorágine de la política nacional. Ella quería hablar de su libro, del cumplimiento del déficit en Andalucía, pero ese mensaje pasó desapercibido incluso entre los suyos, sin trascender más allá del disciplinado equipo de redes y asesores que trató de vender a bombo y platillo el dato.

Al expresidente: "Es de agradecer"

Susana Díaz regresaba a la Cámara horas después de que Felipe González dijera en un programa de Canal Sur Televisión que si él estuviera “en su piel” no iría a unas primarias para ser candidato del Gobierno o secretario general del PSOE. Más claro imposible. El jueves lo recibió en el Palacio de San Telmo, sede de la presidencia del Gobierno, y desayunaron juntos. Ella agradeció públicamente “su cariño” y confesó que le gusta escucharlo, presumiendo de que hablan a menudo. “Es de agradecer que piense en lo mejor para mí, pero yo no estoy en eso”, comentó a los periodistas. Nada más trascendió oficialmente desde su círculo político. Las palabras del histórico socialista no fueron aprovechadas para trasladar que efectivamente ella coincidía y no iba a optar a la secretaría general del PSOE. Silencio. Algún comentario suelto sobre que González dijo una cosa y la contraria. Otra observación sobre que “está mayor” y no vive en el día a día del partido ni de la calle. Pero nada serio ni consistente. El círculo de Susana Díaz se mantuvo en silencio.

Susana Díaz agradece que Felipe González piense "en lo mejor" para ella

Y frente a esa omisión, el ruido del grupo parlamentario socialista, donde no hay críticos de Susana Díaz, pero sí comienzan a destacarse muchos cansados del que el tema de conversación sea si la presidenta de la Junta se va a o no a Madrid. “Ha salido cara la cosa. 40.000 euros el programa, dicen, y todo para que Felipe le diga a Susana lo que ve cualquier persona sensata, que es una locura optar a la secretaría general”, ironizaban desde las filas del Gobierno andaluz. La cantidad está comprobada. El subdirector de la RTVA dio el dato en una reunión del consejo de administración de la cadena. El expresidente del Gobierno eligió el estreno del programa '¿Y tú qué opinas?', contratado a la productora Medina Media, para pisar por vez primera la cadena pública andaluza en directo. Desde la propia RTVA admiten que Susana Díaz medió, hace mes y medio, para convencer al expresidente de su presencia en el plató andaluz. También cuentan que ha sido el entorno de la dirigente socialista el que aconsejó que la mayoría de los periodistas y tertulianos presentes en el programa llegaran desde Madrid, donde sigue trabajándose un club de seguidores, evitando profesionales de la comunidad autónoma. Su equipo niega cualquier tipo de interferencia.

En el Grupo Socialista no hay críticos, pero sí comienzan a destacarse muchos cansados del que el tema de conversación sea si Díaz se va a o no a Madrid

“Desde luego que Pedro Sánchez está teniendo suerte y le están acompañando los tiempos”, subrayaba un líder provincial del PSOE con escaño andaluz. “Felipe aplica la lógica política, la sensatez. Acudir a unas primarias contra el secretario general sin saber si vas a ganar o perder, siendo presidenta de la Junta de Andalucía y además dejando Andalucía, la base institucional del PSOE en estos momentos, empantanada es simplemente una locura”, apunta un alto cargo del Gobierno andaluz.

Ante los suyos y ante la sociedad

“Felipe ha dicho lo que tenía que decir. Susana Díaz ha presumido mucho de que tenía su apoyo y él ha venido a decir lo que piensa la mayoría del partido en estos momentos”, asumía otro diputado socialista con muchos trienios en el carné.

"Le ha salido caro. 40.000 euros de programa en Canal Sur para que Felipe venga a decir lo que cualquier persona sensata, que es una locura ir a Madrid"

Esta es la foto fija del grupo socialista en Andalucía. Los más cercanos a Susana Díaz callan. Los que no están en el núcleo duro de poder, quienes militan en segunda fila y tienen el 'input' de las provincias de fuera de Sevilla y están lejos de “la corte” de San Telmo, como ellos mismos la denominan, asumen que no es el momento de que la dirigente socialista se vaya a ningún sitio. El análisis político desde las filas del PSOE de Andalucía es claro. Nadie, por supuesto, sabe qué va a pasar pero sí que en cualquiera de los escenarios posibles hay una corriente mayoritaria que admite que Pedro Sánchez está saliendo reforzado de este trance de formar Gobierno. Si lo consigue, “Susana Díaz será la primera que acuda a abrazarlo en su toma de posesión”, ironiza un crítico de la presidenta.

