Ferraz rebate que engorde al nacionalismo: "La fábrica de independentistas es el PP"

La defensa de una España plural, que políticamente representa el Gobierno de coalición del PSOE y Sumar, sustentado en el Congreso con una amalgama de fuerzas territoriales, ni está ayudando a engordar el nacionalismo ni tiene relación con el aumento del voto del BNG. La Ejecutiva Federal del PSOE, con Pedro Sánchez al frente, ha hecho esta mañana la primera valoración seria del resultado de las elecciones gallegas y estos conceptos quedan orillados de su análisis.

La voluntad de Ferraz es hacer autocrítica después del trompazo del PSdG, que ha pasado de 14 a 9 diputados, su peor dato histórico, se ha visto arrasado por el BNG, que escala de 19 a 25, y apenas ha hecho temblar la mayoría absoluta del PP (de 42 a 40). Pero en su lectura no figura que sus propias alianzas con partidos nacionalistas o independentistas haya contribuido a blanquear la imagen del BNG.

Esta idea no forma parte del debate. Según aseguran fuentes del partido, "la mayor máquina de fabricar independentistas sigue siendo el PP". La dirección se agarra a que el PSOE continúa teniendo un "papel vertebrador" en España y que, a diferencia de lo que le sucede al PP en Cataluña y Euskadi, ellos no son "residuales" en ninguna autonomía.

Como avanzaban ya anoche, no creen que la amnistía haya sido un factor con influencia, ni para el PSOE ni para el PP, pese a la "metedura de pata" de reconocer las conversaciones con Junts sobre este asunto y la posibilidad de un indulto a Carles Puigdemont. Y tampoco ven que la debilidad mostrada por los socialistas este 18-F pueda tener alguna repercusión en las negociaciones con Junts sobre la ley, que no ha podido ser aprobada a la primera por las exigencias del expresidente catalán.

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EC/Agencias

Ferraz circunscribe todo lo que sucedió el domingo a la ausencia de un proyecto sólido en Galicia que, destacan, se debe impulsar ahora con una perspectiva a "medio y largo plazo". Esta es la explicación en la que más ha abundado esta mañana la portavoz de la dirección, Ester Peña, en su comparecencia ante los medios. "Necesitamos tiempo para permear en la sociedad gallega". "Al PSdG le ha ido bien cuando ha repetido candidato".

Los socialistas aluden desde anoche a la continuidad de José Ramón Gómez Besteiro como "líder natural" del socialismo gallego, con la tarea pendiente de levantar un proyecto "galleguista, socialdemócrata y moderno". A pesar de que el secretario general todavía es Valentín González Formoso. En la cúpula no aclaran si están pensando ya en un congreso próximo y ungir a Besteiro con plenos poderes. Pero se insiste en lanzar mensajes para evitar las guerras internas: "Ni un minuto para mirarnos los unos a los otros".

La verdad es que públicamente la hecatombe gallega se está viviendo sin ningún dramatismo sobre la tesis de que "se ha votado en clave territorial". "Nunca llovió que no escampase", manifestó la portavoz. La dirección hasta deja entrever cierto reconocimiento de la resistencia del liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, a quien pretendían tumbar con una derrota este domingo.

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"No se han movido las piezas y el PP necesitaba una alegría", admitió Peña, aunque a continuación añadió que "ha perdido base electoral", porque el bloque de izquierdas (fundamentalmente por la subida del BNG) ha ganado tres puntos frente al de derechas. "Pero el resultado no es bueno y lo hemos dicho desde el principio", incidió.

Aunque disimulado, hay un reconocimiento implícito de que las cosas se han hecho mal en Galicia, no ahora (por eso Ferraz no asume ninguna responsabilidad propia), sino desde hace muchos años con el sacrificio de un candidato tras otro y la falta de un proyecto propio. La portavoz aludió al refrán "la tierra para el que se la trabaja", en referencia a la labor sobre el territorio que ha hecho el BNG, que además supo moderar la imagen de Ana Pontón.

A su pujanza y una movilización de la derecha en los últimos días, que demuestra la "resiliencia" del PP en Galicia, atribuyen lo que sucedió el 18-F. A falta de si Ferraz escarba más o se conforma con estas primeras observaciones superficiales.