Sánchez y Díaz devuelven el foco a Andalucía para rebajar la tensión por la amnistía

Pedro Sánchez inició el camino a su investidura -la cuarta que afronta- en Sevilla, en "el corazón del PSOE". Lo continuará este sábado en Granada aprovechando la cumbre de la Comunidad Política Europea, que comenzó este jueves en la ciudad de la Alhambra. Entre un acto y otro, el presidente del Gobierno en funciones y la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, han escenificado el inicio de sus conversaciones para intentar reeditar la coalición. Los socios del Ejecutivo insisten en que su prioridad ahora es cerrar el programa y, después, el reparto de ministerios. Pero sobre toda la negociación planean las exigencias de los independentistas, que tienen la llave de la mayoría. Y en ese contexto se entienden las dos visitas de Sánchez a Andalucía en una semana, complementadas además por la que protagonizará Díaz, que acudirá este sábado a Cádiz.

Desde la misma noche del 23 de julio, el foco está puesto sobre Cataluña, sobre todo al constatarse que los 7 diputados de Junts son claves para Sánchez. Esa es la principal novedad de la XV legislatura, ya que en la pasada, los de Puigdemont no participaron del bloque de gobernabilidad. La aritmética los hace imprescindibles para la investidura y todo el debate gira alrededor de la amnistía. El PSOE ha dejado correr el tiempo mientras Alberto Núñez Feijóo intentaba su investidura, pero el perdón a los implicados en el procés es la clave de bóveda de este proceso. Sin embargo, Pedro Sánchez no eligió Barcelona, donde gobiernan ahora los socialistas con Jaume Collboni al mando, para activar su nuevo intento por seguir en Moncloa. El lugar elegido fue La Rinconada, en Sevilla.

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Esta localidad de unos 40.000 habitantes es el nuevo fetiche del PSOE andaluz. Es el único municipio de ese tamaño que se salvó de la marea azul de las andaluzas de junio de 2022 y su alcalde, Javier Fernández de los Ríos, es ahora el líder de los socialistas sevillanos. La andaluza es la mayor federación del partido del puño y la rosa y de allí procede la número dos del partido, María Jesús Montero. Pero el viejo PSOE andaluz, no hace tanto una máquina de ganar elecciones, vive su propia travesía por el desierto. El invierno electoral de los socialistas andaluces hay que buscarlo en el caso de los ERE y el desgaste de décadas de gobiernos ininterrumpidos en la Junta. Además, entre los cuadros del partido admiten que su electorado es, junto con el extremeño y el castellanomanchego, el más refractario a los acercamientos del PSOE al nacionalismo catalán.

La estrategia de Pedro Sánchez, casi desde su llegada a Moncloa, en mayo de 2018, pasaba por un plan de pacificación en Cataluña. "Diálogo" y "convivencia" son las palabras que más se escuchan entre los distintos portavoces. Y hay un convencimiento en todo el partido de que esa táctica ha sido clave en la resurrección del PSC, que languidecía ante el avance de Cs hasta que Salvador Illa logró reverdecer viejos éxitos. En el PSOE andaluz también apoyaban esa estrategia, convencidos del olfato político de Sánchez, aunque admitían en privado que esa decisión podría tener consecuencias en la comunidad más poblada del país.

Responsables andaluces de PSOE y Sumar entienden el viraje hacia Andalucía como una apuesta por equilibrar con la apuesta catalana

Un dirigente del PSOE andaluz confía en que, ahora, después de lograr el objetivo en Cataluña, Ferraz devuelva el foco a Andalucía. La resaca del Comité Federal de octubre de 2016 y las primarias de mayo de 2017 se ha prolongado casi durante un lustro. Desde noviembre de 2021, el PSOE andaluz está totalmente alineado con las premisas de Sánchez, pero hasta las elecciones municipales del pasado mayo todavía quedaban en Andalucía flecos del susanismo.

