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Misión derribo en Podemos: cómo recuperar el timón en mitad del naufragio
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La "bunkerización" de los morados

Misión derribo en Podemos: cómo recuperar el timón en mitad del naufragio

Los perfiles más próximos al núcleo duro se perfilan como aspirantes a liderar el partido en las CCAA, sin rivales de peso. Isa Serra se postuló oficialmente en Madrid ocho días después de la dimisión de siete dirigentes

Foto: Verstrynge, Belarra, Montero y Serra. (EFE/Fernando Alvarado)
Verstrynge, Belarra, Montero y Serra. (EFE/Fernando Alvarado)
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El naufragio electoral de Podemos y la estrategia política adoptada en este último año han dejado al partido herido de gravedad, con fugas de varios dirigentes y con cinco comunidades autónomas sin dirección. Hoy cuentan con apenas cinco escaños en el Congreso; están fuera del Gobierno de coalición y se han visto expulsados de otros cinco Ejecutivos regionales. Y, sin embargo, varios exdirigentes y algún primer espada morado aprecian que el actual núcleo duro de Ione Belarra, cada vez más reducido, está aprovechando el derrumbe para hacerse con el manejo de todos los engranajes.

Apenas una semana después desde que Ione Belarra anunció que abrirían un proceso de renovación de 8 direcciones autonómicas, al menos cuatro integrantes de ese núcleo de poder reconocen su intención de hacerse con las riendas de distintos territorios. De las 27 personas que Ione Belarra nombró en su Ejecutiva hace dos años y cuatro meses, siete han dejado sus cargos y varias se han aproximado a Yolanda Díaz, entre ellas el secretario general del grupo parlamentario, Txema Guijarro, y la directora de comunicación en el Ministerio, Noelia Vera. El poder está cada vez más repartido: los cinco diputados atesoran la secretaría general, la de Organización, el liderazgo en Andalucía y el de Murcia.

En las últimas tres semanas, varios dirigentes han dimitido criticando la bunkerización de un partido que en cuatro meses ha tomado dos decisiones de gran calado sin siquiera consultar a su máximo órgano de dirección, el Consejo Ciudadano Estatal: el aval público a Irene Montero como aspirante a representarles en las europeas, y la promoción del borrador de una nueva hoja de ruta política en un procedimiento sin precedentes, que facilitó la ruptura ya consumada con Díaz. "Todas las decisiones se toman así", lamentan. Y el núcleo gobernante ha dejado pasar apenas una semana desde las últimas dimisiones en Madrid antes de empezar a dejar ver sus movimientos para hacerse con las direcciones autonómicas.

De hecho, según distintos exdirigentes, Madrid es un ejemplo paradigmático de esa estrategia de derribo. Una hoja de ruta que se despliega simultáneamente en dos pantallas: en una primera, el círculo de Belarra ha "menoscabado" a sus dirigentes o candidatos menos afines. Y, de forma paralela, ha concedido una importante visibilidad y apoyo a quienes, gozando de su visto bueno, y probada su "total lealtad", partían con opciones para imponerse sin grandes dificultades. En este caso, Serra dio el paso para postularse a liderar la formación en la Comunidad de Madrid ocho días después de que dimitieran 7 dirigentes, entre ellos Roberto Sotomayor, que aspiraba a gobernar el partido en la ciudad. Y lo hizo menos de dos semanas después del paso al lado del líder autonómico, Jesús Santos, también integrante de la dirección estatal.

Foto: Roberto Sotomayor, Pablo Iglesias y Alejandra Jacinto. (EFE/J.P. Gandul)

Antes, sus candidatos al 28-M tuvieron que afrontar dificultades, durante y después de la campaña, en la que Podemos e IU no lograron revalidar su presencia en el Parlamento autonómico ni pudieron entrar en el Ayuntamiento. En el caso de Alejandra Jacinto y Roberto Sotomayor, aspirantes a la Asamblea y al Ayuntamiento de la capital respectivamente, la dirección estatal impuso decisiones estratégicas, abundan. Empezando por el eslogan de campaña, ya decidido, difundido y consensuado con IU, y después modificado por decisión de la cúpula morada.

Ambos se dieron a conocer en un tándem que operaría como "la llave para Madrid", y así se reflejaba en la cartelería y en los mensajes en redes sociales. Duró poco. La dirección estatal forzó un cambio para hacer que se vendieran con el eslogan estatal, "valentía para transformar", y "paralizó" la difusión de los pósteres anteriores, pese a que habían sido acordados con IU, dentro de la coalición Unidas Podemos. La lona que el comité de campaña ubicó en el centro de Madrid, en el barrio de Malasaña, tampoco gustó a la dirección de Belarra, aseguran las fuentes consultadas. "Este 28-M, si votas", reza el texto, "salen" / "entramos", con estas palabras colocadas sobre una foto de Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida, y en otra sobre la imagen de Jacinto y Sotomayor, respectivamente.