Si no lo logra y se repiten las elecciones, una sensación que por otra parte es casi mayoritaria, el secretario general del PSOE habrá logrado reforzarse tanto en clave interna, ante la militancia, como ante la sociedad y será más complicado que los barones de su partido puedan discutirlo como candidato en nuevas elecciones o como secretario general. “Lo está ayudando mucho Mariano Rajoy. Lo ayudarán Podemos y Ciudadanos si deciden no retratarse e ir a nuevas elecciones”, resume un veterano dirigente. Esa es la teoría, también asumida en el propio entorno de Sánchez, lo que cuenta ahora mismo es ganar la batalla por el relato político en el caso de una nueva convocatoria electoral, poder decir a los ciudadanos que la culpa es de otros, y además aprovechar el foco de estas semanas desde que el Rey le encargó la formación de Gobierno, para poder reforzar su liderazgo político.

Indignación contenida

Susana Díaz sigue en su repliegue táctico tras sacar y guardar los tanques el 28 de diciembre y a pesar de que en el comité federal del pasado 30 de enero volvieron a echar un pulso, que esta vez sí ganaron, con la fecha del congreso del PSOE. Un cónclave que en realidad no es más que la posibilidad de señalarle la puerta de salida a Pedro Sánchez. Y pese a que su admirado Felipe González le dio una oportunidad de oro para engancharse y dejar claro, de una vez, que no optará a nada, la baronesa andaluza sigue sin hacerlo por más que los vertiginosos episodios de la política nacional jueguen en contra de esa arriesgada maniobra. Los socialistas andaluces no pasan de quejarse entre dientes, mascullando. La posibilidad de que la consulta a la militancia fuera el 28 de febrero, Día de Andalucía, indignó sobremanera al equipo de Susana Díaz. Ferraz ya ha descartado esa fecha. La opción del voto electrónico también levantó suspicacias. Pero nadie dice nada públicamente.

Díaz guarda silencio, y sí le quedará la carta de que no hay una declaración pública suya diciendo que optará a ir a Madrid, como recalcan en su equipo

“Todavía tienen que pasar muchas cosas y los tiempos son muy rápidos. Ahora todo favorece a Pedro Sánchez, pero cuando afronte el desgaste de varias votaciones de investidura en su contra su imagen política se erosionará”, reflexiona alguien próximo al secretario general. “Susana Díaz no dice nada porque quizás están esperando el rebufo de ese fracaso”, sostiene otro exdirigente del PSOE-A. “Ella está en el 'efecto meteorito', si no fricciona no brilla. Sabe que buena parte de su foco mediático nacional desaparecerá cuando despeje que se queda en Andalucía”, añade otra fuente del partido. “Es verdad que a Pedro Sánchez le tocará afrontar un momento valle en su liderazgo si no logra ser presidente, pero también podrá hacer un discurso de investidura, actuar como jefe del Ejecutivo y eso da muchos puntos”, agregan.

En ese bucle político está Susana Díaz. Por más señales que reciba, por más que hasta Felipe González le indique el camino, guarda silencio. Porque como dice alguien de su plena confianza: “Búscame una declaración pública, una sola, de Susana [Díaz] diciendo que optará a irse a Madrid. Lo que no vamos es a desmentir rumores o especulaciones de los periodistas cuando ella jamás ha hecho ni dicho nada”. Siempre les quedará esa carta. Por más que ya no se la crea casi nadie. “Al final lo de Pedro iba a ser premonitorio. Aquello de Susana, tú a San Telmo y yo a La Moncloa”, ironiza una diputada del PSOE.

“Usted y yo coincidimos, los dos queremos que el presidente del Gobierno sea Mariano Rajoy. Yo porque estoy convencido de que es lo mejor para España. Usted porque es lo peor para el secretario general de su partido”. Fue el recibimiento político a la presidenta de la Junta por parte del líder del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla. Horas antes, Felipe González, el oráculo del PSOE andaluz, le había aconsejado que se quedara en Andalucía. Tras casi dos meses, con unas vacaciones más largas que las escolares, el Parlamento andaluz retomó esta semana su actividad ordinaria y las sesiones de control al Gobierno. Se esperaba con expectación la vuelta de la presidenta, Susana Díaz, después de que, de nuevo, se haya visto envuelta los dos últimos meses en todo tipo de especulaciones, alimentadas por su propio entorno político y tras una guerra sin cuartel con Pedro Sánchez y Ferraz en el otro bando, sobre su salto a la política nacional.

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