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Cargas policiales, gas lacrimógeno y al menos tres detenidos en la protesta contra la amnistía en Ferraz
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Ante la sede del PSOE

Cargas policiales, gas lacrimógeno y al menos tres detenidos en la protesta contra la amnistía en Ferraz

A la manifestación han acudido el líder de Vox, Santiago Abascal, y el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, el cual ha ocupado la cabecera durante el inicio

Foto: Agentes de la Policía Nacional intervienen durante la concentración de este lunes frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz. (Sergio Beleña)
Agentes de la Policía Nacional intervienen durante la concentración de este lunes frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz. (Sergio Beleña)

Las calles se incendian por la amnistía. La concentración convocada a las puertas de la sede del PSOE en Madrid, en la calle Ferraz, ha acabado con al menos tres detenidos por desobediencia y atentado contra la autoridad, según Delegación de Gobierno y fuentes policiales. La tensión se ha disparado cuando los manifestantes trataban de pasar el perímetro empujando las vallas y lanzando cristales contra la Policía, lo que ha provocado la intervención de los agentes de la Unión de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional, los conocidos como 'antidisturbios'. La manifestación ha sido disuelta con fuertes cargas, gas lacrimógeno, pelotas de goma y un amplío dispositivo policial que ocupaba varias calles. Entre los rostros políticos, el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha ocupado la primera línea al inicio de la protesta, mientras el líder de Vox, Santiago Abascal, permanecía en un segundo plano haciéndose fotografías con los asistentes.

En torno a las 19:30 horas, riadas de personas envueltas en banderas de España, con pancartas e incluso botellas de cristal con las que hacer ruido, bajaban de la boca de metro de Argüelles. Hora y media después de la convocatoria, seguía llegando gente a la calle Ferraz y aledañas, sin poder penetrar de nuevo en la manzana en la que se encuentra la sede del PSOE. Como si de una fortificación se tratara, en torno a 10 furgones de la Policía Nacional custodiaban la avenida impenetrable y todas las calles colindantes estaban cortadas al tráfico y a transeúntes.

La concentración, impulsada por Revuelta, un colectivo juvenil afín a Vox, fue un paso más allá de las movilizaciones iniciadas el pasado viernes. Este lunes, con el pacto entre PSOE y Junts aún en ciernes, la asistencia se ha multiplicado de 400 a 3.800 manifestantes, según los datos de la Delegación del Gobierno. Y también los problemas. Si la semana pasada no hubo ningún incidente, en esta ocasión los agentes de la UIP se han visto obligados a actuar, dispersando a los sectores más radicales de los allí presentes en dirección a la calle Princesa.

Una fuerte línea policial, custodiada por varios furgones, eran los encargados de 'empujar' a los manifestantes fuera de la calle Ferraz mientras lanzaban gases lacrimógenos. Los contenedores de basura se usaron como protección por los manifestantes y las bolsas de basura se lanzaban como arma arrojadiza, mientras la Policía hacía uso de sus porras para intentar contener a la masa. Hasta el momento, no ha trascendido ninguna cifra de heridos o atendidos por los servicios de Emergencias.

"Es un orgullo ser español", "Pedro Sánchez a prisión" y "No es un presidente, es un delincuente" eran las proclamas que gritaban los manifestantes mientras la tensión iba en aumento. Entre los presentes en este tercer día de protestas se han podido apreciar individuos con una estética diferente a la de otros días y una más actitud beligerante y violenta. Algunos de ellos incluso embozados para cubrir su rostro cuando se enfrentaban a los agentes. También han encendido bengalas rojas que recordaban a las usadas durante las marchas por la muerte de José Antonio Primo de Rivera cada 20 de noviembre en Madrid.

placeholder Un manifestante enseña la bandera de España a la policía tras las cargas frente a la sede del PSOE en Ferraz. (Sergio Beleña)
Un manifestante enseña la bandera de España a la policía tras las cargas frente a la sede del PSOE en Ferraz. (Sergio Beleña)

La concentración ha contado con el respaldo de Santiago Abascal y otros dirigentes de Vox. El líder de la formación ultraconservadora, de hecho, alentó este lunes una "movilización constante" en las calles contra Pedro Sánchez y la amnistía. La primera parada ha sido frente a Ferraz, donde el propio Abascal ha denunciado de nuevo el "golpe de Estado" contra la Constitución. "Tenemos el deber de estar en la calle", ha declarado, cuando la marcha todavía no había derivado en disturbios. También ha asistido el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, y el portavoz del partido en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith.Mientras, Ignacio Garriga, también de Vox, ha denunciado el uso de gases lacrimógenos contra los manifestantes de Ferraz. "En 2017 no se gaseó a quienes incendiaban las calles en Cataluña y actuaban como comandos terroristas", ha expresado en Twitter antes de señalar a Sánchez y Marlaska por "cargar contra quienes defienden la Nación".

La manifestación en Ferraz ha sido una más entre las movilizaciones en toda España contra la amnistía. Según la plataforma Revuelta, han sido hasta doce en diferentes ciudades de todo el país. El objetivo es que las convocatorias se repitan durante los próximos días. Vox ya ha asegurado que asistiría a cada una de ellas, aunque el PP no ha secundado esta estrategia. La única figura cercana a los populares que se ha personado fue Esperanza Aguirre el pasado viernes.

La de este lunes es la tercera ocasión en la que se producen concentraciones en la calle Ferraz desde que Sánchez pactó con ERC una ley de amnistía que favorecería a los procesados del 'procés' catalán, el traspaso de las competencias de Rodalies o la condonación de hasta 15.000 millones de euros de deuda del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) a Cataluña. En ningún caso hubo disturbios.

Las calles se incendian por la amnistía. La concentración convocada a las puertas de la sede del PSOE en Madrid, en la calle Ferraz, ha acabado con al menos tres detenidos por desobediencia y atentado contra la autoridad, según Delegación de Gobierno y fuentes policiales. La tensión se ha disparado cuando los manifestantes trataban de pasar el perímetro empujando las vallas y lanzando cristales contra la Policía, lo que ha provocado la intervención de los agentes de la Unión de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional, los conocidos como 'antidisturbios'. La manifestación ha sido disuelta con fuertes cargas, gas lacrimógeno, pelotas de goma y un amplío dispositivo policial que ocupaba varias calles. Entre los rostros políticos, el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha ocupado la primera línea al inicio de la protesta, mientras el líder de Vox, Santiago Abascal, permanecía en un segundo plano haciéndose fotografías con los asistentes.

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