La ausencia de Felipe VI abre la puerta a una investidura de Sánchez el 9 de noviembre

"Lo antes posible". El PSOE quiere que la investidura de Pedro Sánchez se resuelva de forma inminente y todas las pistas apuntan a que así será. La firma del pacto con Yolanda Díaz precipitó los movimientos y, desde entonces, todo se ha acelerado con la fecha puesta en la semana del 6 al 10 de noviembre. Y hay un detalle que puede ayudar a descartar alguna fecha y redondear las cábalas: el viaje de Estado de Felipe VI a Dinamarca. La relevancia de la presencia del monarca en España no es baladí, ya que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, debe acudir a Zarzuela para informar del resultado del debate. Y eso limita las opciones si todo sale como quieren en Ferraz y se cumplen los pronósticos más optimistas.

El monarca estará en el país escandinavo entre el lunes 6 y el miércoles 8 de noviembre, lo que coloca el 9 de noviembre como posible fecha para una votación exitosa. Es cierto que es festivo en Madrid capital, por el día de la Virgen de la Almudena, pero se trata de un obstáculo "salvable", apuntan fuentes del Congreso. Ese escenario dejaría el día 8 para la primera jornada del debate, con Sánchez defendiendo su proyecto para votar en la segunda sesión. Y se da por hecho que el líder socialista lograría la hipotética investidura en la primera votación, ya que el apoyo de los partidos nacionalistas e independentistas con los que negocia le permiten alcanzar la mayoría absoluta necesaria en primera instancia.

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Este calendario, además, permite que no haya colisiones entre un hipotético pleno del Congreso y el que ha fijado el Senado para el día 7 de noviembre. La Cámara Alta, con la mayoría absoluta del PP, ha fijado para el próximo martes una sesión de control al Ejecutivo que servirá para inaugurar la fiscalización al Gobierno. Será un nuevo capítulo de la estrategia popular de aprovechar esa primacía en el Senado para erosionar a Pedro Sánchez. Incluso en la semana en que los socialistas quieren colocar la investidura, a pesar de que el límite todavía queda lejos. El 27 de noviembre, si no hay acuerdo, quedan disueltas las Cortes y se convocan elecciones para el 14 de enero.

"A fecha de hoy no hay nada", explicaban el lunes fuentes de Ferraz. Y aunque ese sigue siendo el mensaje oficial, las conversaciones en los pasillos del Congreso durante la jura de la princesa Leonor eran de optimismo. A la firma del acuerdo con Yolanda Díaz le siguió el comité federal del sábado, un mensaje alto y claro a favor de la amnistía. Y 48 horas después, la foto de Santos Cerdán con Carles Puigdemont, que se esperaba para cuando el acuerdo con Junts estuviera avanzado. No hay pistas sobre el estado de las conversaciones, por esa ley del silencio que decretaron tanto el PSOE como sus socios potenciales, pero la sensación es que la investidura se acerca.

La Mesa del Congreso y la posterior Junta de Portavoces de este viernes pueden resolver la duda sobre la fecha de investidura

Fuentes socialistas y del Congreso explican que no es necesario que la consulta del PSOE a la militancia acabe para poner fecha al debate. La votación, a la que están llamados 172.000 afiliados, acaba el 4 de noviembre y los resultados se conocerán al día siguiente. Pero antes, este viernes 3, hay Mesa del Congreso y Junta de Portavoces. Esa agenda hace compatible el trabajo parlamentario con el anuncio de una fecha por parte de Francina Armengol, tras acordarlo con Pedro Sánchez. Y sobre este calendario planea también el registro de la ley de amnistía que, según los socialistas, es una petición de 56 diputados que están dispuestos a asumir. Ese medio centenar largo de diputados lo conforman Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, el PNV y BNG, según las cuentas del PSOE.

"El pacto está hecho"

El PSOE, internamente, ve que "el pacto está hecho", después que el secretario de Organización, Santos Cerdán, se reuniera públicamente el lunes con Puigdemont en Bruselas. Oficialmente, la dirección socialista se guarda aún las espaldas e insiste en que están "cerrando el acuerdo" con Junts, que incluye una ley de amnistía. Incluso con esta prevención, la sensación que transmiten es que se trata solo de los "detalles" para presentar el balance final de la negociación. El propio Cerdán abordó con Puigdemont las fechas de la investidura, lo que denota también que las conversaciones han culminado.

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Los socialistas ya apuntan a que el texto de la ley que amnistiará los delitos relacionados con los hechos del procés se hará público en los próximos días. Están dispuestos a registrarla en el Congreso antes de que se fijen los días en que Sánchez se someta a la confianza de la Cámara. Junts, que había reclamado un pago por adelantado, se conformaría solo que se presente cuando, reiteran en el PSOE, "se cierre" todo. Los socialistas también se abren a que sea una iniciativa con el resto de grupos que defienden la amnistía: ERC, Bildu, PNV y BNG. Con ellos se apuran los contactos durante estas horas, ya que Sánchez, además del apoyo de Sumar y JxCAT, necesita todos estos votos para lograr la investidura.

"Estamos intentando cerrar todo con todos", aseguran. Aunque el día estaba centrado en la princesa Leonor, la visita del número tres del PSOE a Puigdemont, este lunes, solo unas horas antes de este importante acto institucional, ha situado en el centro del debate esa fotografía y la amnistía. Felipe González ha hecho saber su rechazo. ¿Usted se habría prestado? "Por quién me toma", respondió a los periodistas. Y también se ha mostrado crítico Emiliano García-Page, que augura "fotos más graves en el futuro". "Me preocupa la situación que está viviendo España", añadió.

El impacto de la foto de Santos Cerdán con el expresidente de la Generalitat, fugado de la Justicia española, no esconde la unanimidad en el PSOE y en el PP de que habrá investidura la próxima semana. Aunque está pendiente la escenificación final del pacto con Junts, no se prevé que haya una imagen parecida con Pedro Sánchez. "No está contemplada, no ha sido tema de debate", señalan los socialistas. El PSOE ha tratado de restar importancia a que en la estancia donde el responsable de Organización se reunió con Puigdemont hubiera un cuadro del 1-O donde aparecen unos jóvenes con una urna. Un hecho que ha generado polémica, a pesar de que la foto distribuida por los socialistas se encuadró para que no apareciera la urna. "Es su despacho y nosotros acudimos allí, para nosotros no tiene la mayor importancia", destacan.