Under Grass: 15 ultras del Espanyol, citados por la invasión que frustró la fiesta del Barça

El Juzgado de Instrucción número 5 de Cornellà de Llobregat (Barcelona) ha citado a declarar los próximos 12 y 13 de marzo a 15 radicales del RCD Espanyol que fueron detenidos por invadir el RCDE Stadium tras el partido del equipo blanquiazul contra el FC Barcelona en la jornada 34 de la pasada temporada de Primera División. Otro investigado por los mismos hechos declaró ya en mayo, según las diligencias, a las que ha tenido acceso El Confidencial.

El instructor del procedimiento atribuye a los encausados un delito leve de lesiones por provocar supuestamente heridas de pequeña consideración a tres vigilantes privados de seguridad; un delito de daños por causar desperfectos en el RCDE Stadium tasados en 32.110 euros y en una cámara del operador audiovisual Mediapro valorados en otros 36.642 euros, y, por último, un delito de desórdenes públicos.

El sumario del caso, bautizado con el nombre de Under Grass (bajo el césped, en castellano), revela que los Mossos d'Esquadra también han identificado a otras 37 personas que participaron en la invasión. Para ello, los investigadores utilizaron las imágenes de la retransmisión del partido en televisión y de la señal captada por las cámaras de seguridad de la propia LaLiga, que está personada en el caso como acusación.

Posteriormente, cruzaron esos vídeos con la base de datos de socios del Espanyol y la información de los tornos del control de acceso al RCDE Stadium de aquel encuentro. Los Mossos afirman que la mayoría de los investigados pertenece al colectivo La Canito, un grupo ultra que ocupa habitualmente los asientos posteriores a la portería de Gol Norte, aunque también se registraron algunos desperfectos en la zona de Gol Sur.

Victoria y título

La invasión se produjo justo después del pitido final. El Barça se llevó el derbi catalán con un resultado de 2-4. Los tres puntos convirtieron matemáticamente al conjunto blaugrana en campeón de la Liga 2022-23. Sus jugadores comenzaron entonces a festejar el título en el centro del campo de su eterno rival en Cataluña. Por contra, la derrota había dejado al Espanyol al borde del descenso a Segunda División a falta de solo cuatro jornadas para acabar la competición, como terminó sucediendo.

"Desde el inicio del partido, los ánimos de los aficionados [locales] fueron creciendo en crispación y malestar a causa del resultado que se estaba dando", reflejan los Mossos en uno de los informes incorporados al sumario. "En la mitad del partido, el FC Barcelona ganaba 0-3 y muchos de los aficionados gritaban al RCD Espanyol para quejarse de la actitud de los jugadores, a la directiva del equipo por la situación deportiva del club y a los jugadores del FC Barcelona".

Los Mossos apuntan que, antes de que terminara el encuentro, ya se habían situado junto al césped "un número importante de aficionados, a muy poca distancia de la portería del FC Barcelona, dando golpes con las manos y los pies a las vallas de publicidad electrónica".

"A la finalización del partido", prosigue la policía autonómica, la celebración del Barça "hizo que el ambiente en el estadio se volviera más hostil, hasta el punto de que gran parte de los aficionados ubicados en el Gol Norte comenzaron a romper las vallas que limitan con el terreno de juego. En ese momento, los jugadores del FC Barcelona huyeron a la carrera al interior del túnel de vestuarios".

Las imágenes dieron la vuelta al mundo. Los Mossos aseguran que algunos radicales lograron acceder a los primeros tramos del túnel de vestuarios, aunque efectivos antidisturbios de la policía autonómica y vigilantes de seguridad privada evitaron que el episodio, que duró aproximadamente unos ocho minutos, se saldara con consecuencias más graves.