Cisma de Podemos en Madrid: dos dirigentes dejan el partido y critican la "bunkerización" de Belarra

La ruptura con Sumar sirvió a Podemos para amortiguar el impacto de su estallido en Madrid, pero la formación morada ha tenido que afrontar este lunes el portazo de dos de sus rostros más reconocibles en la región: son Roberto Sotomayor, candidato a la Alcaldía de la capital el 28-M y miembro del Consejo Ciudadano Estatal, máximo órgano de dirección política del partido, y Carolina Alonso, exportavoz en la Asamblea de Madrid y número dos de la candidatura al consistorio en la lista de Sotomayor. Los dos han comunicado en sus redes sociales que abandonan sus cargos, entre críticas a la cúpula de Ione Belarra por la ruptura con Sumar en el Congreso de los Diputados, y denunciando la "bunkerización" de la dirección.

Cuestionan su estrategia política, la "renuncia" a la construcción de un "frente amplio" con Sumar, ya desde que la cúpula decidió vetar a los dirigentes morados la asistencia al estreno del proyecto de Díaz, en abril de este año, en el polideportivo Magariños. "No comparto este atrincheramiento y bunkerización de las posiciones"; "Podemos tuvo la oportunidad de influir sobre esta nueva herramienta [Sumar], pero, en lugar de eso, se ha decidido por confrontar directamente, como si de un campeonato por saber quién se quedará con el espacio se tratara", continúa Sotomayor. "Se rompen ilusiones y esperanzas por poner por encima egos personales".

Además, censuran la ausencia de debate en el partido, incluso en el seno de su máximo órgano de decisión política. Un órgano, según Sotomayor, en el que "prácticamente ya no se consulta ninguna decisión importante". "Ni siquiera la de salirse del GP Sumar en unos momentos trascendentales para nuestro país, con una extrema derecha desatada en nuestras calles", apostilla. "Ya nadie coge el teléfono, ni responde a los mensajes, se actúa y decide en pequeños grupos de decisión, algunos parece que sobramos, las distancias se agigantan con la dirección estatal de Podemos", zanja.

Esta ruptura "es otro paso más de una estrategia estatal que ha renunciado a los territorios y a la construcción de un Frente Amplio", según el excandidato a la alcaldía. Hasta ahora, Sotomayor también era aspirante a liderar el partido en la capital, descabezado desde hace más de un mes y sin fecha para celebrar un congreso reclamado por su líder saliente.

Hoy afea a Belarra que la decisión de dejar el grupo parlamentario fuera anunciada por uno de los medios dirigidos por Pablo Iglesias, sin consultar a la militancia y sin un debate previo en la dirección. "Es incomprensible que los miembros de un órgano de dirección se enteren antes por Canal Red de esta noticia y que no haya sido consultado a los inscritos previamente con una pregunta clara". Alonso también critica que se utilizaran los medios de Iglesias para comunicar inicialmente esta decisión.

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"No comparto la política de trinchera, de bunkerización", critica la exdiputada madrileña. Denuncia la ausencia de un "análisis sincero" y la nula asunción de "responsabilidades" tras el batacazo electoral del 28-M, cuando perdieron "casi el 45% de apoyo popular en toda España". Cree que en esa "política de trinchera", han llegado al punto de "renunciar a gobernar", cuando la dirección de Belarra se aferró al Ministerio de Igualdad y a la continuidad de Irene Montero en el nuevo Gobierno, dos extremos que no contemplaban ni el PSOE ni Sumar.

Alonso cuestiona que no se esforzaran por retener el Ministerio de Derechos Sociales, hoy en manos de Pablo Bustinduy, también exdirigente morado. "Me da la sensación de que no hemos peleado con todas nuestras fuerzas por estar en el Ministerio de Derechos Sociales, cerrándonos a una única posibilidad, el Ministerio de Igualdad. Llevamos demasiado tiempo sin hablar al país, nos dirigimos solo a la militancia", sentencia.

Son dos perfiles de relevancia, y en ningún caso pueden ser considerados díscolos. De hecho, Sotomayor protagonizó una campaña bronca al 28-M, muy alineada con las tesis del núcleo duro de Belarra, y cargada de reproches contra sus rivales de Más Madrid y PSOE. Alonso ha sido diputada en el Parlamento autonómico desde 2019 y hasta el 28-M, y fue ella quien heredó la portavocía del grupo parlamentario tras las elecciones en las que Iglesias encabezó la lista de Unidas Podemos y acabó dejando la política institucional, en 2021. Y son, junto con la candidata a la Comunidad de Madrid, Alejandra Jacinto, que dimitió en octubre, los rostros más reconocibles en la región en las últimas etapas del partido.

La nueva hoja de ruta aprobada en una atípica consulta a la militancia ha reforzado también la prohibición de militar en dos partidos a la vez, y es otro de los puntos a los que se opone con mayor contundencia Sotomayor. Jacinto, que fue portavoz de Sumar en materia de vivienda durante la campaña, dimitió poco después de que se conociera la voluntad del núcleo duro de someter a consulta de las bases esta hoja de ruta, que habría complicado su actuación en ambas organizaciones, Podemos y Sumar. Como también habría afectado a la posición de Nacho Álvarez, hoy fuera de la política. "No me gusta esta hoja de ruta saliente de la Conferencia Política, que nada tiene que ver con lo que siempre ha sido Podemos", apunta la exdiputada madrileña.

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La dimisión del ya exlíder en la región Jesús Santos, el martes, prendió la mecha en Madrid, si bien horas después se conoció la renuncia a la militancia de Jessica Albiach, líder de los comunes en el Parlament de Cataluña. Escasas horas después del portazo de Santos, Podemos rompía amarres con el grupo parlamentario liderado por Díaz. Y viraba los focos hacia la estrategia que seguirá en la nueva etapa, intentando alejarlos de la situación interna del partido, que tiene al menos cuatro gestoras al frente de distintas comunidades autónomas. Madrid aún no cuenta con gestora, pero está en llamas.

Y, como ocurriera con la salida de Santos, desde Podemos evitaban entrar en las razones esgrimidas por Sotomayor y Alonso para desvincularse, y trataban de restar hierro a la situación. "Son tres casos concretos, tres casos particulares", aseguró en rueda de prensa Pablo Fernández, coportavoz del partido, acotando la crisis a estas últimas renuncias. "Les deseamos todo lo mejor".