El PP acelera en el Senado para que Illa declare por las mascarillas antes de las catalanas

Génova pone rumbo al supertrimestre electoral con un ritmo in crescendo. El PP espera una subida significativa en las vascas del 21 de abril, importante en los comicios a la Generalitat del 12 de mayo y muy brillante el 9 de junio, cuando los españoles escogen a sus eurodiputados. Para culminar las tres metas ha pisado el acelerador de la comisión de investigación en el Senado sobre los contratos de material sanitario durante la pandemia.

Su mayoría absoluta en la Cámara Alta les permite tener todo el control sobre la lista de comparecientes y las solicitudes de información. Y tienen prisa. La mesa y los portavoces de la comisión se reunieron ayer para aprobar que los grupos deberán registrarlas el próximo lunes. El miércoles se ordenarán los trabajos y se realizarán las primeras citaciones.

El PP pretende tener todo preparado para poder citar al exministro de Sanidad y candidato socialista a la Generalitat, Salvador Illa, antes de las elecciones catalanas. Génova todavía tiene que validar el listado definitivo de personas que llamará a comparecer y en qué momento. Pero en el borrador inicial figuran todos los ministros del Gobierno y dirigentes salpicados por el caso Koldo. Por supuesto el responsable de Transportes, José Luis Ábalos, cuyo asesor más cercano, Koldo García, está en el centro de la trama; su sucesor Óscar Puente; la presidenta del Congreso, Francina Armengol, y el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, expresidentes de Baleares y de Canarias, dos administraciones en las que también hubo contratos. Y, desde luego, también Illa.

El exresponsable de Sanidad es una pieza fundamental para el PP, precisamente, por la competición electoral en Cataluña. Distintas fuentes consultadas coinciden en que la comisión, concebida para debilitar al Ejecutivo por este caso de corrupción, se quiere agilizar para disparar políticamente contra Illa. Pero es Génova quien tiene la última palabra y debe medir los tiempos. Internamente hay un debate sobre si el aspirante socialista, un hombre comedido y bastante didáctico en sus explicaciones, podría verse favorecido tras su intervención ante la comisión de investigación si es convincente y mantiene el tipo. Aun así, para la dirección es obvio que tendrá que desfilar por el Senado, como el resto.

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En uno de los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil aparecen mensajes intervenidos a los implicados con una captura de la entrada en Wikipedia del exministro junto a una frase en la que se asegura que "ha dado el OK". De otras comunicaciones se desprende que Illa podía ser un obstáculo para uno de los contratos, pero, finalmente, había dado su visto su bueno.

En el marcaje a llla, los populares cuentan también con el apoyo de Junts y ERC. El partido de Carles Puigdemont ya ha anunciado que su intención es llamarle a comparecer en el Congreso, donde los socialistas han montado otra comisión de investigación sobre el caso Koldo con el propósito de transmitir que no tienen nada que ocultar y también de erosionar al PP, al ampliar el trabajo a los contratos de las administraciones autonómicas. El objetivo es citar a Isabel Díaz Ayuso y, probablemente, también a Alberto Núñez Feijóo, que entonces estaba al frente de la Xunta de Galicia.

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Sobre lo que hará en el Senado, Junts aún no se ha pronunciado. Aunque fuentes de la formación señalan que "las personas que han tenido responsabilidades en la gestión del covid, deben comparecer". Los populares han transmitido al resto de grupos parlamentarios en la Cámara Alta que escucharán sus propuestas de comparecencias para incluirlas en su propio listado, que es el que se aprobará gracias a su mayoría.

Petición de ERC

También ERC pedirá su comparecencia en la comisión de investigación del Congreso, según confirmaron anoche fuentes de la formación de Oriol Junqueras, aunque ponen en duda que exista margen suficiente como para que el líder del PSC desfile antes de los comicios. Los republicanos también participarán del interrogatorio del Senado. En todo caso, voces de distintos grupos insistían ayer en que si Illa "sale vivo" de la comisión parlamentaria, podría reforzarle ante las urnas.

En cualquier caso, el listado de comparecientes no tiene por qué ser definitivo y es susceptible de ampliación. Por ello, aunque el propio Feijóo aseguró ayer en Antena 3 que no se plantea pedir que acuda la esposa de Pedro Sánchez, por las reuniones mantenidas con Air Europa y con Aldama, porque, dijo, no es "su estilo" ni su forma de "hacer política", fuentes populares aseguran que todo dependerá de si se conocen nuevos datos o de si realmente a lo largo de estos tres meses entienden que le puede venir bien.

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No está descartado, afirman, aunque eso, significaría una "ruptura total" con el Gobierno. El objetivo claro, casi inmediato, verbalizado por el propio Feijóo, es que dé explicaciones el presidente por si puede estar incurriendo en conflicto de intereses, al colisionar el trabajo de su pareja con la gestión económica del Ejecutivo.

A la espera de conocer el nombre de todos los dirigentes de uno y otro partido que deberán pasar por las comisiones de investigación del Congreso y del Senado y de que socialistas y populares concreten hasta dónde están dispuestos a llegar en su lista de comparecientes y su petición de responsabilidades, el trimestre electoral se presenta como uno de los más polarizados en décadas. La convocatoria de elecciones, que tradicionalmente ha supuesto una tregua en los trabajos de las comisiones parlamentarias, obra ahora el efecto contrario. "Había una norma no escrita de que en tiempo electoral las comisiones más duras paraban. Ahora ya no hay normas que valgan", avisan fuentes parlamentarias. Más leña al fuego para abrasar al máximo al adversario.