El feminismo clásico entra en campaña y advierte al PSOE: "No votamos traidores"

“Feminismo no vota traidores”, versa el vídeo difundido por la Alianza Contra El Borrado de las Mujeres. El destinatario es claro: piden a las mujeres que no voten a los partidos que forman parte del Gobierno de coalición. La titular de Igualdad, Irene Montero, siempre había sido el objetivo principal de sus críticas. Ahora han dado un paso más y señalan también al Partido Socialista, por participar en la aprobación de “leyes perniciosas para las mujeres”, refiriéndose a las normas del solo sí es sí y trans.

Apenas quedan seis días para los comicios municipales y autonómicos y la alianza no ha querido desaprovechar la ocasión. “Instamos a no entregar el voto a ningún partido que no se comprometa con salvaguardar los derechos de las mujeres y recuperar la senda de la agenda feminista”, señalan. Para ellas, ambas leyes mencionadas va en dirección contraria a los intereses del feminismo. “No merecen el apoyo de las mujeres quienes promueven la censura de quienes defienden las categorías deportivas, los espacios privados de las mujeres y la relevancia del sexo biológico para las políticas públicas”, expresan en su comunicado.

En apenas un minuto de vídeo, aseguran que no van a permitir que las "ignoren", que el feminismo "no vota misoginia" y que "ser mujer no es un sentimiento", lanzando un dardo claro a la norma a favor de las personas trans.

Ángeles Álvarez es un engranaje clave de la alianza y, además, fue una de las caras más visibles del feminismo socialista, además de exportavoz de Igualdad del PSOE. Álvarez arremetió en el mes de febrero contra su antigua formación. En una entrevista en Europa Press, aseguró que las mujeres socialistas se sentían “decepcionadas” por el apoyo del PSOE a la ley trans y del solo sí es sí. No obstante, hace un mes se aprobó la reforma presentada por los de Pedro Sánchez, pero el daño ya estaba hecho e intentar remendarlo no fue suficiente para ellas.

La división del movimiento feminista en España trae cola, más aún después de las polémicas por el fiasco de la ley del solo sí es sí y la recién aprobada ley trans. Esto provocó que el pasado 8 de marzo se celebrasen, por segundo año consecutivo, dos manifestaciones paralelas en el centro de la capital. Álvarez acudió a la concentración organizada por el Movimiento Feminista de Madrid, contraria a la actual líder de la cartera de Igualdad. En esta, se posicionaron contrarias a las políticas de UP con lemas como “Ser mujer no se elige”.

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Esta ruptura también es palpable dentro del propio Partido Socialista. Carmen Calvo, exvicepresidenta del Gobierno, se abstuvo en la votación de la ley trans y fue de las primeras en solicitar una reforma del solo sí es sí. Al final, las broncas del Gobierno tuvieron consecuencias en las calles. La participación se redujo con creces en comparación a años anteriores. La Delegación del Gobierno de Madrid cifró en 17.000 el número de asistentes a la convocatoria oficial y menos de 10.000 a la abolicionista.