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Susana Díaz resiste la presión de los pesos pesados: esperará a que se estrelle Sánchez
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EL FUTURO DE LOS SOCIALISTAS

Susana Díaz resiste la presión de los pesos pesados: esperará a que se estrelle Sánchez

La presidenta se inclina por dar la batalla por el poder del PSOE después de unas nuevas elecciones, aunque figuras históricas la empujan para que se lance antes y sea la candidata el 26-J

Foto: Susana Díaz y el portavoz parlamentario del PSOE andaluz, Mario Jiménez, en la Cámara autonómica, en Sevilla, en septiembre de 2013. (EFE)
Susana Díaz y el portavoz parlamentario del PSOE andaluz, Mario Jiménez, en la Cámara autonómica, en Sevilla, en septiembre de 2013. (EFE)

Susana Díaz no plantará batalla y permitirá a Pedro Sánchez, en el comité federal de este sábado, retrasar el congreso donde se juega su liderazgo. Esa es la versión más respaldada dentro del PSOE, aunque en las últimas horas sigue elevándose la presión y los socialistas andaluces siguen alargando la partida de póquer y evitan mostrar sus cartas. Sería su tercer intento de aterrizar en Ferraz en menos de dos años. Históricos se sumaron a otros pesos pesados como José Luis Rodríguez Zapatero o José Bono, que se inclinan por que Díaz dé un salto al vacío y sea la candidata en caso de que se repitan las generales el 26 de junio. Tendría que abandonarlo todo, incluida la atalaya institucional más importante del partido, la Junta de Andalucía.

Ni los barones críticos ni el PSOE andaluz están ahora mismo en esa operación inminente. De hecho, la baronesa andaluza se ha movido en las últimas semanas para dejarle muy claro a Sánchez que si mantenía el calendario previsto, iba a plantarle batalla y se presentaría seguro para disputarle la secretaría general. Detrás de las advertencias de Díaz estaba el convencimiento de que Ferraz iba a intentar colarles “un gol por la escuadra”, según admiten varios dirigentes del PSOE andaluz. Aunque en el último comité federal del pasado 30 de enero fueron los críticos los que lograron ubicar el 39º Congreso el 20, 21 y 22 de mayo -y el día 8, la elección del líder por toda la militancia-, los acontecimientos políticos no se han desarrollado conforme a lo previsto. Aún no se sabe si se podrá formar Gobierno en España o si habrá nuevas elecciones.

Desde Andalucía, aseguran que el secretario de Organización del PSOE, César Luena, ha tratado hasta el último minuto de convencer a Sánchez para que mantuviera un congreso que, en las actuales circunstancias, iban a tratar de convertir en un desfile militar para reforzar la figura del secretario general ante un anticipo electoral. Si desde Madrid se aseguraba que sería una temeridad ahondar en la división interna y llamaban a la responsabilidad para celebrar un cónclave sin rivales, desde Andalucía se habían reforzado las advertencias en los últimos días con el mensaje de que Díaz iba a optar sí o sí.

El PSOE propone aplazar su 39º Congreso Federal

"Prolonga su interinidad"

En realidad, todo entra dentro de la guerra abierta en el partido desde la misma noche del 20 de diciembre y que ni mucho menos ha acabado. La batalla solo se pospone y todos ganan. Gana tiempo Sánchez, que quiere garantizarse poder repetir como candidato sin rivales de peso y una nueva prórroga de meses para su liderazgo. Gana Díaz, que no se quema en una nueva convocatoria electoral incierta y espera que la próxima mano le sea más favorable para poder ser líder del PSOE sin renunciar al Gobierno de Andalucía. La mayoría de dirigentes del partido en Andalucía admiten en privado que a la presidenta le conviene mucho más dejar que Sánchez agote su ciclo político y sea cabecera de cartel. Dan por hecho que si no hay congreso, nadie concurrirá a las primarias para ser candidato frente a Sánchez.

Con el retraso, gana Sánchez, que busca repetir de candidato, y gana Díaz, que evita quemarse en unas generales y espera una mano que le sea más favorable

Si los resultados en las próximas generales no son los deseables, Díaz tendría el camino libre para pedir su dimisión la misma noche del 26-J, coinciden varias voces críticas. Y, ojo, porque los descontentos con Ferraz ponen ahora el Rubicón en los 110 diputados que obtuvo Rubalcaba antes de hacer las maletas. Esa es la jugada real, esperar a que el líder del PSOE se estrelle y si hace falta montar una gestora que se encargue de gestionar el próximo escenario poselectoral. Allí, dicen, estará Díaz. El hacha de guerra está muy lejos de quedar enterrada. Los socialistas andaluces se apresuraron a comentar sin micrófonos que si Sánchez no mantenía el congreso, es porque no le salían las cuentas y su liderazgo no es tan sólido como pintan los suyos. “No hace más que prolongar su interinidad”, subrayaban.

