Es noticia
Desconcierto en el PP ante las "confesiones" sobre el indulto a Puigdemont a días de las elecciones del 18-F
  1. España
Temor al impacto en la campaña gallega

Desconcierto en el PP ante las "confesiones" sobre el indulto a Puigdemont a días de las elecciones del 18-F

Altos cargos lamentan que se "llegase tan lejos" con Junts: "Llevamos meses sacando a los españoles a la calle contra la amnistía"

Foto: Feijóo, en un mitin este fin de semana. (Europa Press/Carlos Castro)
Feijóo, en un mitin este fin de semana. (Europa Press/Carlos Castro)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

"Voy a ser claro y contundente". Así empezaba sus declaraciones ante los medios ayer Alberto Núñez Feijóo. La misión casi imposible era matizarse a sí mismo. "Dije y digo que no a ningún indulto porque no se da ninguna condición para un posible indulto", enfatizaba el líder del PP para echar agua al vino después de que en un almuerzo con periodistas reconociese que hubo contactos con Junts, que durante 24 horas se valoró la amnistía y que el indulto era aceptable dentro del marco de una política de reconciliación en Cataluña. En el partido, escuchaban con atención. Desde la madrugada del domingo, los chats internos eran un hervidero: "¿Qué está pasando?". La sensación más compartida era el desconcierto, pero también había enfado. ¿Por qué Génova desvelaba esos datos en plena campaña de las gallegas?

Las teorías ante la incredulidad fueron sucediéndose. En la formación conservadora hay quienes sostienen que la estrategia era adelantarse a Carles Puigdemont. "Una voladura controlada", ante el temor a que el expresidente catalán forjase su propio relato sobre las conversaciones que hubo durante el mes de agosto en los próximos días. La alarma habría saltado tras la carta del fugado con aquel enigmático: "Todo se sabrá". Los menos benévolos hablan de "error de principiante" y señalan al equipo que rodea al gallego por no haber medido las consecuencias. En la mañana del sábado, ya empezaron a sonar las alarmas en el gabinete de Feijóo, pero el "desastre" era imparable.

"Llevamos meses sacando a los españoles a la calle contra la amnistía, denunciando los pactos de Sánchez con Junts y ahora hablamos de indulto. Nuestra gente debe de estar alucinando", lamentan desde los territorios, donde incluso los barones más prudentes se muestran contrariados. Feijóo había compartido con algunos presidentes autonómicos el contenido de las negociaciones con los neoconvergentes, pero hasta los que fueron informados reconocen que nunca se les planteó que se había llegado "tan lejos". Desde Génova, se explicó a quienes preguntaban que se había "sacado de contexto" la "charla" con los periodistas. Aclaran que nunca se ligó indulto a investidura. El paso siguiente fue dar la orden de difundir a través de los perfiles en las redes sociales las aclaraciones del jefe.

La crítica interna surge tanto por los tiempos como por el fondo. En cuanto a lo primero, hay preocupación por cómo puede repercutir en la última semana de campaña de las gallegas. El BNG está disparado y en las encuestas internas el PP está estancado. La mayoría absoluta es posible, pero no está garantizada. Cualquier traspié puede ser "letal", advierte un veterano, que teme que haya un trasvase de voto a Vox. Los populares necesitan cada sufragio. Si la ultraderecha capitaliza la polémica y logra un escaño, tendrán que pactar para mantener la Xunta. Abascal no dudó ayer en hablar de "gigantesca estafa para el electorado". La otra opción es que los votos se pierdan y la división en la derecha acabe pariendo una coalición BNG-PSOE.

Foto: Feijóo esta mañana en Ferrol. Efe/Kiko Delgado

Hay coincidencia en que la amnistía no es una de las "principales preocupaciones" de los españoles, pero sí puede penalizar a Alfonso Rueda el giro de guion. "Decíamos una cosa en público y hacíamos otra en privado", afirman cargos del partido, que temen que si se pierde Galicia, el PP caiga en una deriva de ruido interno similar a la que acabó con Pablo Casado. El 23 de febrero se cumplirán dos años. Los barones no quieren ni recordar la efeméride. Habrá cierre de filas con Feijóo en público, y en privado se pedirá "autocrítica" a la dirección nacional por una "nefasta gestión". "Llevamos enredados desde verano con lo de Junts y confesamos en puertas de unas elecciones", manifiesta con desasosiego un alto cargo.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, será entrevistada este lunes en La mirada crítica. Su postura con Junts siempre ha sido dura. Es de las que, junto con el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, desaprueban cualquier diálogo con los de Puigdemont. En el partido hay expectación, porque aseguran que "se la han dejado botando". La baronesa no entrará en el choque. Ahora, la prioridad es aupar a Rueda para conservar el feudo popular.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto a parte de su grupo parlamentario en el Congreso. (Europa Press/Fernando Sánchez)

El fondo de las declaraciones de Feijóo es "preocupante" para parte del PP, que ve en el rechazo a la amnistía una cuestión de principios. "No se puede valorar ni 24 horas ni un minuto", se quejan los que sienten que se "ha engañado" a las bases. El argumento de los populares, señalan desde la formación conservadora, no ha sido solo una cuestión de inconstitucionalidad, sino que la medida de gracia representa un "privilegio" para aquellos que "atentaron" contra el Estado.

En la incongruencia, ha encontrado el PSOE una baza. Hasta Emiliano García-Page, al que se ha acusado desde la Moncloa de "trabajar para el PP", salió ayer en tromba contra su "amigo" Feijóo y tachó de "inexplicable" e "indefendible" que "se negociara con el Código Penal" para conseguir el apoyo de Puigdemont a la investidura del gallego. Los socialistas no van a soltar la presa, convencidos de que en siete días pueden volver a obrar el milagro, como en las generales. "Otra vez en la última semana", recuerdan también en el PP, donde planea el fantasma del 23-J.

"Voy a ser claro y contundente". Así empezaba sus declaraciones ante los medios ayer Alberto Núñez Feijóo. La misión casi imposible era matizarse a sí mismo. "Dije y digo que no a ningún indulto porque no se da ninguna condición para un posible indulto", enfatizaba el líder del PP para echar agua al vino después de que en un almuerzo con periodistas reconociese que hubo contactos con Junts, que durante 24 horas se valoró la amnistía y que el indulto era aceptable dentro del marco de una política de reconciliación en Cataluña. En el partido, escuchaban con atención. Desde la madrugada del domingo, los chats internos eran un hervidero: "¿Qué está pasando?". La sensación más compartida era el desconcierto, pero también había enfado. ¿Por qué Génova desvelaba esos datos en plena campaña de las gallegas?

Alberto Núñez Feijóo
El redactor recomienda