El PP se desmarca del asedio a las sedes del PSOE entre las críticas de Ayuso por la actuación policial
La presidenta madrileña ha condenado la "sobreactuación" de la Policía, aunque no secundará las convocatorias. Abascal, que ya estuvo este lunes, llama a los agentes a desobedecer las órdenes
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La derecha promete una movilización "intensa", "generalizada" y "permanente" contra Pedro Sánchez, pero en las vías empleadas por PP y Vox siguen apareciendo diferencias notables. Génova se desmarca del asedio a las sedes del PSOE que alienta y jalea Vox, hasta el punto de que Santiago Abascal ha pedido a los agentes de Policía que desobedezcan las órdenes. La dirección del PP no secundará estas convocatorias, aunque evita condenar públicamente los episodios de tensión que se vivieron este lunes frente a Ferraz. Tampoco Isabel Díaz Ayuso, aunque solo unas horas después criticó la "sobreactuación" de la Policía en su operativo. "A este paso va a parecer que los CDR son gente de paz y los jubilados son peligrosos terroristas", ha dicho la dirigente popular.
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha apuntado a los mandos policiales como los responsables de las cargas con gas lacrimógeno frente a la casa de los socialistas en la capital, aunque ha reconocido que los disturbios fueron provocados por un "grupo de ultras" que "parasitaron" una parte de la manifestación. La dirigente madrileña ha hecho un nuevo llamamiento a protestar en la calle, aunque también al margen de las convocatorias en Ferraz. Fuentes de su equipo matizan que el mensaje de la dirigente se limita a la convocatoria del próximo domingo en la Puerta del Sol, impulsada por los populares.
El PP censura las manifestaciones frente a las sedes del PSOE en toda España. Las fuentes consultadas lo comparan incluso con las protestas que rodearon la sede de Génova "hace 19 años", tras el 11-M. "Entonces la Policía no cargó", apostillan. Anoche, las autoridades cargaron contra un grupo de manifestantes y lanzó gases lacrimógenos para dispersarlos. Tres personas fueron detenidas.
Feijóo se aferrará a su calendario de protestas —anunció movilizaciones en todas las capitales de provincia el próximo domingo día 12— y no enviará representación a las convocatorias que, noche tras noche, en los últimos tres días han asediado la sede nacional de los socialistas. "No es nuestro modelo", sintetizan. El partido evitó posicionarse durante horas tras los sucesos de anoche, pero a primera hora de este martes ha publicado un comunicado en el que insiste en su desmarque de las protestas que apoya Vox. "La forma de protestar contra las indignas negociaciones del PSOE es hacerlo de manera que Pedro Sánchez no logre que se desvíe la atención de su indecencia", zanjan.
Fuentes de la dirección, no obstante, justifican que el creciente malestar social con Sánchez por ejecutar "el mayor retroceso democrático de nuestra historia", en alusión al pacto del PSOE con ERC y Junts, tenga consecuencias en la calle y, al menos de momento, no desautorizarán públicamente lo sucedido a las puertas de Ferraz pese a la presión del Gobierno. Génova no comparte en este punto la "indignación" del PSOE por los tumultos, y recuerda que hace años eran los socialistas quienes llamaban a rodear la sede de los populares "por cuestiones mucho menos graves". "Entonces fue el PSOE quien mandó a la gente a protestar a Génova diciendo que España no merece un Gobierno que les mienta. Sin embargo, pese a las mentiras de este Gobierno, el PP no ha convocado concentración alguna en Ferraz", se quejan en Génova.
Diferentes cargos socialistas, incluido el propio Sánchez, lamentaron anoche "el acoso de los reaccionarios a las casas del pueblo". "¿Esa es la hoja de ruta de Vox y PP?", cuestionaba la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero. El portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, vinculó incluso los altercados de la noche del lunes con el desafío que planteó José María Aznar hace unos días, cuando animó a "asumir los riesgos" de "actuar" contra Sánchez por el trato con el independentismo. "El silencio del PP es atronador", escribía.
Los populares evitaron darse por aludidos, pero inciden en que no participarán en las protestas alentadas por Vox. "No podemos responsabilizarnos de las convocatorias de particulares", apostilla un miembro del comité de dirección popular. Aunque con matices, la postura que esgrime la dirección nacional del PP es compartida por la mayor parte de la formación. "Hay que entender la indignación de la gente, pero hay que canalizarla siempre a través de manifestaciones comunicadas y legales", resume un presidente autonómico.
Muchos, y muchas veces, han intentado que los socialistas abandonemos nuestras convicciones. Ni lo han conseguido ni lo conseguirán, porque nuestra razón es más fuerte que sus amenazas y su violencia.
— patxilopez (@patxilopez) November 6, 2023
No sé si esto es "el que pueda hacer que haga" que dijo Aznar, pero el… pic.twitter.com/LOz5rf3jah
Otros dirigentes del PP se muestran más críticos con las protestas "no pacíficas", y alertan sobre la escalada de tensión que puede "explotar" conforme avancen las negociaciones entre PSOE y Junts y "leamos el preámbulo de la ley de amnistía". "Dentro de la ley, todo. Fuera de la ley, nada", asume otro barón autonómico, que califica de "injustificable" llamar a la movilización frente a las sedes de los partidos políticos. En todo caso, las voces populares consultadas insisten en responsabilizar de ese "caldo de cultivo" a Sánchez por "traficar" con "los derechos de los ciudadanos" e intercambiar amnistía por investidura.