Cuando al secretario de Organización del PSOE andaluz, Juan Cornejo, le sonó el móvil la mañana del lunes y escuchó al otro lado a su homólogo César Luena proponiéndole el retraso del congreso, la inmensa mayoría del partido en Andalucía respiró aliviado. La inquietud y el vértigo se había incrementado de forma importante en la recta final por más que el PSOE-A disimulara el nerviosismo. Esa llamada de Luena era lo que el aparato de Díaz quería oír, por más que se resistan a admitirlo en público.

Al posponer el cónclave, el pulso entre Sánchez y Díaz, ya irreconducible, se aplaza, pero la tensión sigue

Oficialmente, Cornejo aseguró que no iban a ser “un obstáculo”, pero igualmente se empeñó en no aplaudir ni respaldar esa decisión. ¿Por qué? El principal objetivo es que nadie pueda acusar a Díaz de haberse movido para retrasar un congreso que la propia federación andaluza obligó a convocar. La líder socialista salió muy escaldada de lo que ocurrió en diciembre, cuando se hizo de ella un retrato que considera injusto y que la mostraba como una mujer ambiciosa dispuesta a romper el PSOE y pisotear al secretario general con tal de hacerse con el poder. La orden esta vez era guardar silencio y dejar que Ferraz moviera ficha. Entre bambalinas se habían multiplicado los mensajes advirtiendo a Sánchez de que se tendría que medir con ella si había congreso. Si no lo hay, se aplaza la batalla pero la tensión seguirá latente.

"Amaga y nunca da"

Incluso en Ferraz hay dirigentes que reconocen que la amenaza de que Díaz pudiera presentarse ahora bastó para convencer a Sánchez y Luena de que era mejor mover ficha. La mirada al retrovisor era obligada, alegaban. “Algunos pensábamos que ella iba de farol, pero no era posible asumir el riesgo de abrir el PSOE en canal ahora mismo. Habría sido la bomba atómica”, asegura un integrante de la ejecutiva federal a quien el líder pidió su opinión hace unos días. Coinciden distintas fuentes del flanco crítico: si Díaz compitiera, “el PSOE se rompe por la mitad”.

Aunque en la ejecutiva sí hay quien reconoce que pesó la amenaza de Díaz, oficialmente se explica que al final Sánchez impuso la tesis que defendió siempre

La versión oficial de Ferraz es otra: que Díaz “siempre amaga, y nunca da, y que esta vez iba de farol”, porque habría sido “un suicidio” enfrentarse ahora contra Sánchez, que ha salido “muy fortalecido” del proceso de negociación y de la consulta a la militancia. La cúpula agrega que Luena pudo testar el “amplio consenso” existente en los territorios y que por eso se lleva al comité federal el retraso, “que es una vuelta al principio, a lo que Pedro dijo desde el 21 de diciembre, que primero era España, y después el partido”.

En las federaciones críticas, el clima general que se sentía este lunes era también de alivio, porque Ferraz dio el paso que todas habían demandado en privado y algunas expresado incluso en público. Entendían que “no tenía mucho sentido” mantener el calendario congresual, porque el escenario ahora es “muy distinto” al que había antes incluso de que el Rey encargara al secretario general formar Gobierno, y que entonces incluso ni se pensaba en un pacto con Ciudadanos, sino que se temía un acuerdo con Podemos y la ayuda de los independentistas. Algunos responsables sí apuntan a que precisamente la próxima entrevista de Pedro Sánchez con Pablo Iglesias motivó la maniobra de Ferraz, ya que el líder necesitaría acudir a esa cita del miércoles desembarazado del problema interno. Otros alertan de que si Díaz ve que se abre la puerta de un Gobierno de coalición con la formación morada, irrumpirá para evitarlo.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias exploran esta semana algún resquicio de acuerdo

En las cúpulas socialistas de Castilla-La Mancha, Extremadura, Asturias o Aragón, defienden que el congreso debería celebrarse una vez que se haya despejado quién ocupará La Moncloa. Es decir, que si hay nuevas elecciones el 26 de junio, el cónclave podría ubicarse en julio o si no, ya a comienzos de otoño. Los citados aparatos regionales sostienen que, eliminada la cita del 20, 21 y 22 de mayo, “no cabe” un congreso, porque enseguida colisionaría con la campaña electoral.

¿Cabe un congreso antes del 26-J?

“Sería una barbaridad que nos metiéramos en eso ahora. No es el mejor momento para Susana. Debe esperar. Otra cosa es que se hubiera mantenido la fecha. En ese caso, no le quedaba más remedio que dar el paso y disputar el mando del partido a Pedro”, asegura un secretario de Organización de peso. “A fin de cuentas, todo va a depender del resultado de esas nuevas elecciones. Si Pedro saca 80 escaños, va a dar igual porque se tendrá que ir. Pero en principio no pondremos objeciones al aplazamiento y a que se celebre el congreso o a principios del verano o ya en octubre”, indican desde el entorno del presidente asturiano, Javier Fernández.