Foto: Jesús Santos, durante la campaña. (EFE/Rodrigo Jiménez)

El núcleo dirigente también forzó la instalación de un mural en la calle Serrano, con el rostro de Sotomayor, tildando de "cayetanos" a los residentes en la zona. Ese mural llevaba únicamente el logo de Podemos, y fue pagado por los morados. Como después lo sería otro con el rostro de Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, y con una frase de Pablo Casado, exlíder del PP, difundida en su día desde el perfil oficial de Twitter del partido conservador.

Jacinto y Sotomayor han dejado sus cargos orgánicos y abandonado el partido —en octubre y diciembre, respectivamente—, como también lo ha hecho Santos, hoy teniente de alcalde en Alcorcón. El aspirante a la alcaldía de la capital renunció cuando se había cumplido un mes de la dimisión del anterior portavoz en Madrid, Luis Nieto, el plazo en el que la formación estaba obligado a convocar unas primarias para elegir un nuevo líder. Aspiraba a tomar el relevo de Nieto, pero desistió. Belarra anunció este procedimiento seis días después.

"Todo lo que no sea núcleo duro está fuera"

La crítica a los postulados oficiales es inexistente o casi inexistente en el máximo órgano de dirección, según distintas partes. Hay direcciones territoriales como la extremeña o la navarra que en su día presionaron al núcleo duro para forjar el pacto electoral con Sumar, pero desde entonces no trasciende reproche alguno. "Todo lo que no sea núcleo duro está fuera", afirma un veterano ex dirigente de uno de los territorios de mayor relevancia.

Por lo pronto, figuras de peso en la dirección ya avalan en redes sociales las candidaturas de Conchi Abellán (Cataluña); María Teresa Pérez (Comunidad Valenciana); o la propia Serra, en Madrid. Javier Sánchez Serna aún no ha dado oficialmente el paso para revalidar la dirección de Murcia, pero en su entorno dan por hecho que lo hará pronto. Abellán aspira a un nuevo mandato, y Pérez se dispone a dar el paso con la ventaja que también le brinda ser portavoz estatal. En comunidades como Baleares se da por hecho que la exdiputada Lucía Muñoz hará lo propio, y en otras como Asturias suenan distintos nombres, siempre vinculados al núcleo duro. Uno de ellos es Álex Zapico, dirigente estatal y enlace con Madrid de la gestora que pilota el territorio.

Foto: Ione Belarra y Yolanda Díaz. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

La diputada Noemí Santana es la única parlamentaria morada que cuenta con un cargo en la ejecutiva y en la dirección estatal, si bien ya lideró el partido en Canarias. Hoy las riendas están en manos de Laura Fuentes, que también había ido en listas de Belarra. Para ganar vuelo, los perfiles más afines suelen contar con espacio en Canal Red, la televisión de Pablo Iglesias, mientras que los considerados menos leales o los dimisionarios han recibido dardos de dirigentes y exdirigentes, además de críticas en las redes sociales.

El ejemplo de Madrid es especialmente llamativo, además, por la biografía de sus protagonistas. La propia Serra fue condenada por el Tribunal Supremo a 19 meses de cárcel por un delito de atentado contra la autoridad —siempre negó los hechos—, y hoy es uno de los ejemplos que Podemos reivindica como víctimas del lawfare. Es coportavoz del partido y ya fue cabeza de lista a la Asamblea en 2019. Desde hace meses goza de una importante visibilidad en los actos de la formación en la región.

Foto: Isa Serra. (EFE)

Algo antes, fue una de las principales figuras de Anticapitalistas, partido integrado como corriente crítica con los postulados de Iglesias. Con ellos ya disputó el liderazgo de Madrid al candidato del histórico líder morado, Ramón Espinar. Dejó Anticapitalistas un año después, posicionándose con las tesis de la dirección de Iglesias y después de Belarra.

Morano, cuyo interés en postularse dan por hecho en distintos círculos, no lo ha hecho hasta hoy. Ya compitió por el liderazgo en Madrid ciudad con un desconocido Luis Nieto en 2020, si bien este cosechó el 63% de los apoyos. Pese a que Morano, hoy asistente en el Congreso de los Diputados, y hace meses en la campaña de Jacinto de cara al 28-M, contaba con el respaldo de Serra. Únicamente en esta semana, la ya candidata a las primarias visitó en dos ocasiones la televisión de Iglesias (martes y miércoles), y Morano tuvo su ocasión el viernes. No se conocen rivales con opciones de doblarles el brazo, como ocurre con las dos aspirantes que ya han hecho públicas sus intenciones. Quienes han dado pasos, hasta ahora, son integrantes del núcleo duro: "Los que quedan".

El naufragio electoral de Podemos y la estrategia política adoptada en este último año han dejado al partido herido de gravedad, con fugas de varios dirigentes y con cinco comunidades autónomas sin dirección. Hoy cuentan con apenas cinco escaños en el Congreso; están fuera del Gobierno de coalición y se han visto expulsados de otros cinco Ejecutivos regionales. Y, sin embargo, varios exdirigentes y algún primer espada morado aprecian que el actual núcleo duro de Ione Belarra, cada vez más reducido, está aprovechando el derrumbe para hacerse con el manejo de todos los engranajes.

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