Las protestas se extienden por todo el país
Santiago Abascal fue la imagen de la movilización de este lunes en Madrid, punto al que se trasladó también el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, acompañando al menos a 3.800 fieles que volvieron a rodear la sede socialista, según los datos proporcionados por la Policía. La tensión llegó a desbordarse por momentos, hasta el punto de producirse cargas policiales cuando algunos manifestantes intentaron romper el cordón policial. La noche se saldó con al menos tres detenidos por desobediencia y atentado contra la autoridad. Pero no disuadió a Abascal en sus reivindicaciones. "Tenemos el deber de estar en la calle", alentó. La expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre acudió también el fin de semana a animar a los manifestantes. En el PP insisten en que se trata de una decisión "a título personal".
Que se enteren los timoratos que la sociedad civil no habla ni de financiación autonómica ni de condonación de deuda.
— Javier Cortés (@Javicortes_VOX) November 6, 2023
La sociedad civil habla de Amnistía y traición a la #UnidadNacional
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La manifestación pudo ser disuelta con fuertes cargas, gas lacrimógeno, pelotas de goma y un amplio dispositivo policial que ocupaba varias calles. En torno a las 19:30, riadas de personas envueltas en banderas de España, con pancartas e incluso botellas de cristal con las que hacer ruido, bajaron de la boca de metro de Argüelles. Hora y media después de la convocatoria, siguió llegando gente a la calle Ferraz y aledañas, sin poder penetrar de nuevo en la manzana en la que se encuentra la sede del PSOE. Como si de una fortificación se tratara, en torno a 10 furgones de la Policía Nacional custodiaban la avenida impenetrable y todas las calles colindantes. Pero la concentración de este lunes fue un paso más allá.
Tras el anuncio de Abascal y su categórico "vamos a Ferraz" publicado en redes, la asistencia se multiplicó de 400 a 3.800 manifestantes. Y también los problemas. Si la semana pasada no hubo ningún incidente, en esta ocasión los agentes de la UIP se vieron obligados a actuar dispersando a los sectores más radicales. Entre los presentes, se podían apreciar individuos con una estética diferente y una actitud más beligerante y violenta que en los días anteriores. Algunos de ellos incluso embozados para cubrir su rostro cuando se enfrentaban a los agentes.
Los manifestantes en la sede del PSOE han encendido bengalas ante los agentes antidisturbios de la Policía https://t.co/GHbR5iRORz pic.twitter.com/nhHg3gsyk3
— Europa Press (@europapress) November 6, 2023
Pero la de Ferraz no fue la única concentración que llenó las calles frente a sedes socialistas para elevar la voz contra el perdón del Gobierno a los delitos del procés y el resto de cesiones al independentismo catalán. Este lunes había convocadas protestas en 12 ciudades de toda España cuya autoría reside en la organización Revuelta, un movimiento juvenil vinculado a Vox. La tensión social comienza a escalar, y se han podido ver imágenes de calles colapsadas en ciudades como Badajoz o Sevilla. Todas las protestas han contado con el apoyo directo o indirecto de la formación ultraconservadora, mientras la dirección del PP, al menos de momento, se pone de perfil.
El líder de Vox ya avanzó este lunes que su agenda de oposición contra la amnistía incluía acudir a "todas y cada una" de las protestas que se convoquen contra Sánchez y la amnistía. Sin distinciones. Y esa declaración de intenciones no solo afecta a las convocatorias frente a las sedes del PSOE, sino que también abre la posibilidad a acudir a las movilizaciones organizadas por el Partido Popular. De entrada, Feijóo coordinó este lunes a sus barones autonómicos para encabezar protestas en las 52 capitales de provincia el próximo 12 de noviembre. Fuentes de Génova aseguran que no cerrarán la puerta "a nadie", tampoco a Vox. "Estos actos ya trascienden los límites del PP", insisten en el equipo de Feijóo.
Las manifestaciones, autorizadas o no, se han convertido en una constante con el pacto entre PSOE y Junts aún en ciernes, y se extienden por todo el país. Aunque de forma distinta, la derecha se ha lanzado a agitar la calle para canalizar el descontento social contra la amnistía y las cesiones al independentismo. Feijóo y Abascal ya coincidieron en la manifestación que convocó Sociedad Civil Catalana el pasado 8 de octubre en Barcelona, y han encabezado otras protestas en solitario con afluencia masiva: el líder popular congregó a más de 40.000 manifestantes el 24 de septiembre en Madrid, y el mandatario de Vox hizo lo propio en la plaza de Colón, con unos 100.000 asistentes. El próximo 18 de noviembre volverán a verse las caras en Cibeles en una nueva convocatoria contra la amnistía, aunque todo apunta a que no será la última ocasión.
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La derecha promete una movilización "intensa", "generalizada" y "permanente" contra Pedro Sánchez, pero en las vías empleadas por PP y Vox siguen apareciendo diferencias notables. Génova se desmarca del asedio a las sedes del PSOE que alienta y jalea Vox, hasta el punto de que Santiago Abascal ha pedido a los agentes de Policía que desobedezcan las órdenes. La dirección del PP no secundará estas convocatorias, aunque evita condenar públicamente los episodios de tensión que se vivieron este lunes frente a Ferraz. Tampoco Isabel Díaz Ayuso, aunque solo unas horas después criticó la "sobreactuación" de la Policía en su operativo. "A este paso va a parecer que los CDR son gente de paz y los jubilados son peligrosos terroristas", ha dicho la dirigente popular.
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