Sánchez rompe con Feijóo la tradicional interlocución sobre asuntos de la Corona

El Gobierno se apoyará este jueves en los votos del PP para sacar adelante la reforma de la ley del solo sí es sí. El acuerdo, que permitirá acabar con la rebaja de penas y las excarcelaciones de agresores sexuales, copará los titulares por la excepcionalidad de ver al PSOE y PP juntos en una votación en el Congreso. La relación entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, sin embargo, es inexistente incluso para los llamados temas de Estado. La Moncloa ha roto también la tradicional interlocución en asuntos relacionados con la Corona, según han confirmado fuentes de Génova a El Confidencial.

No hay reuniones periódicas, como sí ha ocurrido en anteriores etapas, entre emisarios de uno y otro partido. La Moncloa no informa al principal partido de la oposición sobre ningún asunto relacionado con Felipe VI o el Rey emérito. Solo se abordó la situación de la monarquía en el primer encuentro entre Sánchez y Feijóo en abril de 2022. Pocos días después, el Consejo de Ministros aprobaba un real decreto por el que se modificaba “la estructura y funcionamiento de la Casa del Rey” con medidas como que el Tribunal de Cuentas verificase las finanzas y se publiquen las contrataciones y procedimientos en la página web. Felipe VI también hacía público su patrimonio, cifrado en 2,57 millones de euros.

El líder del PP mantiene abierta una línea de comunicación directa con la Casa del Rey. Feijóo siempre ha expresado su máximo respeto y compromiso con la institución y ha lamentado públicamente que el Gobierno no utilice a Felipe VI para las políticas de defensa o las relaciones internacionales, dado que el monarca es el “mejor ministro de Asuntos Exteriores” que puede tener España. Tampoco ha dudado a la hora de defender que el emérito puede volver a nuestro país “cuando quiera”, dado que no tiene asuntos pendientes con la Justicia. El gallego comparte amigos con don Juan Carlos como el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, que pertenece también al círculo de Mariano Rajoy.

Con su antecesor, Pablo Casado, hubo numerosas conversaciones a raíz de la propuesta que la Moncloa hizo de reformar la inviolabilidad del Rey que recoge la Constitución. El título II establece que “la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”. El debate lo planteó el Gobierno a raíz de las investigaciones abiertas a don Juan Carlos sobre su patrimonio. Casado se negó, pero se siguió hablando para abordar medidas en pro de aumentar la transparencia en la institución conjuntamente con esta.

El exlíder del PP designó a Manuel Pizarro como interlocutor con la exvicepresidenta Carmen Calvo y, tras su cese, con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. Con anterioridad fueron el jefe de gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, y el veterano socialista José Enrique Serrano los que alimentaban la comunicación sobre la jefatura del Estado entre Gobierno y oposición.

Sobre la mesa estuvo una ley de la Corona que desde el PP de Casado se rechazó. Los populares apostaron siempre por que cualquier medida para una mayor rendición de cuentas de la monarquía se llevase a cabo mediante la legislación básica. Hasta el año pasado, el Gobierno no había descartado una reforma que, sin tocar la Constitución, modificase el estatus del monarca de forma que sus actos privados no gozasen de la prerrogativa constitucional.

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La mayoría de los ministros socialistas apoya actualizar la inviolabilidad del Rey como “gesto” de una nueva etapa, porque en ningún caso afectaría a don Juan Carlos, pero según fuentes del Ejecutivo “en estos momentos no está en la agenda”. Desde la Moncloa se ha ido modulando la crítica a la figura del emérito. Si en su primer viaje a Sanxenxo el discurso, con el presidente a la cabeza, era que debería dar explicaciones, ahora se ha optado por un discreto silencio. La consigna es no comentar “viajes personales”.

Los periplos de don Juan Carlos son una fuente de problemas para la Moncloa y la Zarzuela. Desde la embajada en Londres se ha trabajado, según confirman fuentes diplomáticas, para evitar que, como ocurrió en el funeral de Isabel II, los Reyes eméritos fueran invitados a la coronación de Carlos III. Don Juan Carlos hizo escala el martes en Londres antes de aterrizar en el aeropuerto de Vigo en la mañana de ayer. En principio habría acudido a un almuerzo con el monarca inglés, si bien no ha habido ninguna confirmación oficial.

Mientras la Moncloa opta por mantener al margen de las cuestiones que afectan a la jefatura del Estado al líder de la oposición, el PP siempre ha votado junto con el PSOE en contra de los intentos de abrir una comisión de investigación en el Congreso sobre don Juan Carlos. Hasta en 15 ocasiones han tumbado los socialistas de la mano del PP y Vox las iniciativas registradas por los socios de Sánchez. Lo último ha sido que ERC y Bildu han exigido una comparecencia de los ministros para dar cuenta del coste de los viajes del Rey emérito.