Las fisuras por las que se cuelan en el Congreso casos como el del Tito Berni: "Es incontrolable"

La pregunta de "¿cómo nos ha podido pasar?" se ha hecho recurrente entre los miembros del PSOE desde que estalló el escándalo por el caso Mediador. Pero no solo. También entre los diputados de otros grupos parlamentarios se lanzan preguntas semejantes con notorio malestar por el daño a la imagen reputacional de todos los representantes públicos. Máxime, cuando se trata de un caso de corrupción en el que está trascendiendo una imagen poco edificante de la vida privada de un diputado, con fiestas, drogas y mujeres prostituidas, con el riesgo de generalización entre la opinión pública. Alimento de la antipolítica. Como consecuencia, un deterioro del "gobierno de los mejores" y escasos incentivos para que perfiles profesionales o académicos quieran aportar a la vida política.

"Acaba afectando a todos, no es solo un problema del PSOE", indica un diputado popular. Eso sí, en público se impone el "y tú más" como estrategia de confrontación entre socialistas y populares con el incentivo preelectoral. En la respuesta a cómo se cuela la corrupción en el Congreso, cuando el pasado viernes se sumó como imputado el diputado del PP Alberto Casero, hay más resignación dentro de los dos grandes partidos. "Es imposible de controlar", explica un ex alto cargo socialista y actual diputado.

Opinión

TE PUEDE INTERESAR

El caso pringoso de Tito Berni y la septicemia del Gobierno

Ignacio Varela

El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, asegura que "siempre hay controles" en la elaboración de las listas, pero que la vida privada de cada diputado se escapa a ellos. "Cuando la gente se va sola, nosotros no ponemos un policía ni utilizamos el Ministerio de Interior", ironiza en referencia al caso Kitchen del PP. Una dirigente socialista explica que siempre "advertimos a los diputados sobre extremar las precauciones", en referencia a las redes sociales y la imagen pública que puedan transmitir. El exdiputado, ahora expulsado del partido, ya fue diputado en VIII legislatura.

"Es un mal endémico", se resigna otro exdirigente del PP y actualmente con escaño de diputado. Con la imputación de Alberto Casero por contratos irregulares, quien unas horas después renunció a su acta en el Congreso, son ya dos los diputados investigados por corrupción, de PP y PSOE, en apenas dos semanas. La corrupción en el bipartidismo, que fue uno de los motivos que empujaron el nacimiento de la nueva política, lo que el 15-M acuñó como "PPSOE", vuelve a ocupar portadas e inundar la vida parlamentaria. Todo ello en un contexto preelectoral y cuando Pedro Sánchez presumía de que bajo su mandato había hecho desaparecer la corrupción entre los principales problemas señalados por los españoles en el CIS.

TE PUEDE INTERESAR

Alberto Casero renuncia a su acta en el Congreso tras ser procesado por el Supremo

Beatriz Parera Ana Belén Ramos

Las reacciones de sorpresa e indignación en el PSOE por el caso mediador se suceden por igual en la dirección o en diputados rasos que compartieron escaño con el ahora investigado por corrupción Juan Bernardo Fuentes Curbelo, apodado por la trama Tito Berni. Quienes lo conocieron más de cerca y compartieron con él cenas, incluida la que recoge el sumario de la investigación en el lujoso restaurante Ramsés con miembros de la trama, hablan ahora de una "doble vida" que desconocían por completo. Ni los actuales dirigentes del partido, ni quienes ocupaban puestos de responsabilidad entonces, dicen haber tenido sospechas ni detectado nada en los meses comprendidos entre 2020 y 2021 en los que, según la investigación judicial, el diputado canario desarrollaba sus presuntas actividades delictivas, valiéndose de su acta de parlamentario.

Un diputado del PP reconoce que estos hechos son reflejo de la sociedad y la condición humana. Al igual que hay periodistas de todo tipo, ejemplifica, también hay políticos de todo tipo. Un dirigente socialista tira también de símiles para explicar por qué no detectaron la implicación de Fuentes Curbelo en el caso Mediador. "Es como cuando un hijo tiene malas prácticas y los padres no acaban enterándose hasta mucho después". El ejemplo del hijo descarriado, sin embargo, no encaja entre algunos cargos del PSOE en Canarias.

