Un árbitro de Primera revela a la Guardia Civil que los colegiados pagaban en negro al hijo de Negreira

Un actual árbitro del VAR que pitó en Primera División entre 2014 y 2022, el aragonés Santiago Jaime Latre, declaró a los investigadores del caso Negreira que algunos colegiados pagaban en efectivo al hijo del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), Javier Enríquez Romero, a cambio de supuestos servicios de coaching o asesoramiento, según refleja el sumario del caso, al que ha tenido acceso El Confidencial.

El propio Jaime Latre contrató a Enríquez Romero para que supuestamente le ayudara a mejorar su desempeño sobre el campo. En las diligencias que instruye el titular del Juzgado número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, figuran siete transferencias de 200 euros desde una cuenta de Jaime Latre a otra del hijo de Negreira. El pasado 27 de julio, en dependencias de la Guardia Civil en Madrid, el colegiado admitió que efectuó esos abonos.

A preguntas de los agentes, Jaime Latre explicó que necesitaba un coach y recurrió a Enríquez Romero, tras haberlo conocido en las reuniones técnicas que organizaba periódicamente la RFEF para los árbitros. El hijo de Negreira intervenía en esos foros como ponente. Todo el mundo sabía que su padre era el número dos del estamento. Lo supo "desde el primer momento, porque el colectivo es relativamente reducido y eran concentraciones en las que estaban todos los árbitros", aseguró.

Cuando decidió contratar a un asesor, lo llamó a él. "Sabía cómo trabajaba, conocía a otros compañeros que lo habían contratado y, como no conocía a otras personas que se dedicasen al coach, pues decidió contratarlo", recogió la Guardia Civil.

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El sumario demuestra que, efectivamente, otros árbitros de Primera y Segunda División también hicieron pagos entre 2016 y 2019 al hijo de Negreira por teóricos servicios de coaching. Se trataría de Javier Alberola Rojas, David Medié Jiménez, Óliver de la Fuente Ramos, Iñaki Vicandi Garrido, Carlos Calderiña Pavón y Álvaro Moreno Aragón.

Entregas sin dejar rastro

Sin embargo, Jaime Latre desveló que otros compañeros habrían pagado a Enríquez Romero sin dejar ningún tipo de rastro bancario. Uno de los asistentes habituales del colegiado, el línea José María Carrera García, del colegio catalán, le confesó que pagaba al hijo de Negreira con dinero en efectivo. Según Jaime Latre, el propio "Javier Enríquez le comentó que mucha gente le pagaba en efectivo".

Además, de la declaración de este testigo se desprende que esas colaboraciones se producían sin contratos de prestación de servicios ni facturas. El propio Jaime Latre habría realizado las siete transferencias al hijo del dirigente del colectivo arbitral sin firmar ningún documento que explicitara la naturaleza de esas entregas.

El pasado septiembre, el juez Aguirre ya apuntó que los pagos a Negreira habrían provocado una "corrupción sistémica" en el mundo arbitral. Los testimonios conocidos ahora apuntalan las sospechas del magistrado y revelan varios conflictos de interés que operaban simultáneamente y en diferentes direcciones.

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Se da la circunstancia de que, mientras los árbitros contrataban a Enríquez Romero como coach, este también estaba cobrando del FC Barcelona. En concreto, Negreira y su hijo recibieron al menos 7,6 millones de euros del club catalán entre 2001 y 2018 por supuestos informes sobre colegiados y, sobre todo, por garantizar que los arbitrajes al Barça eran "neutrales".

Resulta que muchos de los árbitros de los que informaba Enríquez Romero eran a la vez sus clientes. Y, por si fuera poco, la trayectoria deportiva de esos colegiados dependía de la valoración que emitiera su padre sobre ellos desde la vicepresidencia del CTA, máximo órgano rector de los árbitros en España.

Traslados al Camp Nou

Jaime Latre admitió a los agentes que también era habitual que Enríquez Romero recogiera a los colegiados que se desplazaban a Barcelona para pitar al Barça y los acompañara hasta el Camp Nou. "Le llamaba la mañana del partido, le decía que se acercaba al hotel [donde estaba alojado], tomaba un café y le llevaba al campo", anotó la Guardia Civil. "No era posible declinar esa oferta porque se trataba del hijo del jefe".

El supuesto coach trasladó al árbitro aragonés al Camp Nou en al menos dos "coches de lujo (...) que llamaban la atención". Lo mismo ocurría con el resto de colegiados que se desplazaban a la Ciudad Condal para pitar al Barça. Enríquez Romero entraba a los estadios con los árbitros y se colaba hasta los mismos vestuarios.

Como adelantó El Confidencial este miércoles, los árbitros que se desplazaban a Barcelona también solían cenar con Negreira en un restaurante de su pareja sentimental e incluso se iban con él de karaoke. Otro testigo, el excolegiado Alfonso Pino Zamorano, manifestó que vio a Negreira en uno de esos karaokes en compañía de "varios equipos arbitrales".

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Jaime Latre afirmó que no creía que los pagos del FC Barcelona a Negreira y su hijo "pudieran influir en la competición". Sin embargo, no fue tan tajante cuando le preguntaron si contratar a Enríquez Romero era una forma de garantizarse una carrera profesional exitosa. "Dice que, en su caso, no", escribieron los investigadores encargados de las diligencias.

Negreira y su hijo están imputados por cohecho, falsedad documental y blanqueo de capitales, al igual que los presidentes del club Joan Laporta, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu y el propio FC Barcelona como persona jurídica.