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El PP activa el control al Gobierno en el Senado y fija la sesión el 7 de noviembre
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A LA ESPERA DE LA INVESTIDURA

El PP activa el control al Gobierno en el Senado y fija la sesión el 7 de noviembre

Los populares utilizan su mayoría en la Cámara Alta para fiscalizar al Ejecutivo la misma semana en que podría celebrarse la investidura de Pedro Sánchez en el Congreso

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (i), junto al presidente del Senado, Pedro Rollán (c) y la secretaria general del PP, Cuca Gamarra (Eduardo Parra/Europa Press)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (i), junto al presidente del Senado, Pedro Rollán (c) y la secretaria general del PP, Cuca Gamarra (Eduardo Parra/Europa Press)

No había dudas de que el PP, tras el resultado del 23-J, iba a convertir el Senado en su atalaya para intentar torpedear los planes de Sánchez. A Feijóo no le dieron los números en el Congreso para llegar a la Moncloa, pero sí logró una mayoría absoluta en la Cámara Alta que, como mínimo, puede poner palos en las ruedas al todavía Ejecutivo en funciones. Aunque ha registrado diversas comparecencias y comisiones, el PP había esperado aún para fiscalizar al Gobierno en sesiones de control. Hasta ahora. Este martes, el Senado ha fijado para el próximo 7 de noviembre una sesión de control al Ejecutivo en funciones, la misma semana en que podría celebrarse la investidura de Pedro Sánchez.

La convocatoria, no obstante, podría quedar sin efecto en caso de que la presidenta del Congreso fije para ese día el debate de investidura de Sánchez. Lo que sí confirman ya fuentes de la Cámara Alta es que, si se celebra el pleno en el Senado, el líder socialista no acudirá. Precisamente, el PSOE maneja como posibles fechas para la votación de Sánchez en el Congreso el 7 y 8 de noviembre, por lo que la primera sesión fiscalizadora al Gobierno desde hace meses podría celebrarse sólo unas horas antes de la investidura del líder socialista.

Foto: Santos Cerdán y Carles Puigdemont, en Bruselas. (PSOE)

El calendario, no obstante, sigue siendo una incógnita. Pero hay algunas claves que hacen posible el escenario de que Sánchez pida la confianza de la Cámara Baja la próxima semana. Primero, porque el secretario general de los socialistas ha convocado una consulta a sus bases sobre sus pactos de Gobierno cuyo plazo finaliza el próximo 4 de noviembre. Y, segundo, porque con el refrendo de la militancia y la amnistía ya encima de la mesa, lo ideal para el PSOE sería colocar el debate entre el final de la mencionada consulta y el congreso de los Socialistas Europeos, que se celebra en Málaga los días 10 y 11 de noviembre.

El PP ha tardado casi un mes y medio en dar el paso de convocar las sesiones de control en el Senado, a pesar de la denuncia constante de que el Congreso haya congelado la fiscalización al Ejecutivo durante semanas, pese a que las Cortes se constituyeron formalmente el pasado 17 de agosto. Con la mayoría absoluta de la que goza en la Mesa del Senado, el PP podía fijar cuando quisiese las sesiones de control en la Cámara Alta, pero en primera instancia decidieron esperar a que se clarificase el calendario de investidura de Pedro Sánchez. Finalmente, no ha sido así.

Foto: La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, en la sede de Génova (EFE/Daniel González)

Si finalmente se celebra la sesión, el PP contará con diez turnos de preguntas para interpelar a los miembros del Gobierno, que irán dirigidas casi exclusivamente a la polémica tramitación de la ley de amnistía, sobre todo después de que Sánchez reconociese a viva voz que aprobará la medida de gracia "por España", y a cambio de un nuevo Gobierno liderado por PSOE y Sumar. La decisión se ha tomado sólo unas horas después de que Cuca Gamarra avanzase en la sede de Génova que el PP haría una oposición "por tierra, mar y aire" a Sánchez y a la posible ley de amnistía.

Feijóo, que asume ya su papel como líder de la oposición, endurecerá la presión al PSOE por todas las vías. Más allá del relato, los populares trabajan ya en el armazón jurídico para tratar de frenar la amnistía no sólo en los tribunales, sino también en el Senado, donde los populares tienen posibilidad de, al menos, ralentizar la tramitación de la medida de gracia. Este mismo lunes, Sánchez ha puesto la última piedra hacia su investidura tras enviar a su secretario de Organización, Santos Cerdán, a Bruselas para tender puentes con Carles Puigdemont.

No había dudas de que el PP, tras el resultado del 23-J, iba a convertir el Senado en su atalaya para intentar torpedear los planes de Sánchez. A Feijóo no le dieron los números en el Congreso para llegar a la Moncloa, pero sí logró una mayoría absoluta en la Cámara Alta que, como mínimo, puede poner palos en las ruedas al todavía Ejecutivo en funciones. Aunque ha registrado diversas comparecencias y comisiones, el PP había esperado aún para fiscalizar al Gobierno en sesiones de control. Hasta ahora. Este martes, el Senado ha fijado para el próximo 7 de noviembre una sesión de control al Ejecutivo en funciones, la misma semana en que podría celebrarse la investidura de Pedro Sánchez.

Partido Popular (PP)