Zapatero se vuelca en la campaña vasca y catalana para volver a ser el "Obama" de Sánchez

José Luis Rodríguez Zapatero aterriza este viernes en la campaña vasca, con un acto de Irún, y otro mitin más en las dos semanas siguientes. Después, migrará a Cataluña para apoyar también al candidato a la Generalitat, Salvador Illa. La mimetización del expresidente del Gobierno con la actual dirección -es la figura del PSOE que con más ahínco defiende a Pedro Sánchez- y sus esfuerzos para explicar públicamente la gestión del Ejecutivo le han convertido en un miembro más de la caravana electoral del partido.

Al aspirante a la Lehendakaritza del PSE, Eneko Andueza, le respaldará el jueves, en el arranque de la campaña, la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. 24 horas después. Zapatero y Sánchez. Son, en estos momentos, el triunvirato con más tirón electoral entre las bases. Aunque hasta las generales el exjefe del Ejecutivo ocupaba un discreto segundo plano en el universo socialista. Siempre activo, dispuesto a ayudar cuando se le requería, pero sin una agenda tan intensa como ahora.

Fue en las elecciones del 23-J, en las que él mismo se ofreció para participar, cuando de nuevo eclosionó. Tanto, que su contribución se percibe como una de las razones por las que Sánchez obtuvo en 2023 un millón de votos más que en 2019. En Ferraz se reconoce su tirón electoral sin ambages. "Es un expresidente que presta un servicio absolutamente desinteresado por convicción y lealtad", señalan. "Y no es baladí su aportación. Moviliza. Y su apoyo a este gobierno es muy importante. No sólo en las campañas electorales", destacan fuentes del partido.

En el PSOE trazan sobre Zapatero y Sánchez, salvando las distancias, una similitud con el "enorme trabajo que hace Obama por Biden". Ya le ayudó, recuerdan, hace cuatro años para vencer a Donald Trump y ahora volverá a hacerlo. Como Obama, el expresidente socialista también mantiene un contacto activo con el presidente y con su gabinete. En Ferraz y en Moncloa, ratifican fuentes del partido, están "encantados" con su implicación.

Opinión

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"La gente lo quiere y los propios territorios lo llaman", aseguran. Una circunstancia que confirman también en el PSC. En Cataluña, el comité de campaña todavía está cerrando fechas, pero fuentes del partido corroboran que Zapatero es una joya electoral: "Aquí tira mucho".

Socialistas catalanes y vascos tratan de blindarse de la crispación que reina en la política nacional, disparada por las propias convocatorias electorales consecutivas (21 de abril en el País Vasco, 12 de mayo en Cataluña y europeas del 9 de junio) y por la guerra abierta entre el Gobierno y el PP tras el estallido del caso Koldo, los contactos de la mujer de Sánchez con Air Europa y el presunto fraude fiscal de la pareja de Isabel Díaz Ayuso.

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La sensación en ambos territorios es que no tiene por qué afectarles, aunque hay algunas dudas de si puede resultar desmovilizador. La impresión general tanto en Ferraz como en Génova es que este duro cuerpo a cuerpo encuentran "beneficios electorales mutuos". Pero dentro del PSOE también hay quien piensa en que este intenso ruido puede favorecer la abstención del electorado de izquierdas.

Fuentes del PSE se muestran convencidas de que "la participación irá subiendo conforme se acerquen las elecciones" y que el clima nacional no provocará efectos adversos. En la misma línea, otras fuentes apuntan que "en general, los comicios vascos son muy autonómicos y discurren con mucho respeto entre los candidatos".

La misma opinión exhiben en el PSC donde alejan también esa posibilidad de contaminación, por la propia singularidad del debate político en Cataluña, muy marcado por la década del procés, la amnistía, la competición de los partidos independentistas y el deseo de la sociedad catalana de "pasar página". "Lo que hay dentro de la M-30 se queda en la M-30", defienden fuentes del socialismo catalán.