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La disposición de Feijóo a negociar con Sánchez genera tensiones en el PP
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CITA PARA NEGOCIAR EL CGPJ

La disposición de Feijóo a negociar con Sánchez genera tensiones en el PP

El líder popular se abre a acuerdos con el PSOE pese a la confrontación con el Ejecutivo por las cesiones al independentismo. En el partido advierten de la posibilidad de caer en contradicciones y avisan: "No es el momento"

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Borja Sánchez-Trillo)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Borja Sánchez-Trillo)
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Alberto Núñez Feijóo ha hecho una apuesta decidida por la línea dura como vía de oposición a Sánchez. El PP situó desde el principio la amnistía como una especie de nube tóxica que envenena toda posibilidad de acuerdo esta legislatura. Tras la investidura del dirigente socialista, Génova anticipó que sus soldados se situarían siempre frente al Gobierno, y nunca al lado. Pero habrá excepciones. El líder del PP descolgará el teléfono si la Moncloa llama, e incluso está dispuesto a sentarse en la misma mesa que su homólogo socialista pese a los "engaños" y la desconfianza mutua. Feijóo deberá hacer pedagogía para evitar que ese doble equilibrio abra grietas en sus propias filas.

En el PP hay importantes sectores, desde diputados a dirigentes autonómicos, que ven con recelo esa predisposición de su jefe de filas a negociar e, incluso, pactar con Sánchez. "Con este PSOE no deberíamos pactar nada", comenta por ejemplo un barón territorial, que apunta a dejar "sin oxígeno" a Sánchez, sin más apoyos que los de su bloque de investidura, y anotarse las derrotas parlamentarias del Gobierno por las propias tensiones entre sus socios. Otras fuentes populares advierten del "peligro" de intentar acuerdos con el jefe del Ejecutivo dados los precedentes, con el último intento de negociación para desbloquear el CGPJ como base. "No podemos correr riesgos", insisten.

Más allá de las posibles tensiones internas, las voces consultadas avisan de que ese doble discurso de Feijóo con Sánchez puede generar también "confusión" entre los votantes. "Hay que saber explicarlo", insisten. Semana tras semana, el líder del PP ha encabezado movilizaciones multitudinarias en las que situaba a su partido como único "dique de contención" para defender las instituciones, el Poder Judicial e, incluso, la democracia de Sánchez. Prometió, de hecho, una legislatura de tierra quemada en donde la posibilidad de grandes acuerdos entre PSOE y PP se daba por extinta. "Cuando el independentismo le falle, no me busque", advirtió Feijóo a Sánchez, durante el debate de investidura del mandatario socialista.

Pero la agenda política ha terminado imponiéndose, empezando por la enquistada negociación para renovar el Consejo General del Poder Judicial. Feijóo está dispuesto a negociar con Sánchez la renovación del órgano y a reunirse con el dirigente socialista antes de que acabe diciembre, aunque bajo sus parámetros. El líder del PP flexibilizó su postura en los últimos días, en parte por la presión de Europa y la advertencia del comisario Didier Reynders, que situó como "prioridad" el desbloqueo del órgano de gobierno de los jueces.

Foto: El presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (Europa Press/Eduardo Parra)

Pero su límite está en renovar el Consejo con la ley actual y registrar de forma simultánea en el Congreso una reforma judicial que lleve también la firma del PSOE. Génova no contempla otras "fórmulas", como la vía intermedia propuesta por el presidente del CGPJ, Vicente Guilarte. Pero tampoco vetará, por ejemplo, que su interlocutor con el Gobierno vuelva a ser Félix Bolaños pese a la última experiencia, en la que los populares dinamitaron el principio de acuerdo porque el Gobierno negociaba en paralelo cambiar el Código Penal para eliminar el delito de sedición y rebajar el de malversación.

