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El PP pone el foco en las cuestiones de género para captar masa crítica del PSOE
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SITÚA EL TRASVASE EN EL 11%

El PP pone el foco en las cuestiones de género para captar masa crítica del PSOE

Feijóo se alinea con el feminismo clásico socialista y busca patrimonializar las banderas sociales y feministas de una izquierda quebrada por el solo sí es sí o la ley trans

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Borja Sánchez-Trillo)
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Borja Sánchez-Trillo)

En tan solo unos meses, Alberto Núñez Feijóo ha pasado de situar la economía como timón electoral a priorizar la vertiente más ideológica del partido, lo que en su día calificó como "debates estériles" ante las voces que, como Isabel Díaz Ayuso, instaban al líder popular a no ceder terreno a la izquierda en la guerra cultural. Pero el panorama ha cambiado desde entonces. Guiado por sus encuestas internas, el PP cree que existe un nicho importante de votantes socialistas descontentos con la agenda social de la coalición, empezando por la ley del solo sí es sí y siguiendo por la ley trans. "Es inédito que la derecha esté dando a la izquierda estacazos en materia de feminismo", sintetizan en la cúpula popular, una frase que, en esencia, guiará la estrategia de Génova de cara a las urnas.

El PP atisba que, en este momento, el trasvase del electorado de Sánchez a Feijóo se sitúa en el 11%, pero la dirección popular quiere aumentar ese porcentaje de aquí a las próximas elecciones generales, convencidos de que la clave para lograr esa "mayoría suficiente" a la que aspiran para no depender de Vox está en la capacidad de ampliar su base electoral hacia la izquierda. En Génova, aseguran también que perciben importantes fugas en la bolsa de votantes de Santiago Abascal, si bien reconocen que una de las principales fortalezas de Vox reside en su capacidad de fidelizar a sus electores.

Foto: Protesta convocada por NNGG del PP en Madrid contra la ley del solo sí es sí. (EFE/Eduardo Oyana)

En este contexto, el comité de dirección del PP ha constatado que el carro de la economía no cala electoralmente, o al menos no tanto como la polémica aplicación de una ley que ha rebajado la pena a cientos de agresores sexuales. De hecho, desde hace más de dos meses, resulta difícil encontrar una intervención de los principales portavoces populares, incluido el propio Feijóo, en que no se saquen a colación los efectos de una norma ya asumida por la parte socialista del Ejecutivo como una "equivocación", y que ha desatado una fuerte crisis entre PSOE y Unidas Podemos a cuenta de su modificación.

La ley del solo sí es sí ha servido al PP para erigirse como defensor de la "dignidad de la mujer" frente a la quiebra de la izquierda, ofreciendo sus votos a Sánchez para desmarcarse de Podemos y reformar la norma en el Congreso sin prebendas. El impacto social de la norma provocó también que el PP se replantease su rechazo a echarse a la calle para protestar contra el Gobierno, y ha organizado varias protestas contra la ley de Irene Montero en varios puntos de España. Como adelantó El Confidencial, el PP se volcará también el 8-M con un gran acto de partido, para el que pretenden contar también con asociaciones feministas tradicionales que repudian el solo sí es sí.

Foto: El portavoz socialista en el Congreso, Patxi López. (EFE/J. J. Guillén)

La demoscopia interna del PP ha detectado que existe un agujero importante de votos en las cuestiones de género, al entender que el PSOE ha dejado huérfano a un importante sector poblacional —especialmente femenino— por el terreno cedido a Podemos en asuntos como la ley del solo sí es sí, la ley trans e, incluso, el aborto. "Tenemos que morder al Gobierno con eso", se conjuran en el 13 de Génova, que intentará patrimonializar banderas que, hasta el momento, pertenecían sociológicamente a la izquierda. Una de las claves en esta hoja de ruta ha sido el acercamiento de Feijóo a la corriente del feminismo clásico que sobrevive en el PSOE, cuya cara más visible es la exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo.

En el PP, aseguran que el contacto con estas asociaciones es constante. Y fruto de esas reuniones, Génova ha levantado otra trinchera contra el Ejecutivo, en este caso por la ley trans. La aprobación definitiva de la norma implicó una derrota del PSOE frente a los planteamientos de Unidas Podemos tras varios años de pulso continuado entre los dos socios del Ejecutivo. Feijóo quiere morder en el carril que deja libre esa cesión a los planteamientos del socio minoritario de la coalición en la corriente del feminismo clásico que, entienden en el PP, representa a un amplio espectro de la sociedad que no avala el "borrado de mujeres" que, a juicio de estos sectores, promueve la nueva ley.

Foto: Centenares de personas participan en la manifestación convocada por Orgullo Crítico Madrid. (EFE) Opinión
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El líder popular no recurrirá al Tribunal Constitucional la norma, pero sí se compromete a derogarla si logra llegar a la Moncloa y redactar un nuevo texto de la mano de las mencionadas asociaciones feministas, de juristas y de médicos. Mientras tanto, el jefe de la oposición advierte de que la norma podría ser incluso "peor" que la ley del solo sí es sí, por la posibilidad de que los menores de edad puedan acudir al registro para cambiar de sexo sin necesidad de diagnóstico médico previo, y exige al jefe del Ejecutivo que aclare si él, particularmente, está "de acuerdo o no" con la ley actualmente vigente, consciente de las fisuras que genera la cuestión en el PSOE.

En las últimas semanas, el PP ha zanjado también otro de los grandes tabúes que han lastrado a la formación durante años: tras el fallo del Tribunal Constitucional, Feijóo avaló la ley de plazos como una norma "correcta" y reconoció el aborto como un "derecho" de la mujer en España, pese a las contradicciones de esta posición con las decisiones que se adoptan en territorios como Castilla y León, donde el PP gobierna en coalición con Vox. Génova se sobrepone a las críticas internas y considera "natural" que el PP "evolucione con la sociedad", pese a haber recurrido la ley del aborto hace 13 años. "No aceptaré ningún ataque a la dignidad de una mujer bajo las siglas del PP", resumió Feijóo.

En tan solo unos meses, Alberto Núñez Feijóo ha pasado de situar la economía como timón electoral a priorizar la vertiente más ideológica del partido, lo que en su día calificó como "debates estériles" ante las voces que, como Isabel Díaz Ayuso, instaban al líder popular a no ceder terreno a la izquierda en la guerra cultural. Pero el panorama ha cambiado desde entonces. Guiado por sus encuestas internas, el PP cree que existe un nicho importante de votantes socialistas descontentos con la agenda social de la coalición, empezando por la ley del solo sí es sí y siguiendo por la ley trans. "Es inédito que la derecha esté dando a la izquierda estacazos en materia de feminismo", sintetizan en la cúpula popular, una frase que, en esencia, guiará la estrategia de Génova de cara a las urnas.

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