ERC y Bildu exigen comparecencias del Gobierno para aclarar cuánto cuestan las visitas del Rey emérito

La llegada del Rey emérito a España ha vuelto a levantar ampollas entre la izquierda. ERC y EH Bildu registrarán este miércoles dos peticiones de comparecencia de miembros del Gobierno, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Los aliados parlamentarios del Ejecutivo requieren que Bolaños aclare si la segunda visita del emérito desde que se marchó a Emiratos Árabes Unidos, en agosto de 2020, conlleva de algún modo el uso de recursos públicos.

En concreto, los grupos de Gabriel Rufián y Mertxe Aizpurua requieren que Bolaños responda sobre "los posibles gastos derivados de las visitas del Rey emérito Juan Carlos I en territorio del Estado". En lo que respecta a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, exigen que comparezca para ahondar sobre "las posibles cuentas pendientes con Hacienda" del padre del jefe del Estado. La Fiscalía del Tribunal Supremo archivó hace algo más de un año las diligencias de investigación abiertas sobre el patrimonio del emérito, si bien entre distintas fuerzas políticas, e incluso desde el ala socialista del Gobierno de coalición, siempre se le ha requerido que dé explicaciones sobre el origen de su fortuna, sin éxito.

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Juan Carlos aterrizó en avión privado en Galicia, pasadas las 13.30 horas, en una visita que generó estupefacción y enfado en la izquierda. La ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, la calificó de "esperpéntica" y "de vergüenza ajena", mientras el ministro de Consumo y líder de IU, Alberto Garzón, afirmaba que este retorno "está "absolutamente fuera de lugar", que "daña" la imagen de España y hasta a la monarquía. La imagen del emérito asistiendo a un partido de fútbol del Real Madrid en Londres, el martes, antes de partir rumbo a España, irritaba también a diputados de otras formaciones de izquierdas, aunque ERC y Bildu eran las primeras en mover ficha.

Desde Unidas Podemos, siempre críticos con el exjefe del Estado, tampoco planteaban iniciativas parlamentarias concretas. El rechazo de PSOE, PP y, en los últimos años, de Vox, ha impedido casi en una veintena de ocasiones, constituir una comisión de investigación para esclarecer las actividades del emérito.

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El socio minoritario, hasta el momento, no ha cruzado el umbral de las declaraciones: el martes, el presidente del grupo, Jaume Asens, consideró "desafortunado" este viaje. El secretario tercero de la Mesa, Javier Sánchez Serna, criticaba que "nunca respondió por sus fechorías", y los portavoces de ERC, Bildu, PNV, Más País o Compromís, también cuestionaron esta visita.

También el PSOE, que en la primera visita del emérito a España, hace un año, fue mucho más crítico, ahora prefería no pronunciarse. Delante de las cámaras y hasta fuera de foco, los socialistas esquivaban esta cuestión, y el portavoz en el Congreso, Patxi López, lo consideró una visita "privada", y rechazó hacer declaraciones. Hace escasos meses, en septiembre, el mismo portavoz sí emitía comentarios sobre la asistencia del emérito al funeral de Isabel II: "No sé yo si la Casa Real estará muy contenta con esta decisión", ironizó entonces.