El PSOE intenta acallar las críticas al pacto con ERC con dinero extra a las CCAA menos endeudadas

Detrás de la foto de Félix Bolaños y Oriol Junqueras sonriendo tras el pacto para investir a Pedro Sánchez hay, sobre todo, dinero. Hay transferencias directas, la gestión de Rodalies y una condonación de deuda que alivia las cuentas catalanas que ha provocado una sonora reacción por parte del PP y sus presidentes autonómicos. Ese escenario se contemplaba en los despachos del PSOE y el Gobierno en funciones. Por eso han intentado poner la venda antes de la herida y así está esbozado en el acuerdo firmado con ERC en lo que respecta a la financiación autonómica. En primera instancia, el texto habla de la tramitación "de una modificación legal de alcance general" para todas las comunidades, para hacer extensivo el perdón a la deuda catalana al resto de regiones. Pero no todos los territorios están en la misma situación que Cataluña.

Esta previsión responde a la situación financiera de la comunidad que preside Pere Aragonès, que acumula una deuda de 86.800 millones de euros a fecha de junio de 2023. Y tiene como principal acreedor al propio Estado, con 73.110 millones procedentes del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). El acuerdo prevé que la Administración General del Estado asuma unos 15.000 millones de euros de esa deuda, en torno al 20% del total. Pero no todas las regiones acumulan un nivel como Cataluña, ni todas se la deben al Estado. Por ese motivo, el texto de acuerdo contempla la posibilidad de "acudir a transferencias" para cancelar "deudas con terceros".

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Este matiz es importante para comunidades como Madrid, con una deuda superior a los 37.000 millones, pero solo 3.600 a cargo del Estado. El matiz en el acuerdo con ERC está pensado para casos como el madrileño, pero también en Asturias, Castilla y León o La Rioja tienen un bajo nivel de deuda, por lo que la fórmula catalana sí las beneficia. Hay otras comunidades, como Andalucía, que están en un término medio y podrían aprovechar la fórmula pensada para Cataluña, pero con un beneficio menor. Y hay territorios que lo agradecerían sobremanera, como es el caso de la Comunidad Valenciana, con una ratio entre deuda estatal y deuda privada muy similar a la catalana.

Esta disparidad tiene además una vertiente política, ya que el mapa autonómico está teñido de azul casi en su totalidad después de las elecciones del 28 de mayo, pero no todos los presidentes autonómicos del PP opinan lo mismo de la deuda, según informan Ana Belén Ramos y Fran M. Galbarro. Todos están en contra de las cesiones al independentismo, pero al valenciano Carlos Mazón una quita del 20% de su deuda le daría un importante balón de oxígeno. Como contraste, Juanma Moreno ha rechazado el perdón de dinero a cargo del Estado y ha reclamado hasta 33.000 millones entre el cálculo que hace la Junta sobre el déficit del sistema de financiación autonómica y una equiparación al dinero que se ahorrará Cataluña con esta quita.

El Gobierno ha ofrecido esta quita a todas las comunidades con el objetivo de apaciguar la reacción contraria al pacto con ERC y, de paso, mostrar las diferencias entre los barones del PP respecto a la medida. Como dijo Pedro Sánchez en el comité federal, los socialistas pueden hacer "de la necesidad virtud" y aprovechan que tienen poco poder territorial para evitarse críticas de sus propios dirigentes territoriales. La navarra María Chivite no está en la ecuación, porque su comunidad no está dentro del régimen común, y los pronunciamientos que han hecho el asturiano Adrián Barbón y el castellano-manchego Emiliano García-Page van encaminados a reclamar el mismo trato. García-Page, además, siempre se ha mostrado partidario de abordar este tipo de asuntos en un foro multilateral, como el Consejo de Política Fiscal y Financiera, y no en acuerdos entre el Gobierno catalán y el central.

Los detalles del reparto

El ministro Félix Bolaños, que ha sido el encargado de cerrar el pacto con ERC y lo ha desgranado en Barcelona, no ha dado pistas de cómo pretende el Gobierno articular esta propuesta. Fuentes del Ministerio de Hacienda y Función Pública avanzan que estos detalles no se conocerán hasta que Pedro Sánchez sea investido presidente, algo que en el PSOE mantienen que será la semana próxima. Los socialistas confían en que el traspié con Junts sea eso, un traspié, pero, en cualquier caso, no habrá detalles de esta medida de forma inminente.

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Entre las incógnitas que quedan, está también la fórmula que elegirá el Ejecutivo, si llega a formarse, para calcular cuánto le corresponde a cada comunidad para equipararlas con Cataluña. Las cuentas con ERC se han cifrado en el 20% de la deuda que la Generalitat tiene acumulada por acudir al FLA en la pasada crisis económica. Pero ese 20% no será lineal, "habrá cálculo para cada territorio", insisten desde Hacienda. "Al final, siempre logran café para todo el mundo", apuntan fuentes conocedoras de la negociación con ERC. Y ahí estará puesto el foco si Pedro Sánchez logra los apoyos para ser reelegido presidente.

En Hacienda, detallan que el cálculo para Cataluña es "una aproximación" y el argumento que incluye el pacto es que la quita es una forma de compensar el exceso de endeudamiento que tuvo que asumir el Govern durante la gran recesión. Con las comunidades que no fueron al FLA y se financiaron a los mercados es más complejo, añaden estas fuentes: "Necesitamos todos los datos y detalles". Y añaden otro matiz respecto a las ventajas de la quita, que no solo supone un menor pasivo, sino también el pago de menos intereses. "La subida de tipos también afecta a las administraciones, como a las familias", abundan desde el departamento que dirige María Jesús Montero. Por poner un ejemplo, en el proyecto del presupuesto andaluz para 2024, es la partida que más crece, con un 33%, frente al 2,5% que aumentan las cuentas.