El PP abre la puerta a ejercer acciones penales contra Armengol por la compra de mascarillas

En el PP tienen sed de venganza. Casi seis años después de la moción de censura que derrocó a Mariano Rajoy por el caso Gürtel, la sombra de la corrupción se posa ahora en el bando contrario. Los 11 días que han pasado desde que trascendió la detención de Koldo García, adelantada por El Confidencial, han sido todo un calvario para los socialistas. Ferraz intentó taponar la hemorragia con el "sacrificio político" de José Luis Ábalos, pero la herida se ha hecho más profunda con el paso de los días. El cerco se estrecha sobre el círculo más cercano al inquilino de la Moncloa por los contratos irregulares que se firmaron durante la pandemia, y Génova espera en la retaguardia con el lanzallamas encendido.

Los populares creen que Sánchez está "acorralado" no solo por la investigación judicial del primer caso de corrupción bajo su mandato, sino por la fractura interna que se abre por primera vez en las filas de los socialistas por la salida de José Luis Ábalos, "el primer sanchista", y las "respuestas" que el exministro de Transportes se guardó y que podrían desestabilizar aún más la frágil cohesión interna. En su tournée mediática, el diputado, ahora en el Grupo Mixto, señaló de forma directa al "quebranto para las arcas públicas" de los contratos de mascarillas que Francina Armengol firmó en Baleares. Los populares advierten: "Si Francina cae, están acabados". Y usarán todas las vías a su alcance, sin descartar la vertiente jurídica.

Génova ve dos piezas de caza mayor para intentar dar la estocada final al presidente del Gobierno. La primera es Begoña Gómez, su mujer, a la que se plantean citar a declarar en su comisión de investigación en el Senado —donde cuentan con mayoría absoluta— por sus reuniones con Víctor de Aldama en 2020 y por el patrocinio que recibió de Globalia, holding propietario de Air Europa, justo antes de que el Gobierno rescatase a la aerolínea con 615 millones de fondos públicos. Como recordó el portavoz nacional de los populares, Borja Sémper, Sánchez tenía "la obligación" de abstenerse en esa decisión del Consejo de Ministros porque le afectaba, "de una forma u otra", desde un aspecto "personal".

Pero la segunda pieza, más importante por su cargo público y, sobre todo, por su condición de tercera autoridad del Estado, es Francina Armengol. Los populares sitúan a la presidenta del Congreso como la carta clave para tumbar todo el castillo de naipes del Ejecutivo. Y separan su caso al de otros de los salpicados ministeriales por la trama, como Salvador Illa, Fernando Grande-Marlaska e, incluso, Ángel Víctor Torres. Porque, en su caso, apuntan, hay "documentación oficial acreditada" que es "constitutiva de delito". Se refieren al informe que demuestra que el Govern balear avaló a la empresa investigada, Soluciones de Gestión, cuando ya sabía desde hacía dos meses que sus mascarillas eran defectuosas, lo que ayudó a la presunta organización criminal a seguir consiguiendo contratos públicos durante la pandemia.

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Génova salió en tromba este viernes a exigir la dimisión de Francina Armengol, pero el PP se abre también a emprender acciones penales contra la presidenta del Congreso si esta no da explicaciones o asume su responsabilidad política con su dimisión. Es la misma vía que valoran también en el Ejecutivo presidido por la popular Marga Prohens, donde confirman que la vía penal es una opción que "se valorará" una vez el juez acepte su participación en el caso como parte afectada. El magistrado Ismael Moreno ya ha aceptado la personación de los populares en la causa, lo que les permitirá acceder al sumario y usarlo para edificar su armazón político y jurídico.

"La tercera autoridad del Estado no puede estar bajo sospecha, y debe irse para preservar el decoro de la institución que preside. Además de responsabilidades políticas, analizaremos las que pueda haber en el plano jurídico", apuntaron este viernes fuentes de la dirección. Feijóo evitará quemar todas las naves de golpe, e irá desgranando su estrategia de oposición poco a poco. La prioridad ahora se centra en las explicaciones "urgentes" por parte del Ejecutivo y en la asunción de responsabilidad en el caso de Armengol. Pero no tardarán en poner el foco en el flanco penal y en la implicación de otros ministros, como Fernando Grande-Marlaska. "Esto va para largo", añaden.

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El caso de Armengol tiene la peculiaridad añadida de que el lote de mascarillas defectuosas que adquirió por 3,7 millones de euros se sufragó con cargo a los fondos europeos. No solo avaló a la empresa investigada al acreditar el 12 de agosto de 2020 que el pedido era "satisfactorio", sino que tardó tres años en reclamar el dinero a la trama y solo después de que interviniera la Fiscalía. El PP enfatiza que estas "irregularidades" tendrán recorrido en Bruselas, que ya ha enviado datos de la trama a la oficina antifraude europea.

"Están de barro hasta el cuello"

La dirección del PP ha aparcado toda su agenda para volcar todos sus esfuerzos en cavar la tumba política del Ejecutivo. La amnistía ha pasado a un segundo plano en los maitines del 13 de Génova, donde saborean la "desesperación" de los socialistas por intentar desviar el foco hacia las filas de los populares. La alusión que hizo Koldo García durante una conversación con Juan Carlos Cueto, presunto cerebro de la trama, sobre una supuesta reunión con el dirigente a principios de enero ha servido de munición al PSOE para tratar de achicar el agua. "Si tienen que recurrir a eso, es que están de barro hasta el cuello", valora un dirigente de la cúpula.

El "clavo ardiendo", como lo definen en Génova, al que se ha aferrado el PSOE no genera preocupación alguna en el partido. "¿Pero en qué cabeza cabe que Miguel Tellado vaya a reunirse con Koldo García para ayudar a Armengol?", reiteran. En la dirección popular apuntan a que, en el momento en que se produjo el pinchazo telefónico, el exasesor de Ábalos ya sabía que estaba siendo investigado e intentó "encender el ventilador" para embarrar la investigación y dirigirla hacia el PP. Lo comparan con el presunto soplo policial en el caso Faisán, y suman este asunto al listado de explicaciones para conocer "quién dio el chivatazo" a Koldo García.