A la celebración de dos actos de partido en Sevilla y Granada hay que sumar un gesto en el Senado con el líder de los socialistas andaluces, Juan Espadas. El exalcalde de Sevilla, que ocupa escaño en la Cámara Alta por designación autonómica, será nombrado portavoz del PSOE en la comisión general de las Comunidades Autónomas. No es casualidad, ya que se trata del foro que el PP quiere utilizar desde el Senado para desgastar a Sánchez en su negociación sobre la amnistía. Espadas quiso sacar pecho de la herencia autonomista del PSOE andaluz al proponer una revisión del nivel de autogobierno que permite el Estatuto andaluz de 2007 y en ese contexto hay que entender su nombramiento.

En el otro lado de la mesa del Consejo de Ministros han apostado por una estrategia similar. En contraste con Sánchez, que no acudió a Andalucía en toda la campaña, Yolanda Díaz sí que lo hizo. Estuvo en Sevilla y, después, en Cádiz, en un acto que quedó desdibujado por las protestas de un sector de los trabajadores del metal. Y a la capital gaditana vuelve ahora la ministra de Trabajo. La representante de Sumar en la Mesa del Congreso, Esther Gil de Reboleño, hará de anfitriona para su jefa de filas, que tardó tres años en visitar Andalucía desde su entrada en el Ejecutivo.

"Tenía que ir a Andalucía porque el marco de la investidura está demasiado descompensado en favor de la amnistía", expresa un dirigente de Sumar para explicar el motivo de la visita de Díaz. Sumar logró el 23 de julio los mismos 6 escaños que Unidas Podemos tenía en la comunidad más poblada del país. El botín no es pequeño si se atiende al retroceso que ha sufrido el espacio y a los coletazos de la crisis que vivieron los distintos partidos de la coalición antes de las andaluzas de junio de 2022. La apuesta de los dos partidos del Gobierno por centrar sus actos en Andalucía responde a una necesidad por destensar el debate sobre la amnistía y poner el foco en la región donde se elige el mayor número de diputados del Congreso, con 61 asientos.

Moreno y Espadas, en Cataluña

Por contra, mientras Sánchez y Díaz regresan a Andalucía para rebajar la tensión, los líderes andaluces del PP y del PSOE viajarán este viernes a Cataluña en su disputa por el debate territorial. El presidente andaluz y barón del PP, Juanma Moreno, estará en Barcelona, donde será reconocido como Andaluz del año por la Casa de Andalucía en la comunidad. Además, el sábado acompañará al presidente de su partido, Alberto Núñez Feijóo, en la manifestación convocada por Societat Civil Catalana contra la amnistía. Allí también coincidirá con Santiago Abascal y otros miembros de la cúpula de Vox, aunque el PP regional no ha convocado a sus militantes como sí hizo en el acto de Madrid.

Tras confirmar Moreno su asistencia a la manifestación, el secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, anunció una visita a Barcelona para mantener varios encuentros con entidades culturales y, sobre todo, con el PSC. Espadas se reunirá con el líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, para mostrar su apoyo a las negociaciones de Ferraz con los independentistas y consolidar su propuesta de un debate "constructivo" frente al presidente andaluz, al que acusa de "contribuir a la crispación".

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El viaje responde a la ofensiva iniciada por el PSOE andaluz hace dos semanas para poner en cuestión el andalucismo de Juanma Moreno. Los socialistas andaluces pidieron abrir un grupo de trabajo en el Parlamento autonómico para posicionar a Andalucía en el debate territorial y avanzar en autogobierno, pero recibieron el voto en contra del PP, lo que les dio un aval para marcar diferencias. Desde entonces, buscan situar a los populares junto a Vox en el debate territorial, una fórmula que ya les funcionó el 23-J. "Los resultados en Cataluña y en Andalucía fueron determinantes para el posible gobierno de Pedro Sánchez", recordó Espadas antes de su visita a Barcelona, escenario de la competición por sacar la bandera andaluza.