El Prado no es el Museo Británico, pero el Gobierno quiere revisar su pasado colonial

El Museo del Prado no es el Museo Británico, ni tiene como obra estrella un elemento procedente del expolio, como ocurre con los frisos del Partenón, envueltos en una polémica porque Grecia los quiere en Atenas y Londres no tiene intención de devolverlos. Pero en el Gobierno consideran —y lo consideraban antes de la llegada de Ernest Urtasun al Ministerio de Cultura— que es necesario revisar las colecciones estatales para sacarlas del "marco colonial". El caso de los mármoles atenienses no responde exactamente a una relación colonial, pero el debate que recorre Europa también está en España y va camino de alimentar otra disputa política.

El titular de Cultura defendió en el Congreso este lunes que hay que estudiar las colecciones de los 17 museos estatales para superar "el marco colonial" y también prácticas ancladas "en inercias de género o etnocéntricas". Urtasun no aludió a expolios concretos, pero sí a esa necesidad de mirar los fondos de los museos del país para "establecer espacios de diálogo e intercambio que nos permitan superar este marco colonial". Y esto es algo que ya impregna las programaciones de los museos de América o Nacional de Antropología. Pero para el PP se trata de "un debate importado de otros países". "O desconoce la historia de España o le ciega el activismo woke", apunta Borja Sémper, vicesecretario de Cultura de los populares y miembro de la comisión en la que Urtasun hizo este anuncio.

El propio ministro apuntó que se trata de una práctica que ya tiene precedentes en España y en Europa y que responde a las "recomendaciones internacionales de organismos como el Consejo Internacional de Museos (ICOM)". "Los museos responden a los debates de su tiempo", apuntaba Urtasun. Y esto es algo que el director del Museo de América, nombrado el pasado mayo, ya avanzaba. Andrés Gutiérrez Usillos, que dirige la entidad con sede en Madrid, defendió la creación de una comisión para revisar los museos. Todo ello, a pesar de que el anterior ministro, Miquel Iceta, se mostró reacio a esta posibilidad y se preguntó en la misma comisión de Cultura: "¿Cómo se descoloniza un museo?".

"Es muy necesario, aunque es algo que ya se planteaba", explica Benito Navarrete, catedrático de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid y comisario de la exposición Herrera el Mozo y el Barroco total, que pudo verse en el Museo del Prado entre abril y junio de 2023. Según este experto jerezano, que ha colaborado con administraciones de distinto signo político, el gran museo estatal "está siendo avanzado" en este tipo de iniciativas bajo la dirección de Miguel Falomir. "Ya ha redefinido la colección en varios aspectos y ha dado cabida a la otredad, a la mirada del otro", apunta el profesor Navarrete, que también alude a revisiones "desde el punto de vista del lenguaje inclusivo o de género".

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Un ejemplo de esta apuesta por revisar la "visión eurocéntrica o etnocéntrica", para Navarrete, fue la exposición Tornaviaje. Arte iberoamericano en España, que expuso en el Prado obras americanas conservadas en España "que se integraron en nuestra cotidianeidad (...) aunque a veces hayan perdido memoria de su origen", reza la descripción de la muestra en la web del Prado. El objetivo de esta exhibición, que abarcó el otoño de 2021 y el invierno de 2022, era "paliar esa laguna" que el museo que dirige Falomir "había ignorado hasta ahora".

A nivel autonómico, también hay experiencias en la materia e incluso bajo administraciones gobernadas por el PP, como es la Junta de Andalucía. El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) colaboró en la organización de la jornada técnica Descolonizar la educación a través de nuestros museos y sus patrimonios: la experiencia del proyecto europeo Echoes, que se celebró en Sevilla el año pasado. En esa sesión, se abordaron cuestiones como la musealización "de patrimonios de origen colonial" en museos de Lisboa y Río de Janeiro y se hicieron preguntas como "¿qué lugar y voz conceden a las memorias subalternas?" o "¿podemos hablar de historia única o de historia pacificada?".

"No estamos en la misma situación que otros países, pero no se puede ignorar", matiza Benito Navarrete, que recuerda cómo el Gobierno de Emmanuel Macron en Francia encargó un estudio a un economista senegalés y un historiador del arte francés para revisar el extenso catálogo de arte colonial que almacena el país vecino. El informe recomendó en 2018 proceder a la devolución de obras de arte, algo que también se plantea en España, a pesar de las distancias, para analizar qué obras fueron adquiridas "de forma poco ortodoxa o son consecuencia directa de una visión colonial", en palabras del profesor de la Complutense.

El experto andaluz sí reclama una "vertebración territorial" en los museos nacionales. Y recuerda que los museos bajo gestión de las comunidades autónomas son de titularidad estatal. "Es necesaria una verdadera red de museos nacionales, donde se hagan exposiciones comunes y los directores de los museos se reúnan con presupuesto del Ministerio de Cultura", expone Navarrete, que se queja de que es algo que no han hecho ni los gobiernos del PSOE ni los del PP. Y ahora, a pesar del debate territorial y sus aristas, espera que se aborde bajo el mandato de Ernest Urtasun. Hay que recordar que el dirigente de Sumar defendió la idoneidad de la "descentralización" del Museo del Prado.

El PP habla de "caricatura"

"Desde que llegó, utiliza la política cultural como arma arrojadiza", denuncia Borja Sémper, responsable del PP en asuntos culturales, que critica al ministro por utilizar "el trazo grueso para generar polémica por algo que ha sido absolutamente pacífico". El dirigente popular acusa al ministro de "repetir mantras" e insta al Gobierno a explicar "en qué y de qué manera avalan la cultura colonial" las colecciones de los museos estatales. "No hay ni una sola expresión artística que avale lo que el ministro dice que pretende erradicar", zanja el vicesecretario del PP y portavoz de Génova.

"Esa España y esos museos solo existen en su imaginación", espeta el político vasco, que cree que el ministro hace "una caricatura ridícula" mientras que la cultura iberoamericana parte de "la igualdad y la fraternidad" y es heredera de "nuestra historia y unos lazos que siempre se han manejado en términos de respeto". Sémper pone distancia entre el discurso de Urtasun y casos como el de Bélgica, "una potencia colonizadora que aplastaba y que poco tiene que ver con la experiencia española de ultramar". El actual rey de los Belgas, Felipe, pidió perdón por los abusos coloniales de su antecesor Leopoldo II en el Congo, algo que también ha hecho Alemania por el genocidio en Namibia.