De familias, clanes y poder territorial

Ponen el foco de la sospecha en Fuerteventura, la agrupación a la que pertenecía el denominado Tito Berni y su sobrino, el también investigado y exdirector general de Ganadería del Gobierno canario, Taishet Fuentes. Sobre este segundo, los mismos informadores aseguran que era vox populi que consumía drogas "de manera desmesurada", por lo que deberían haber saltado antes las alarmas. Un diputado socialista señala en esta línea que "en el PSOE lo ético o lo moral pesa casi tanto como lo delictivo".

TE PUEDE INTERESAR

Lucha de clanes en la isla del viento: cómo los Fuentes asaltaron el PSOE de Fuerteventura

Alejandro Requeijo

"El problema es esa isla", señala este mismo representante canario en referencia a Fuerteventura, lamentando la falta de autocrítica sobre "que se te cuele alguien así, que además ya fue diputado en la octava legislatura". Entonces entró en sustitución de Juan Fernando López Aguilar, al correr la lista por Las Palmas tras su marcha del Congreso para encabezar la candidatura del partido a la presidencia de Canarias. El problema de la isla, prosigue, tendría que ver con "las familias" dentro del partido, entre las que el clan Fuentes tendría una posición preponderante. "Son islas de pocos habitantes y se reparten los cargos en ellos. Tu aquí, el otro al Cabildo y así. Son gente con muchos años de militancia y que tienen alcaldías", relata sin dejar de señalar el papel del secretario insular del PSOE de Fuerteventura, Blas Acosta, quien ha estado imputado en casos de corrupción de los que finalmente fue absuelto.

"Son familias que acaban poniendo contra la espada y la pared al secretario general" de la federación canaria, explica. Y recuerda cómo pueden valerse de la amenaza de abandonar el partido y presentarse por otras siglas. Esto fue, precisamente, lo que hizo el exsenador Casimiro Curbelo, quien tras ser expulsado del PSOE por protagonizar un incidente con la policía en una sauna y ser detenido por ello, montó su propio partido. La Agrupación Socialista Gomera (ASG), que con sus tres diputados por esta isla (de los cuatro que están en juego) fue clave en la conformación del actual Gobierno de coalición.

Listas de ida y vuelta

"La imagen que tenemos es que desde Madrid se han dejado ir; no han dado importancia a algo que puede acabar explotándoles en la boca", concluyen estas mismas fuentes. Tanto desde Ferraz como desde la dirección del partido en Canarias descartan por el momento que se vaya a crear una gestora en Fuerteventura. "No se puede criminalizar a toda la organización de una isla por el comportamiento de dos personas que no representan los valores del PSOE en su vida pública y privada", explicaba hace unos días a este diario la secretaria de Organización del partido en Canarias, Nira Fierro, quien ha estado en contacto permanente estos días con el secretario de Organización de Ferraz, Santos Cerdán.

El PSOE constituirá entre esta próxima semana y la siguiente la Comisión Federal de Listas, según avanzan fuentes del partido. A falta de definir la fecha, se hará antes del Comité Federal convocado para el 18 de marzo, que se encargará de ratificar las listas electorales para las municipales y autonómicas del 28-M. Después hará lo propio con las listas para las generales, en un proceso en el que las agrupaciones socialistas, con o sin primarias, trasladan sus preferencias, aunque Ferraz tiene la última palabra. En este juego hay negociaciones, principalmente, del secretario de Organización con los barones, circunscripción a circunscripción.

Si bien el partido tiene capacidad para imponer sus nombres, habitualmente vienen avalados desde las agrupaciones y federaciones. Un sistema de cuotas. Este fue el caso de Fuentes Curbelo, quien ha sido secretario de Política Institucional y Acción Electoral del partido en Fuerteventura. Es por ello que desde la dirección en Madrid aducen que el problema con este diputado es "algo muy local". Otra dirigente que forma parte de la Comisión de Listas argumenta que el control para evitar este tipo de perfiles "debe hacerse a nivel provincial", porque "a nivel federal no conocemos a toda la gente, es imposible".