Las federaciones críticas también son partidarias de que el congreso se celebre después de los nuevos comicios, porque "no es el momento" de Díaz

Sin embargo, federaciones como Valencia -cuyo secretario general y 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, es muy cercano a Díaz-, así como dirigentes históricos del PSOE, consideran que no hay que dar por descontado que Sánchez sea automáticamente el candidato el 26-J. En la cúpula valenciana deslizan, por ejemplo, la posibilidad de que el congreso sufra un aplazamiento técnico, de una o dos semanas, de tal forma que arranque todo el proceso una vez que se confirme tanto si hay Gobierno como si España se dirige a sus segundos comicios. Y eso será sobre el 23-24 de abril, para que dé tiempo a que se cumplan los trámites constitucionales. De cualquier modo, la disolución automática de las Cortes, si no se elige presidente antes, se producirá el 2 de mayo.

“Visto lo visto, quizá lo mejor sea ventilar esta batalla cuanto antes mejor y ya está, y lo que conviene ahora es ajustar un pelín los tiempos y punto”, afirman desde el entorno de Puig. “La división interna que tenemos no desaparece por el hecho de que no tengamos congreso. Una vez que sepamos que no hay Gobierno y que nos dirigimos a elecciones, lo lógico es ir a congreso: la única manera de asear la casa es celebrarlo. No solo para elegir líder, sino también para decidir el proyecto, porque para eso este es un congreso ordinario, y ese aspecto es muy importante. Por tanto, podría haber margen”, apunta una dirigente que conoce bien el partido.

Federaciones como Valencia o miembros de la vieja guardia sí creen que habría margen para que se acoplara el cónclave solo unas semanas después

Otro conocido miembro de la vieja guardia indicaba que esa opción de encajar el cónclave antes de una reedición de las generales es posible, y si no habría que ir a primarias abiertas, porque es lo que marcan los estatutos del PSOE. “Y Susana está metiendo el bollo en el horno y cociendo el suyo. O sea, calibrar qué le conviene y qué es posible”, indica esta fuente, uno de los dirigentes que más empujan a Díaz a dar el salto. En esa nómina, fuentes socialistas incluyen también a Alfredo Pérez Rubalcaba, aunque él lo niega tajantemente.

En los próximos días, hasta el comité federal del 2 de abril, se irá perfilando este nuevo capítulo de la batalla sin cuartel que, con mayor o menor intensidad, libran Sánchez y los barones. Por ahora no está convocada ningún reunión previa de Luena con los secretarios de Organización, pero sí se multiplicarán los contactos informales y los críticos redefinirán su estrategia. Igual que Ferraz. La tensión está en el mismo punto que hace meses: la fecha del congreso. Ahora, en la redacción que se apruebe el sábado: si se pospone sine díe o se acota más para apretar las tuercas al secretario general.

PSOE y Ciudadanos reafirman su pacto antes de la cita de Sánchez con Iglesias de este miércoles

Quedan ya horas para la decisiva entrevista entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Y las posiciones continúan inamovibles: ni los socialistas quieren renunciar a su entente con Ciudadanos ni Podemos está dispuesto a abstenerse si se preserva esa alianza.

Más aún, tanto PSOE como C's dieron muestras este lunes de que ese pacto sigue vigente. El jefe de los negociadores de Sánchez, Antonio Hernando, subrayó en 'Los desayunos de TVE' que su líder acudirá a la cita, este miércoles, 30 de marzo, con "la mejor de las disposiciones", aunque dejando claro que la base es el acuerdo con la formación de Albert Rivera.

Por su parte, Miguel Gutiérrez, secretario general de los naranjas en el Congreso, adelantó que en los próximos días ambos partidos presentarán una versión "mejorada" del pacto, tras haber sido "enmendado" después de las reuniones de socialistas y C's con otras fuerzas políticas y colectivos sociales. El nuevo texto, aseguró, contiene cambios, pero no toca el núcleo del acuerdo ni sus principales reformas, que rechaza Podemos.

Susana Díaz no plantará batalla y permitirá a Pedro Sánchez, en el comité federal de este sábado, retrasar el congreso donde se juega su liderazgo. Esa es la versión más respaldada dentro del PSOE, aunque en las últimas horas sigue elevándose la presión y los socialistas andaluces siguen alargando la partida de póquer y evitan mostrar sus cartas. Sería su tercer intento de aterrizar en Ferraz en menos de dos años. Históricos se sumaron a otros pesos pesados como José Luis Rodríguez Zapatero o José Bono, que se inclinan por que Díaz dé un salto al vacío y sea la candidata en caso de que se repitan las generales el 26 de junio. Tendría que abandonarlo todo, incluida la atalaya institucional más importante del partido, la Junta de Andalucía.

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