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Yolanda Díaz fía la campaña a las políticas laborales ante el atasco para armar su programa
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Elecciones generales 23-J

Yolanda Díaz fía la campaña a las políticas laborales ante el atasco para armar su programa

Las medidas no estarán listas antes de mediados o finales de la próxima semana y sus aliados dicen que van tarde. Sumar se centra en "las cosas del comer" y evita la batalla cultural

Foto: Yolanda Díaz en la presentación de candidaturas. (EFE/Sergio Pérez)
Yolanda Díaz en la presentación de candidaturas. (EFE/Sergio Pérez)

El puzle de una quincena de partidos ha sido muy difícil de armar para Yolanda Díaz, pero el desarrollo de su programa electoral no se queda atrás. Distintas fuerzas alineadas con la vicepresidenta y profesionales que participaron en la redacción de las primeras ideas reconocen que van "mucho más despacio" de lo que les gustaría, pese a que el calendario apremia. Afirman que "en los próximos días" se abrirá a la participación de los partidos, aunque algunos como Compromís o los comunes cuentan con recetas propias. El grueso de las energías ha estado concentrado en las negociaciones sobre recursos económicos y repartos en las listas y Sumar apuró hasta el lunes, día en el que expiraba el plazo legal para presentar las candidaturas, para dar por cerrados algunos de los nombres.

El programa en su conjunto, apuntan, difícilmente estará listo antes de mediados o finales de la próxima semana. Hasta ahora, Díaz y los portavoces de Sumar han ido desgranando anuncios, píldoras concretas sobre sus recetas, fundamentalmente en materia de políticas laborales, económicas y fiscales, que, además, son las más esbozadas por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo por su experiencia en el Gobierno.

Foto: Yolanda Díaz y Aina Vidal. (EFE/Mariscal)
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En esta línea va su propuesta para reducir la jornada laboral por ley a 37,5 horas en 2024, y para seguir rebajándola, progresivamente, hasta las 32 horas. Que los comunes reafirmaran su compromiso con el referéndum de autodeterminación, el jueves, fue considerado por Sumar como una "confusión", una interpretación errónea de los medios, y reiteraron que el partido de Ada Colau no se había movido de sus posiciones de 2019. Sin embargo, el programa de 2021 de los comunes seguía apostando por un referéndum, y hoy la línea es más difusa. Pasa por respetar un acuerdo —en genérico— que surja de la mesa de diálogo, que no volverá a reunirse si revalidan el Gobierno. Fue un golpe para la formación, en una campaña en la que Díaz quiere hablar de lo tangible, de la política que afecta al día a día.

Fuentes del entorno de la vicepresidenta afirman que los usos del tiempo, el coste de la vida, el feminismo y la crisis ecológica serán ejes fundamentales de su campaña a las elecciones generales del 23-J. Aunque tampoco están cerradas todas las medidas concretas en estas materias; el periodo de aportaciones de militantes se cerró el 5 de junio, y, cuando proyectaron su calendario, contaban con tener tiempo para deliberar, revisar, extractar o ampliar sus propuestas, pero hoy los tiempos son otros. María Eugenia Rodríguez Palop, responsable del programa, coordina los trabajos para extractar los documentos y para hacer "más claras" las medidas. Ni Díaz ni el resto de portavoces darán alas a la "guerra cultural" que siempre les ha reclamado Podemos, al menos, de forma explícita, y se centrarán en vender las políticas ya impulsadas, como las subidas de SMI o la reforma laboral, y, sobre todo, las que quiere desarrollar.

Foto: Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno. (APIE)
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La líder de Sumar, además, ya ha entrado en campaña contra el PSOE, con Pedro Sánchez y Nadia Calviño en su diana. El jueves, en Santander, cargó contra la propuesta del PSOE de vincular por ley el SMI al salario medio: por una parte, defendió el marco del diálogo social y, por otra, afirmó que el "candidato del PSOE, se ha quedado corto" con su propuesta. El martes, reprochaba a Sánchez sus críticas al feminismo de Irene Montero —"Cuidado con lo que decimos"—, y cargaba contra la vicepresidenta primera y némesis de su espacio político desde el arranque de la legislatura. Atrás quedaron los tiempos del ticket electoral con el jefe del Ejecutivo, que trata de concentrar todo el voto útil en su partido, quitarle el oxígeno político a la formación. Díaz es la principal integrante del Gobierno identificada con la subida del SMI, la reforma laboral o la búsqueda de nuevas recetas para abaratar las hipotecas y la cesta de la compra, y lo está utilizando.

Más allá de su plan para hacer permanente el impuesto a las grandes fortunas, o para incrementar el gravamen de sociedades, Sumar ha propuesto un bono de emergencia de 1.000 euros por hogar con hipoteca variable, a pagar por la banca, para ayudar a las familias a paliar el golpe por la subida de los tipos de interés. El desglose de esta medida corrió el miércoles a cargo del gurú económico de Díaz, Carlos Martín, número seis en las listas al Congreso por Madrid y hasta ahora responsable económico de CCOO. Martín hizo este anuncio durante una entrevista en La Sexta, días después de que empezase a lanzar pequeños detalles, sumados al goteo de fichajes para su campaña.

