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El acuerdo de PP y PSOE da alas a Arrimadas para seguir pactando con el Gobierno
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El acuerdo de PP y PSOE da alas a Arrimadas para seguir pactando con el Gobierno

Cs da por hecho que el acuerdo para renovar RTVE (a la espera de que cuaje el CGPJ) legitima su estrategia de pactos, también con Sánchez. La mantendrá en el corto plazo

Foto: La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. (EFE)
La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. (EFE)

El primer acercamiento de la legislatura entre PP y PSOE para renovar los órganos constitucionales pendientes (ya efectivo en el caso de RTVE y estancado en otras instituciones como el Consejo General del Poder Judicial) ha servido a Ciudadanos para marcar perfil propio en plena insistencia de los populares por avanzar en una fusión que Inés Arrimadas rechaza y sacar su postura más dura contra lo que denomina "una vergüenza de bipartidismo". Pero, en el fondo, hay otra consecuencia que el partido naranja aprovechará en el corto plazo: asume que esa negociación legitima su hoja de ruta de pactos con el Gobierno, tan criticada desde PP y Vox.

A pesar de que los populares reiteran que la supervivencia de tres formaciones en el espectro de la derecha o centroderecha es inviable, la cúpula de Ciudadanos está decidida a aguantar con su estrategia y no renunciará a un espacio propio, de centro y liberal, en el que caben acuerdos a izquierda y derecha. Es más, fuentes del entorno de Arrimadas insisten en que próximamente habrá oportunidades sobradas en el Congreso para demostrar su posición y seguirán con la mano tendida para influir en las grandes reformas que deberá afrontar España con la llegada de los fondos europeos.

Dicho de otra manera, Ciudadanos (que ya fue clave para sacar adelante los últimos estados de alarma de la primavera pasada, mientras algunos socios habituales dejaron de apoyar al Gobierno) está decidido a seguir negociando con Moncloa dada la inestabilidad parlamentaria, que ya empieza a dar muestra de agotamiento. Como publicó este diario, el PP asiste con cierta atención a la confrontación que tan a menudo escenifican los socios de Gobierno. Y es precisamente este contexto lo que ha ayudado a alcanzar un primer acuerdo entre los dos grandes partidos.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibe los aplausos de la bancada socialista tras su comparecencia el pasado miércoles en el Congreso. (EFE)

Pero en Ciudadanos se muestran convencidos de que Pablo Casado seguirá pendiente de Vox, aunque haya reiterado la ruptura de su partido con el discurso de Santiago Abascal en la tribuna del Congreso. "El PP no puede recuperarse sin una parte importante de los electores de Vox. Una cosa es que lleguen a acuerdos como el CGPJ y otra que realmente vayan a estar al lado del Gobierno", apuntan desde la sede del partido que dirige Arrimadas.

Con esa limitación del PP y la inseguridad que en la parte socialista del Gobierno provocan grupos como ERC y Bildu, Ciudadanos está convencido de seguir disputando un papel clave ahora que llegarán reformas importantes exigidas desde Bruselas en materia laboral, de pensiones o digitalización ligadas a los fondos europeos. "Y estaremos para negociar", zanjan desde la cúpula naranja, poniendo el foco en que su apoyo (siempre combinado con otra formación como el PNV) es la única alternativa real y relativamente estable para el Gobierno si deciden renunciar a las exigencias de los independentistas.

Además, en el partido naranja reconocen que la relación con Moncloa sigue siendo "fluida", especialmente con los interlocutores que veían con buenos ojos el apoyo de Ciudadanos a los Presupuestos Generales, a pesar de que al final optaron por la vía de ERC.

Foto: La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas. (EFE)

Internamente, Ciudadanos tiene críticas que resolver tras el mazazo en Cataluña y con sus principales dirigentes territoriales molestos con algunas actitudes de la dirección nacional. A eso se suman las dificultades que tienen para explicar en sus comunidades (donde gobiernan con el PP) los acuerdos con el Gobierno central. La tesis de la presidenta del partido y su núcleo duro es que han elegido "el camino correcto" y que, aunque "no tendrán resultados inmediatos ni a corto plazo", los electores fieles a la posición centrista responderán. De hecho, aseguran que hasta el mes de diciembre (tras un año de pactos con el Ejecutivo por la pandemia y antes de entrar en la campaña catalana) la tendencia en las encuestas continuaba al alza.

Además, la fractura interna del partido se ha ahondado por los movimientos del PP en muchos territorios, que siguen tanteando a dirigentes naranjas. En la cúpula ya miran con recelo a los populares, y aunque no ven peligrar ninguno de sus gobiernos no esconden que Arrimadas está más decidida que nunca a pelear por su autonomía. Y el acuerdo entre populares y socialistas, aseguran, "a la larga nos beneficia", igual que cualquier movimiento alejado de la polarización y de los llamados dos bloques dentro del hemiciclo. Es el contexto más cómodo para Ciudadanos y en el que pueden intentar crecer a izquierda y derecha.

Foto: El presidente del PP, Pablo Casado, y la líder de Cs, Inés Arrimadas. (EFE)

"El PP no puede criticar que apoyemos un estado de alarma o una ley que sea buena para los españoles si ellos pactan también el reparto de los órganos", insisten a este diario, recordando también el apoyo que dio Vox —para sorpresa de todos— al decreto sobre fondos europeos que permitía al Gobierno su libre distribución sin mayor control.

Además, en estos momentos el partido naranja insiste en que no hay más alternativa al Gobierno actual que intentar influir para mermar el peso de Podemos y sus socios nacionalistas e independentistas. En la cúpula de Arrimadas insisten en que no hay suma posible por la derecha y auguran que serán necesarios muchos cambios para que la haya dentro de dos años.

El primer acercamiento de la legislatura entre PP y PSOE para renovar los órganos constitucionales pendientes (ya efectivo en el caso de RTVE y estancado en otras instituciones como el Consejo General del Poder Judicial) ha servido a Ciudadanos para marcar perfil propio en plena insistencia de los populares por avanzar en una fusión que Inés Arrimadas rechaza y sacar su postura más dura contra lo que denomina "una vergüenza de bipartidismo". Pero, en el fondo, hay otra consecuencia que el partido naranja aprovechará en el corto plazo: asume que esa negociación legitima su hoja de ruta de pactos con el Gobierno, tan criticada desde PP y Vox.

A pesar de que los populares reiteran que la supervivencia de tres formaciones en el espectro de la derecha o centroderecha es inviable, la cúpula de Ciudadanos está decidida a aguantar con su estrategia y no renunciará a un espacio propio, de centro y liberal, en el que caben acuerdos a izquierda y derecha. Es más, fuentes del entorno de Arrimadas insisten en que próximamente habrá oportunidades sobradas en el Congreso para demostrar su posición y seguirán con la mano tendida para influir en las grandes reformas que deberá afrontar España con la llegada de los fondos europeos.

Dicho de otra manera, Ciudadanos (que ya fue clave para sacar adelante los últimos estados de alarma de la primavera pasada, mientras algunos socios habituales dejaron de apoyar al Gobierno) está decidido a seguir negociando con Moncloa dada la inestabilidad parlamentaria, que ya empieza a dar muestra de agotamiento. Como publicó este diario, el PP asiste con cierta atención a la confrontación que tan a menudo escenifican los socios de Gobierno. Y es precisamente este contexto lo que ha ayudado a alcanzar un primer acuerdo entre los dos grandes partidos.

Inés Arrimadas Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Pablo Casado Ciudadanos RTVE
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