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El partido de Alvise abre una grieta en Vox y las fugas se duplican en solo un mes
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El partido de Alvise abre una grieta en Vox y las fugas se duplican en solo un mes

Un 16,2% de las personas que optaron por Abascal el 23-J ahora votará al agitador, según el CIS. En abril era el 6,6%. Los votantes de Sumar puntúan igual a su candidata que a Irene Montero y solo un tercio optará por Estrella Galán

Foto: El presidente de Vox, Santiago Abascal, en el Congreso de los Diputados. (Europa Press/Gabriel Luengas)
El presidente de Vox, Santiago Abascal, en el Congreso de los Diputados. (Europa Press/Gabriel Luengas)
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El barómetro preelectoral del CIS otorga al partido de Alvise Pérez un 3,2% de los votos en las próximas elecciones europeas del 9 de junio. La agrupación de electores Se Acabó la Fiesta, como se ha denominado la formación, sería la séptima fuerza en la delegación que España manda a Bruselas, muy cerca de Podemos (3,8%) y de la coalición Ahora Repúblicas, conformada por EH Bildu, ERC y BNG (3,6%). Los comicios europeos son muy dados a este tipo de sorpresas porque todo el país ejerce como una sola circunscripción, lo que da más posibilidades a este tipo de iniciativas, similar a la que ya puso en práctica el empresario José María Ruiz Mateos en los 90.

El principal nicho de votos de la formación que encabeza el agitador sevillano sale de Vox, la formación más próxima en lo ideológico. Según el sondeo dirigido por José Félix Tezanos, el 16,2% de los votantes de Vox en las generales del pasado 23 de julio ahora optaría por esta formación de electores. No es una cifra muy abultada, pero sí llama la atención cómo este dato se ha duplicado en solo un mes. Es el tiempo que ha pasado entre que se elaboró el trabajo de campo para el sondeo sobre opiniones y actitudes sobre la UE, entre los días 9 y 13 de abril, y el preelectoral que se hizo público este jueves y se realizó a partir de 6.434 entrevistas que se desarrollaron entre el 8 y el 17 de mayo.

En el primer sondeo, el trasvase de votantes de Vox del 23-J fue mucho más limitado, del 6,6%. Esto quiere decir que, en números brutos, en abril eran unos 200.000 los afines a Vox que optarían en estas elecciones por acudir a Alvise Pérez, mientras que ahora esa cifra rondaría los 450.000 ciudadanos. A esa cantidad habría que sumar otros 250.000 que resultan del trasvase de votos del PP, que es muy pequeño en términos porcentuales (2,5%), pero que resulta relevante para un partido nuevo. La última vez que se registró una irrupción de esta relevancia fue en 2014, cuando Podemos arañó cinco diputados con Pablo Iglesias a la cabeza tras lograr 1,2 millones de votos en todo el país.

Vox, de momento, no ve una amenaza real en Alvise y centra sus esfuerzos en confrontar con el PP e intentar pescar entre la abstención que caracteriza este proceso electoral. Fuentes de la dirección del partido aseguran que no existe ninguna inquietud y que todo obedece a la cocina de Tezanos. El partido ha situado el votante abstencionista como el gran objetivo, así como desgastar al máximo la "derechita cobarde y estafadora" que representa Alberto Núñez Feijóo. Pero a nadie se le escapa que el avance progresivo del agitador antisistema abre un nuevo horizonte y trastoca en parte el guion trazado por el partido.

Foto: Teresa Ribera, durante un mitin del PSOE en Cádiz. (EP/Nacho Frade)

La formación, aunque no da credibilidad al CIS y no se deja condicionar por las encuestas, no pierde detalle de la evolución de los partidos antes de la cita con las urnas y analiza cada movimiento. Y esto es algo que también ocurre en Génova, donde existe preocupación también por la formación que encabeza Alvise. Los populares admiten que su electorado se siente menos apelado por los comicios al Parlamento Europeo que en otras elecciones y que son más susceptibles de optar por opciones más extravagantes.

Según el sondeo de Tezanos, un tercio de los votantes del PP el 23-J considera que "puede ser conveniente" cambiar el voto en europeas. El dato de los populares respecto a esa posible infidelidad está más o menos en la media (35,5%), pero muy por encima de los socialistas (25,1%). Y también es llamativo el 47,6% de los votantes de Vox, que indica que casi la mitad de quienes optaron por Abascal hace menos de un año, en las generales, cree que sería óptimo coger otra papeleta el 9-J.

La pugna entre Sumar y Podemos

En el espectro de la izquierda también hay una formación preocupada por las fugas, aunque no hacia un partido precisamente nuevo. La fidelidad de voto en Sumar es muy baja también, aunque ha crecido algo en un mes. En abril, el 26,8% de los votantes de Yolanda Díaz el 23-J aseguraron que volverían a optar por la papeleta magenta que encabeza Estrella Galán este 9 de junio. Un mes después, el porcentaje ha subido al 34,8%, pero sigue siendo una cifra muy frugal. Sobre todo si se tiene en cuenta que un 18% iría al PSOE de Teresa Ribera y el 23,2% a Podemos, a la lista que lidera Irene Montero.

La ruptura de Podemos y Sumar, certificada a finales de 2023, ha desembocado en un trío de derrotas en los comicios autonómicos que se han celebrado desde entonces en Galicia, Euskadi y Cataluña. En la tierra de Yolanda Díaz, ambas fuerzas se han quedado fuera del Parlamento; en el País Vasco Sumar salvó los muebles con un escaño en Álava, pero hace 4 años la coalición de Podemos e IU logró 6 asientos en la asamblea de Vitoria. Los comunes han salido algo mejor parados tras perder solo dos escaños después de que los morados decidieran no presentarse.

Los de Ione Belarra lo habían apostado todo a las europeas, conscientes de que el modelo de circunscripción única les favorece. Ninguna encuesta augura un sorpaso a sus viejos socios de Sumar, pero sí dejan claro que el electorado a la izquierda del PSOE se divide entre las dos opciones que se le presentan. Y la candidata elegida por Yolanda Díaz no ayuda a poner distancia. Estrella Galán, activista por los derechos humanos y presidenta de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) recibe casi la misma puntuación entre los votantes de Sumar (6,64) que la que recibe la exministra de Igualdad, principal figura de los morados (6,61). Y ninguna de las dos está muy lejos, entre quienes optaron por la papeleta magenta el 23-J, de la candidata socialista, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera (6,41)

El barómetro preelectoral del CIS otorga al partido de Alvise Pérez un 3,2% de los votos en las próximas elecciones europeas del 9 de junio. La agrupación de electores Se Acabó la Fiesta, como se ha denominado la formación, sería la séptima fuerza en la delegación que España manda a Bruselas, muy cerca de Podemos (3,8%) y de la coalición Ahora Repúblicas, conformada por EH Bildu, ERC y BNG (3,6%). Los comicios europeos son muy dados a este tipo de sorpresas porque todo el país ejerce como una sola circunscripción, lo que da más posibilidades a este tipo de iniciativas, similar a la que ya puso en práctica el empresario José María Ruiz Mateos en los 90.

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