Foto: Yolanda Díaz. (EFE/ J. J. Guillén)

El martes, Díaz planteó que la jornada laboral finalice a las 18.00 horas, además de prometer a los autónomos "los mismos derechos y protección" de los que ya gozan el resto de trabajadores. El viernes, la vicepresidenta se extendió en un acto oficial sobre la importancia de flexibilizar y reducir la jornada, usando para ello un estudio auspiciado por el ministerio, el germen de la frustrada ley sobre los usos del tiempo y la racionalización horaria, que no se verá reflejado en ninguna norma esta legislatura.

Durante los últimos meses, en paralelo a su gira por España, decenas de expertos han contribuido a redactar 35 documentos temáticos que sustentan su "proyecto de país", y que son un punto de partida para desarrollar el programa. Algunos, como el que se refiere al feminismo, en teoría uno de los ejes de la campaña, apenas recogen propuestas genéricas, como un pacto de Estado por los cuidados. Por eso, desde el equipo de la vicepresidenta reconocen que ahora toca asegurar posiciones con "los costes de la vida, las hipotecas y la economía", algunas de las materias que más han trabajado, mientras cierran el documento global.

Foto: Yolanda Díaz durante un acto en una imagen de archivo. (REUTERS/Juan Medina)

Por lo pronto, Díaz lanzó el miércoles las candidaturas al 23-J en un formato bastante inusual; con los cabezas de lista y los números dos en casi todas las circunscripciones presentes —no estaba Alberto Rodríguez, exdirigente morado, y sí estaba la número tres de Más Madrid—, pero sin mencionar sus nombres, y sin que ninguno de ellos, mujeres en su mayoría, tomara la palabra. Hubo fotos, paseo, y un discurso de algo más de cinco minutos en el que Díaz presumió de contar con los mejores, unidos a pesar de sus respectivos "carnés" políticos, sin dar detalles.

La imagen de unidad fue lo más importante del acto. Sumar reunió a algunos de los candidatos de Más Madrid, comunes o Podemos, que han contraído una suerte de matrimonio forzoso tras años de división, y después de semanas de ataques de los morados. Ninguno de aliados de Díaz ha olvidado los vetos, exclusiones y bajas más o menos obligadas que han tenido que asumir durante 21 días de duras negociaciones, desde el adelanto electoral, pero ahora se afanan por vender que salen todos a una. En el centro, a ambos lados de Díaz, Aina Vidal, número uno por Barcelona, y Tesh Sidi, número tres por Madrid, representando a dos de sus grandes aliados, los comunes y Más Madrid.

Los fichajes de Álvarez y Jacinto no gustan en Podemos

En las últimas semanas, salvo para denunciar el veto a Irene Montero, Podemos ha rebajado al máximo su perfil público como partido, hasta casi borrarse del mapa, dejando a Díaz todo el protagonismo. Puertas adentro, eso sí, han molestado los fichajes de Nacho Álvarez y Alejandra Jacinto como portavoces de Economía y de Vivienda de Sumar. En el caso del primero, cerebro económico de Podemos, su rol se ciñe, de momento, al periodo de campaña. Y ambos mantienen sus cargos en el partido morado. Eso no ha impedido que hubiera voces que expresaran su disconformidad en la ejecutiva del lunes, según fuentes del partido de Ione Belarra.

Foto: Jaume Asens, Alberto Garzón e Ione Belarra. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Los morados realizarán un nuevo acto propio el sábado, por el derecho a la vivienda, con la participación de la propia Belarra y de Jacinto, para marcar perfil propio. Irene Montero, que esta semana volvió a tener agenda pública como ministra, no compartirá escenario con ellas. Su rol político futuro ha quedado supeditado a los resultados de Sumar el 23-J. La tensión y el enfado con Díaz no han desaparecido, pero esta semana el exvicepresidente y líder histórico morado, Pablo Iglesias, advirtió de que no verterá críticas contra la formación ni contra su líder en pleno ciclo electoral. Que Díaz negara el martes que existió un veto a Montero también los soliviantó, pero, de momento, afirman estar decididos a guardar las formas.

El puzle de una quincena de partidos ha sido muy difícil de armar para Yolanda Díaz, pero el desarrollo de su programa electoral no se queda atrás. Distintas fuerzas alineadas con la vicepresidenta y profesionales que participaron en la redacción de las primeras ideas reconocen que van "mucho más despacio" de lo que les gustaría, pese a que el calendario apremia. Afirman que "en los próximos días" se abrirá a la participación de los partidos, aunque algunos como Compromís o los comunes cuentan con recetas propias. El grueso de las energías ha estado concentrado en las negociaciones sobre recursos económicos y repartos en las listas y Sumar apuró hasta el lunes, día en el que expiraba el plazo legal para presentar las candidaturas, para dar por cerrados algunos de los nombres.

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