El Congreso aprueba definitivamente las leyes de aborto y trans, con nueva abstención de Carmen Calvo
En plena crisis por los efectos de la ley del solo sí es sí, Irene Montero defiende las dos nuevas normas. La Cámara Baja también da su aval a la ley de empleo y a la norma de protección de los confidentes
La ley trans y la nueva ley del aborto ya tienen luz verde definitiva por parte del Congreso de los Diputados. El Senado dio su aval a estas normas hace una semana, pero han tenido que volver a la Cámara Baja para aprobar algunas modificaciones técnicas. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha tratado de ganar oxígeno este jueves, en mitad de la crisis sobre la reforma de la ley del sí es sí. Ha subido a la tribuna de oradores para defender dos de sus leyes de más peso político, pero no ha podido escapar de los dardos de la oposición. Hasta el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de viaje oficial en Viena, se ha referido a la crisis que azota al Ejecutivo, retando a Podemos a desvelar sus recetas para reformar la norma.
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, desviaban el foco de esta materia, mientras Montero reclamaba al PSOE que vuelva a la mesa de negociación para buscar una reforma pactada. El Congreso ha dado luz verde a la norma sobre el aborto con 185 votos a favor y 154 en contra; la ley trans no se ha votado en su conjunto, sino por enmiendas, y de nuevo ha contado con la abstención de Carmen Calvo.
Calvo, que ya rompió la disciplina de voto en diciembre, cuando la Cámara Baja dio su primer aval a la ley trans y la remitió al Senado, ya ha sido sancionada con una multa de 600 euros por el Partido Socialista, pero hoy fuentes socialistas no saben precisar si se expone a un nuevo correctivo, ya que, jurídicamente hablando, no se ha votado la ley, sino varias enmiendas. El miércoles, desde el grupo del PSOE no querían aventurar el sentido de su voto, pero afirmaron que no les preocupaba. En diciembre, cuando la ley se votó por primera vez, la decisión de Calvo fue más sonada, y después fue reproducida por una senadora socialista, Susanna Moll.
La nueva ley del aborto busca garantizar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en la sanidad pública y eliminar la exigencia del permiso paterno para las menores de 16 y 17 años, además de instaurar un permiso especial por regla incapacitante. Tras la polémica generada por el Gobierno de Castilla y León hace semanas, y la sentencia del Tribunal Constitucional que avala la anterior ley del aborto, el Ejecutivo central ha puesto los focos sobre esta materia para tratar de dejar en evidencia las costuras del PP, como también hacen desde Vox.
La ley trans, una de las más sensibles a la interna para la coalición, reconoce la autodeterminación de género (con aval judicial hasta los 13 años y con consentimiento paterno entre los 14 y los 16 años). También despatologiza oficialmente la transexualidad, prohíbe las terapias de conversión y desarrolla una serie de medidas para garantizar los derechos de las personas LGTBI.
Es tan sensible que, hasta el inicio de las rebajas de penas de agresores sexuales, que ya supera los 500 casos, la ley trans era la norma que más tensión había generado entre PSOE y Unidas Podemos, hoy enfrascados en una batalla aún más dura a cuenta de la reforma del sí es sí. "Va a haber resistencias a la aplicación de esta ley, como las hay y las ha habido con todas las leyes feministas", alertó Montero.
Desde la tribuna, invitados de colectivos trans celebraban, por segunda vez en la misma Cámara, la aprobación de la norma. Después del pleno, Montero ha acudido a fotografiarse con colectivos LGTBI a las puertas del Congreso. La ley de empleo, o la ley reguladora de protección de personas informantes de infracciones y de lucha contra la corrupción, que también lograron su aval este jueves, quedaban en un segundo plano.
La ley trans y la nueva ley del aborto ya tienen luz verde definitiva por parte del Congreso de los Diputados. El Senado dio su aval a estas normas hace una semana, pero han tenido que volver a la Cámara Baja para aprobar algunas modificaciones técnicas. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha tratado de ganar oxígeno este jueves, en mitad de la crisis sobre la reforma de la ley del sí es sí. Ha subido a la tribuna de oradores para defender dos de sus leyes de más peso político, pero no ha podido escapar de los dardos de la oposición. Hasta el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de viaje oficial en Viena, se ha referido a la crisis que azota al Ejecutivo, retando a Podemos a desvelar sus recetas para reformar la norma.