Feijóo alienta un motín en el PSOE y relega el pacto con Vox a "la última opción"

Alberto Núñez Feijóo llega a la jornada de reflexión agotado. La convocatoria electoral fue tan repentina que no hubo tiempo para descansar tras la carrera del 28-M. Ha pasado más de 100 días en la carretera. Miles y miles de kilómetros, decenas de ciudades, pueblos, gasolineras, aeropuertos, bares. Ahora restan poco más de 24 horas para conocer el desenlace. Aunque se fantaseó con la mayoría absoluta, ese escenario está más que descartado en Génova. Pero el objetivo sigue siendo cruzar la frontera de escaños necesaria para lograr "un Gobierno de una pieza". Sin carteras para Vox. Con las urnas a punto de abrirse, el PP firma un resultado que ronde los 155 diputados. A una veintena de la absoluta. Suficiente, dicen, para evitar la coalición.

Si se cumple ese pronóstico, Feijóo llamaría al PSOE en primer lugar, "aunque le moleste a Vox". Pero espera que el interlocutor no sea Pedro Sánchez. Con él, aseguran en Génova, sería imposible negociar. Menos aún pactar. En los últimos días de campaña, la dirección del PP ha echado leña a la tesis de un eventual relevo del candidato socialista. Apelan en este caso a las baronías para moverle la silla a Sánchez si este optase por resistir. Las últimas encuestas publicadas apuntan a que el jefe del Ejecutivo perderá las elecciones, pero no se dejará demasiados asientos por el camino. Podría finalizar la noche, según la demoscopia, en el entorno de los 110 escaños. Solo diez por debajo de su resultado de 2019.

TE PUEDE INTERESAR

Feijóo enmienda la "vileza del sanchismo" y avisa: "O los arrasamos, o gobernarán"

Ana Belén Ramos

En Génova apuntan también a que el PSOE no bajará en exceso porque estas elecciones se alimentará del voto situado a su izquierda. Creen que Yolanda Díaz no levanta cabeza y no logrará reeditar siquiera el resultado de Podemos en las últimas generales. Pero insisten en la idea del motín en las filas de los socialistas. "Sería inconcebible que alguien que ha sido presidente del Gobierno y pierde las elecciones se quede en la oposición", azuzan. Ven como un "riesgo" para sus intereses la continuidad de Sánchez, sobre todo si el partido no encuentra a un perfil dispuesto a comenzar el mandato con un mínimo de cuatro años en la oposición por delante.

Durante la campaña, Feijóo ha dejado infinidad de mensajes en este sentido. Ya hizo toda una declaración de intenciones cuando anunció, durante la presentación del programa electoral, que llamaría a los barones del PSOE para negociar una investidura y pedirles que presionasen a Sánchez para forzar una abstención si este se negaba. En su entrevista con El Confidencial, el presidente de los populares destacó también la "amistad entrañable" que le une a varios presidentes socialistas, como Lambán o Vara. Reforzó estos mensajes con el apoyo de Felipe González, que ha defendido públicamente que se deje gobernar al más votado "a cambio de nada". Y aseguró en El Español que se sentía más "cercano" a dirigentes como a Emiliano García-Page que a Vox.

TE PUEDE INTERESAR

"Consultaré a Felipe González de forma intensa si soy presidente del Gobierno"

Ana Belén Ramos Pilar Gómez Fotografía: Biel Aliño Vídeo: Ernesto Torrico

En el PP alienta en público y en privado la idea de una "refundación" del PSOE tras el 23-J. Un partido, dicen, que recobre "el sentido de Estado" y priorice la estabilidad al bloqueo, aunque no sea la fuerza ganadora. Durante el cara a cara del pasado 10 de julio, Feijóo ofreció a Sánchez firmar un documento en el que ambos se comprometiesen a dejar gobernar al que tuviese más votos. Ahora puntualiza. "Yo le he hecho esa oferta al Partido Socialista, no a Sánchez. Tengo la certeza de que el PSOE se va a reconstruir", insistió este viernes durante la última entrevista electoral en COPE.

Suceda lo que suceda a su izquierda, lo que el PP también tiene claro es que, de confirmarse un resultado superior a los 150 diputados, agotaría todas las vías antes de firmar un pacto con Santiago Abascal. "Vox es la última opción", sintetizan en la dirección del partido. El escenario a priori insalvable es el de una primera investidura fallida —se precisa mayoría absoluta— y buscar después la abstención de los grupos en segunda votación, en la que el candidato popular solo necesitaría más síes que noes para armar un Gobierno en minoría y en solitario.

TE PUEDE INTERESAR

Feijóo anuncia una reforma legal para prohibir elecciones en verano

Ana Belén Ramos

Como publicó El Confidencial, la intención de Feijóo, en caso de victoria el 23-J, es la de sentarse con todos los grupos que conforman el arco parlamentario en busca de apoyo. La única excepción es Bildu. Eso significaría que intentaría una audiencia con los líderes de fuerzas independentistas, como ERC o Junts. Los lazos con el PNV son más estrechos y también buscará una abstención de los nacionalistas vascos. El marco que planteará a los grupos es el de elegir entre "Feijóo solo, o con Abascal". La repetición electoral no es una opción. Si le niegan una abstención, el PP tendría el relato de que ni el PSOE ni el resto de partidos le han dejado más opción que el pacto con Vox, sin cerrar la puerta a un Gobierno bicolor.