Díaz choca con Calviño por la reforma del subsidio por desempleo: "No vamos a recortar derechos"
La vicepresidenta segunda afirma que es su "competencia" elaborar la reforma, comprometida ante Bruselas. Economía rebaja el choque, después de apostar por reforzar el control para garantizar que los beneficiarios busquen empleo
La paz interna ha durado una semana y un día en el nuevo Gobierno de coalición. La vicepresidenta primera y titular de Economía, Nadia Calviño, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, han protagonizado un nuevo choque entre las dos almas del Ejecutivo a cuenta de la reforma del subsidio por desempleo. La vicepresidenta segunda ha dado portazo este miércoles a la receta planteada por Calviño en esta materia. "No vamos a propiciar ningún recorte en materia del subsidio por desempleo", ha afirmado, mostrando su "absoluta disconformidad" ante esta propuesta.
En declaraciones a su llegada al Congreso de los Diputados, Díaz ha presumido de que su receta, en la que llevan trabajando desde "hace meses", pasa por "ganar derechos" para cobrar el subsidio, que perciben quienes ya han agotado su prestación contributiva. Por ampliar las "subjetividades", "eliminar aspectos burocráticos", y hacerla "compatible" con determinada actividad laboral. "Es una competencia del Ministerio de Trabajo y Economía Social y, por tanto, de esta vicepresidenta", aseguró, esgrimiendo el pacto de Gobierno con el PSOE. Fuentes del Ministerio de Calviño han rebajado este choque: "Economía está alineada con Trabajo en los elementos mencionados por ese departamento".
Hasta ahora, las dos vicepresidentas han ido desvelando con cuentagotas las claves de sus propuestas. En concreto, el departamento de Díaz quiere incluir bajo el paraguas del subsidio a los menores de 45 años sin cargas familiares, lo que supondría extenderla a cerca de 152.000 nuevos beneficiarios, según la Cadena SER. A esto se une su voluntad de permitir cobrarlo desde el momento de su solicitud, sin esperar el mes que hay que aguardar a día de hoy. También con efectuar la revisión de su cobro de forma trimestral, y no mes a mes, según fuentes de su Ministerio.
Otro de los cambios, corroborado por Díaz, pasaría por hacerlo compatible con la aceptación de contratos laborales durante un mes, para evitar que los solicitantes se vean obligados a rechazar ofertas por temor a perder el subsidio. Hoy la cuantía de la prestación está en 480 euros al mes, y la perciben cerca de 800.000 personas. La reforma es clave, está comprometida con Bruselas, y se enmarca en la cuarta solicitud de pago de los fondos Next Generation.
"La reforma de los subsidios", aseguran fuentes del Ministerio de Trabajo, "es un compromiso" que no pudieron impulsar en la pasada legislatura, "debido al adelanto electoral". La intención del departamento de Díaz es llevar al Consejo de Ministros "lo antes posible" el borrador de su propuesta, e insisten en que "va en dirección contraria de quienes plantean recortes". "Estos subsidios", apuntan, "son el último recurso de muchas personas trabajadoras cuando no tienen acceso a las prestaciones contributivas y que, por tanto, viven un momento laboral extremadamente delicado. En torno al 80% de las perceptoras y perceptores no llegan a agotar el subsidio", aseguran.
Las medidas planteadas por Calviño, explicitadas esta semana por el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, pasan por "potenciar" el compromiso de volver a la actividad de los parados, así como por hacer que estos subsidios sean temporalmente decrecientes. En la nueva pugna entre Díaz y Calviño, CCOO y UGT calificaron este martes de "sorpresa" las declaraciones de García Andrés, y exigieron convocar la mesa de diálogo social.
En un comunicado, las organizaciones sindicales criticaron que las palabras del secretario de Estado ponen en duda la "honradez" de los beneficiarios, orientándose a "reforzar el compromiso de los parados para que busquen y acepten un empleo". Hasta la fecha, sostienen que el Ejecutivo no les ha trasladado "propuesta alguna", pero precisan que las palabras de García no se corresponden con la reforma que "se necesita".
Durante la mañana del miércoles, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, afirmó que la reforma no solo depende de Trabajo, sino que también deben intervenir el Ministerio de Economía y los propios agentes sociales. "Yo creo que no es de Trabajo, también es de Economía", aseguró, antes de pedir al Gobierno que cuente con patronal y sindicatos para abordar estas modificaciones.
Calviño: "Compartimos que el sistema oriente el empleo"
Por su parte, fuentes del Ministerio de Economía aseguran estar alineadas con trabajo en los elementos mencionados: "Compatibilizar prestación, dar cobertura a colectivos como el de 45 años sin cargas familiares que hasta ahora no tenían protección, que haya una cartera de servicios e itinerarios formativos y laborales adecuados al perfil y situación personal del desempleado", enumeran. "Compartimos que todo el sistema se oriente a apoyar el empleo", abundan.
Además, aseguran que, "a nivel técnico", en el seno del Ejecutivo están "intercambiando documentación para tener la mejor reforma posible". "Alineada con la reforma laboral", y con el objetivo de alcanzar el pleno empleo en esta legislatura, aseguran. Los pulsos entre las vicepresidentas fueron una constante en la anterior legislatura, en la que también hubo desencuentros entre Calviño y Pablo Iglesias durante su etapa como vicepresidente.
La paz interna ha durado una semana y un día en el nuevo Gobierno de coalición. La vicepresidenta primera y titular de Economía, Nadia Calviño, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, han protagonizado un nuevo choque entre las dos almas del Ejecutivo a cuenta de la reforma del subsidio por desempleo. La vicepresidenta segunda ha dado portazo este miércoles a la receta planteada por Calviño en esta materia. "No vamos a propiciar ningún recorte en materia del subsidio por desempleo", ha afirmado, mostrando su "absoluta disconformidad" ante esta propuesta.