En una entrevista en Cope, el líder popular admitió que intentar el desbloqueo del Congreso puede tener consecuencias para sus intereses. "Nos pueden engañar, pero algún riesgo hay que correr", señaló. Se trata de un criterio que no comparten otros sectores del partido. "Si corremos riesgos, es mejor no hacerlo", sintetizan desde otra presidencia autonómica, que no ven la renovación del Consejo como "prioridad", en un momento "crítico" como el actual. Las fuentes consultadas deslizan, además, que al PP no le interesa acelerar el desbloqueo del órgano por la mayoría conservadora de la composición actual, y sitúan a los jueces como único subterfugio para dinamitar la ley de amnistía, que comenzará a tramitarse el próximo 12 de diciembre.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto al portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado. (Eduardo Parra/Europa Press)

En el mismo sentido, se refieren a la reforma pendiente del artículo 49 de la Constitución, un asunto en el que coinciden PSOE y PP, pero que año tras año se ha guardado en un cajón por la polarización política. El PP quiere una reforma quirúrgica de la Carta Magna y una garantía por escrito de parte de los socialistas para blindar el texto constitucional frente a las exigencias del independentismo, que podría aprovechar la apertura de la Constitución para introducir enmiendas que profundicen en la autodeterminación de Cataluña. Génova asume que es difícil, si no imposible, que Sánchez logre atar en corto a sus socios, pero está dispuesta a intentarlo.

En el PP piden a Feijóo actuar con pies de plomo también en esta cuestión. "No es el momento, hay cosas más urgentes", insisten. En el fondo de la advertencia, subyace la incomodidad de dar cancha a Sánchez tras llegar al Gobierno gracias a cesiones como la despenalización del procés o la condonación de la deuda catalana, asuntos que han movilizado a la sociedad y cuyas protestas han colapsado las calles. Alertan de que "la lista de engaños no tiene fin", y recuerdan otras polémicas del nuevo Ejecutivo que apenas ha echado a andar, como la confianza en el fiscal general del Estado pese al "toque" de la Justicia o el reciente nombramiento del exsecretario de Comunicación de la Moncloa, Miguel Ángel Oliver, como presidente de la Agencia EFE.

En Génova señalan que, pese al clima de absoluta confrontación, tenderán la mano en algunos asuntos. El propio Feijóo señaló hace unas semanas que la crispación no sacará al PP de seguir siendo "un partido de Estado" y se ofreció a buscar "grandes consensos" en asuntos como la violencia de género. Como publicó El Confidencial, los populares se abren también a negociar los objetivos de déficit si Hacienda incluye la financiación de las comunidades autónomas como parte de un acuerdo global.

En Génova señalan que, pese al clima de absoluta confrontación, tenderán la mano en algunos asuntos para alcanzar "grandes consensos"

Está por ver qué hará también el PP cuando otros asuntos de corte social se pongan encima de la mesa, como la subida del SMI o de las pensiones. Esta semana, Vox rompió relaciones con Génova a nivel nacional después de que estos les dejasen fuera del reparto de presidencias parlamentarias que el PP pactó previamente con PSOE y Sumar. El acuerdo permitió también a Junts y ERC ponerse al frente de una comisión cada uno en el Congreso, lo que colmó la paciencia de los de Santiago Abascal. "No entendemos la actitud del señor Feijóo: convoca manifestaciones los domingos contra el Gobierno, y suscribe acuerdos el lunes con el PSOE y el separatismo", lamentan.

Alberto Núñez Feijóo ha hecho una apuesta decidida por la línea dura como vía de oposición a Sánchez. El PP situó desde el principio la amnistía como una especie de nube tóxica que envenena toda posibilidad de acuerdo esta legislatura. Tras la investidura del dirigente socialista, Génova anticipó que sus soldados se situarían siempre frente al Gobierno, y nunca al lado. Pero habrá excepciones. El líder del PP descolgará el teléfono si la Moncloa llama, e incluso está dispuesto a sentarse en la misma mesa que su homólogo socialista pese a los "engaños" y la desconfianza mutua. Feijóo deberá hacer pedagogía para evitar que ese doble equilibrio abra grietas en sus propias filas.

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