Sánchez fija como primer "hito" de su investidura un pacto con JxCAT y ERC para presidir el Congreso

El primer paso del PSOE tras el 23-J será buscar un acuerdo con los partidos del bloque nacionalista e independentista que le permita retener la presidencia del Congreso de los Diputados y asegurar una mayoría progresista en este órgano. El siguiente "hito", según lo definen en la Moncloa, o "la primera parada", como lo denominan en Ferraz, que determinará en buena medida el proceso para la investidura. Sin un acuerdo previo, las opciones de llegar a un pacto para la investidura se reducirían, quedando manifiesta la falta de voluntad de las partes. Y aunque finalmente esta saliese adelante, la gobernabilidad de la XV Legislatura sería todavía más endiablada con las llaves de la Cámara Baja en manos de la oposición.

El apoyo de los siete diputados de JxCAT no sería imprescindible para que los socialistas retengan la presidencia, siempre que no uniesen sus votos a los del bloque de la derecha y se asegurasen los de Sumar, ERC, EH Bildu, PNV y BNG. Sin embargo, se tanteará la disposición del partido de Carles Puigdemont. No solo para abrir el camino de cara a las posteriores negociaciones de investidura, sino para garantizar que se cierra la puerta a una mayoría conservadora y, como gesto de buena voluntad, avalando que los posconvergentes conformen un grupo parlamentario propio.

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Ni JxCAT ni ERC cumplen los requisitos del reglamento de la Cámara para constituirse automáticamente como grupo parlamentario, al no alcanzar el 15% de sufragios en todas las circunscripciones donde se presentaron a las elecciones. En caso de que lo solicitasen igualmente, la decisión final sería de la Mesa del Congreso. Entre otras funciones, el presidente interpreta el reglamento, está al frente del pleno, así como de las reuniones de la Mesa y de la Junta de Portavoces, y ostenta un papel crucial para gestionar la marcha de la actividad parlamentaria.

De la prioridad de incluir a JxCAT en un pacto para la elección de los miembros de la Mesa del Congreso, aunque no sería estrictamente necesario, da cuenta que en las últimas horas ya se han mantenido contactos informales. También con ERC, según ha podido saber este diario. Una primera aproximación que se ha limitado a estas dos formaciones. La máxima pasa por dar un trato igualitario a Junts y los republicanos, para que los primeros no sean percibidos como socios de segunda frente a los republicanos. Con todo, y más allá de las relaciones durante esta legislatura, ERC está más cerca del PSC por los pactos poselectorales tras las pasadas elecciones municipales. Este mismo martes, los socialistas catalanes dieron entrada a ERC a su Gobierno en la Diputación de Barcelona, ya constituido.

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En Ferraz, apuntan a Patxi López, actual portavoz del PSOE, como interlocutor, pero otras fuentes señalan que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que fue cabeza de lista por el PSC, también se está implicando en dichas conversaciones, centrándose en las formaciones catalanas. Otros potenciales socios, que aspiran a un acuerdo para la presidencia del Congreso señalando que "no hay otra alternativa", trasladan que todavía no han tenido contactos.

El PSOE intentará desplazar todo el foco a los grupos parlamentarios. Al menos hasta el próximo 17 de agosto, cuando se constituirán las Cortes Generales. El espacio donde estos últimos cuatro años se ha sostenido la gobernabilidad de una coalición en minoría con sus socios nacionalistas e independentistas. El presidente en funciones tendrá unos días de vacaciones hasta la constitución de las Cortes, siguiendo la estrategia de trasladar la iniciativa a Alberto Núñez Feijóo para que se retrate aislado junto a Vox. Dejar correr el tiempo durante el mes de agosto, encapsulándose sin descolgar teléfonos, con el fin de que el resto de formaciones "analicen y reposen los resultados". "Ahora los protagonistas son los grupos parlamentarios", insisten desde la Moncloa.

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Desde el Gobierno, quieren aplazar las negociaciones formales para la investidura y trasladar la presión sobre el bloque nacionalista e independentista, confiando así en rebajar el precio de su necesario apoyo para reeditar la coalición. El bloqueo no forma parte de su lectura. Una "hipótesis", según fuentes del Ejecutivo, que no se producirá porque creen que el mensaje de las urnas va en dirección contraria.

Líneas rojas

Su baza es el "rechazo a la involución y el retroceso", que identifican con un Gobierno de PP y Vox. Sin embargo, en referencia a las reclamaciones de las fuerzas independentistas, como la celebración de un referéndum de autodeterminación, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, remarcaba este lunes tras el Consejo de Ministros que en esta legislatura se habría demostrado que la acción política respecto a Cataluña "solo cabe en el marco de la Constitución". En la misma línea se manifestaba la vicesecretaria general de los socialistas y ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, defendiendo que "el diálogo siempre se puede abrir camino" y que el PSOE es la formación idónea para "arbitrar consensos" e "impulsar la convivencia".

Lo que descartan los socialistas es buscar acuerdos con el PP para repartirse la Mesa del Congreso, después de que Alberto Núñez Feijóo sugiriese pactos de centralidad. Desde la Moncloa, ironizan que no se opondrían a que los populares desbloqueasen la renovación del CGPJ. Tanto es así que ni siquiera habrá encuentro entre el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, tras las elecciones generales del 23-J.

El líder de los populares alentó esta reunión tras un intercambio de mensajes la noche del domingo con el secretario general del PSOE, en el marco de intentar su investidura, cuya única vía pasaría por la imposible abstención de los socialistas. Un escenario que el PSOE ni se planteó durante la campaña, y mucho menos tras los resultados del 23-J. Fuentes del equipo del presidente niegan que Sánchez y Feijóo se emplazasen a hablar tras el recuento del voto CERA, este viernes. "En ningún caso hay un compromiso de reunión", afirman estas fuentes.