Feijóo apela a los electores del PSOE, un "telonero" del BNG: "Experimentos, con gaseosa"

Alberto Núñez Feijóo apura los últimos compases de la campaña para imprimir un único mensaje: PP o "procés gallego". La polémica de los indultos a Puigdemont, que ha agitado el esprint final de Galicia ha desaparecido del discurso político del líder popular, que se centrará ahora en intentar atraer a los votantes moderados del PSOE contrarios a un proyecto independentista capitaneado por el BNG. Fue el mensaje central de Feijóo en el antepenúltimo día de campaña. "El PSOE no sale para que se cumpla su programa ni su proyecto. Sale de telonero del BNG, un telonero cada vez más escaso y raquítico", lamentó.

El presidente de los populares ha priorizado una ruta por la Galicia más rural para peinar hasta el último rincón ante la previsión de que las urnas arrojen un escenario "ajustado" el próximo domingo. En Pobra de Trives, localidad de poco más de 2.000 habitantes, Feijóo verbalizó la intención del PP de pescar en el posible hundimiento del PSOE para evitar que ese voto vaya bien a un BNG al alza, bien a la abstención. El líder popular exhibió su propia gestión al frente de la Xunta, que mantuvo durante cuatro legislaturas, para advertir de los riesgos de una etapa con el nacionalismo al frente. "Experimentos, con gaseosa (...). Las aventuras, para el cine", ejemplificó.

Los populares se lanzan en la recta final a plantear la cita ya no como una dicotomía entre el PP o Sánchez, a pesar de que Alberto Núñez Feijóo planteó desde el principio la cita con las urnas en Galicia como un primer plebiscito contra el jefe del Ejecutivo, con la amnistía como telón de fondo. Ahora el mensaje prioritario es otro. Lo que está en juego el domingo, reiteró Feijóo, es elegir únicamente entre el PP o el BNG. "Votar al PSOE es votar al BNG (...). Ahora hay muchas más razones para darnos esa mayoría", reiteró.

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Aunque no lo mencionó, en la dirección del partido apuntan a que el mensaje de los últimos días no será solo apelar a los votantes del PSOE, sino también a los de Vox. Como publicó El Confidencial, existe inquietud en las filas de los populares por la posibilidad de que los restos de Vox puedan tensar la mayoría absoluta de Alfonso Rueda. La fragmentación del voto "preocupa" en el PP, porque podría provocar que perdiesen el último escaño en favor de la izquierda en provincias como A Coruña o Pontevedra.

"Se piense lo que se piense, votar a cualquier partido que no sea el PP es votar al nacionalismo", subrayó Feijóo en Ourense, que se propuso superar el 50% de los votos en esta provincia para asegurar la mayoría absoluta. Fuentes de Génova apuntan a que el mensaje del voto útil puede calar en los últimos días de campaña por la posibilidad de que Alfonso Rueda se quede a las puertas de la mayoría absoluta. El temor a ese escenario se ha agigantado en los últimos días a cuenta de la polémica revelación de que Génova estudió el encaje legal de la amnistía tras ofrecérselo Junts y, además, valora un indulto condicionado como posible salida para apagar la tensión en Cataluña.

Génova ha jugado sus cartas para tratar de sofocar un incendio que ha desconcertado a todo el partido en mitad de una campaña crucial. La dirección del PP ha tratado de recuperar el control desplegando una ofensiva contra el Ejecutivo por la "nefasta gestión" de Marlaska tras la tragedia en Barbate y señalando a Sánchez por la promesa que Félix Bolaños verbalizó este miércoles: habrá una "amnistía integral" para todos los encausados del procés, incluido Carles Puigdemont.

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El propio líder del PP, movido por la fuerte presión interna, endureció su discurso en las últimas horas para tratar de zanjar el debate. Si el sábado habló de "reconciliación" para aquellos que "rompieron el Estado de derecho" y el domingo justificó que no valoraba los indultos porque "no se daban las condiciones", el lunes cambió el paso. "Ni acepto los indultos, ni los aceptaré". Sin matices. El martes tiró de ironía y encuadró la polémica en "insidias" y "calumnias". Y este miércoles, el debate desapareció del argumentario, mientras el partido llama a "apretar". Perder la Xunta tendría consecuencias imprevisibles, sobre todo para el propio Alberto Núñez Feijóo.