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Yolanda Díaz pacta con Irene Montero no romper por el solo sí es sí con su lista electoral aún por cerrar
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BLINDAR EL ESPACIO

Yolanda Díaz pacta con Irene Montero no romper por el solo sí es sí con su lista electoral aún por cerrar

Pese a las diferencias en las formas, el fondo y, sobre todo, en las estrategias entre los actores del espacio, el objetivo es que no salte por los aires la posibilidad de armar una candidatura conjunta para las elecciones generales

Foto: La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez (c), y la ministra de Sanidad, Carolina Darias (d). (EFE/J.J. Guillén)
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez (c), y la ministra de Sanidad, Carolina Darias (d). (EFE/J.J. Guillén)

La decisión está tomada. Los distintos actores del espacio de Unidas Podemos han pactado mantener la unidad de voto en la reforma de la ley del solo sí es sí, impulsada por el PSOE para paliar la alarma social por la revisión de sentencias a agresores sexuales, que supera ya el medio millar. El acuerdo pasa por evitar la ruptura en el proyecto estrella del Ministerio de Igualdad, que encabeza Irene Montero, pese a la controversia interna. Diferencias en las formas, el fondo y, sobre todo, en las estrategias. El objetivo que se ha antepuesto es que no salten por los aires las conversaciones discretas que mantienen desde el equipo de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y los aliados de su proyecto Sumar con los morados, de cara a intentar armar una candidatura conjunta para las elecciones generales. "El espacio irá en la misma dirección", explican fuentes del segundo partido del Ejecutivo.

Díaz ha constatado tras varias reuniones las dificultades para forzar un cambio de posición en Igualdad, que se opone frontalmente a la iniciativa del PSOE, y tras ello ha priorizado el acuerdo dentro de su espacio a un acuerdo con sus socios de gobierno. Como apuntan fuentes de su entorno, sabe "cuándo hay que aflojar y cuándo no", dando a entender que asume la línea marcada por los morados. Esta decisión de preservar la unidad de voto se está traduciendo por el momento en una abstención de Unidas Podemos que, si bien no permite a los socialistas dejar de depender del PP para sacar la reforma adelante, simbólicamente suaviza la crisis en la coalición.

Foto: La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra (i), conversa con la responsable de Igualdad, Irene Montero. (EFE/Fernando Villar)

La vicepresidenta segunda, sin embargo, no se resigna y trata de mantener una ventana abierta a la negociación para intentar llegar a un acuerdo con el PSOE, pero la sensación que trasladan tanto desde Unidas Podemos como desde el PSOE es que cada vez hay menos margen. "Sin ruido se trabaja mejor. Esta es mi posición y es posible", explicaba este martes en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, reiterando las palabras acuerdo y discreción.

Desde la parte socialista del Gobierno aseguran que no retirarán su propuesta de reforma para facilitar las negociaciones, como exigen los morados para sentarse a buscar un acuerdo, y al mismo tiempo reconocen que "el debate es circular", al haber entrado en un "callejón sin salida". En Podemos, también aseguran que no darán marcha atrás en sus posiciones, al considerar que la iniciativa, tal y como está redactada, no preserva en el centro el consentimiento de las víctimas, al introducir el subtipo de violencia e intimidación. Y ya dan por hecho que los socialistas recurrirán al apoyo del PP, como este martes en la Mesa del Congreso, para aprobar su iniciativa.

En el entorno de la vicepresidenta segunda, han defendido como uno de sus principales argumentos en las discusiones dentro del espacio de Unidas Podemos que dejar al PSOE en manos del PP con esta reforma supone "darle una baza a la derecha". Si de ella dependiese, nunca le regalaría esta supuesta baza a los populares, explican fuentes cercanas a Díaz, dejando entrever nuevamente que se ha plegado en buena medida a las posiciones del Ministerio de Igualdad. Una lectura que se refuerza poniendo en valor que "hay que saber ganar y saber perder" y también respetar la "democracia" interna del espacio.

Otra de las lecturas que ha trasladado Díaz dentro de su espacio es que este pulso en la coalición "no es rentable políticamente". Ni para Unidas Podemos ni para el PSOE. "Se puede tener un debate, pero cuidándonos", apuntan las mismas fuentes de su entorno. De hecho, la vicepresidenta segunda se ha desmarcado en público de las críticas de Podemos al PSOE por la reforma de la ley del solo sí es sí. Preguntada directamente por las críticas el pasado fin de semana de la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, acusando al PSOE de convertirse en una "fuerza conservadora" al liderar esta reforma, Díaz lanzó un claro toque de atención. "Las formas en política son clave. A veces más importantes que el fondo", respondía este martes tras el Consejo de Ministros, para concluir que "a mí siempre me encontrarán cuidando la coalición".

Foto: La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, durante la rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros. (EFE/J. J. Guillén)

Díaz coincidía así con la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien el pasado lunes se limitaba a responder a las críticas de sus socios que "nosotros sí vamos a cuidar la coalición". En privado, desde la dirección socialista también han pedido a los morados que rebajen el tono de las declaraciones, pues, según aseguran, sientan mal en parte de sus filas cuando, dentro de unos meses, tras las elecciones, deberán tener que entenderse para sumar. "La discrepancia no la capitaliza nadie", trasladan desde la cúpula socialista, aun asumiendo que se trata de algo habitual en las coaliciones cuando se acerca el periodo preelectoral.

Deshielo entre Díaz y Podemos

Pese a las diferencias en el fondo y las formas, además de estratégicas, Unidas Podemos ha decidido blindarse en la votación de esta reforma a la espera de definir su futuro electoral. Evitar que se precipite una ruptura, que desembocaría en dos candidaturas diferentes, de Sumar y Podemos, reduciendo así las posibilidades del bloque progresista de sumar tras las generales para reeditar el Gobierno de coalición. Los partidos apelados a incorporarse a Sumar y que, a diferencia de Podemos, han dado muestras de que su única opción pasa por una candidatura unitaria, han incrementado durante las últimas semanas la presión para acelerar la articulación del proyecto. La propuesta del líder de IU y ministro de Consumo, Alberto Garzón, de crear una mesa de partidos ya ha sido avalada. Se trabaja también desde un plano discreto la fórmula de las primarias, aunque en el equipo de la vicepresidenta segunda no quieren oír hablar por el momento de listas electorales, el nudo gordiano para la formación de la candidatura conjunta.

Foto: Ada Coalu y Yolanda Díaz, este sábado, en Barcelona. (EFE/Quique García)

El deshielo entre Díaz y Podemos, que ratifica el acuerdo para mantener la unidad de voto dentro del espacio en la reforma de la ley del solo sí es sí, está obligando a un complejo juego de equilibrios tanto dentro de Unidas Podemos como de la coalición de gobierno. Los socialistas confían como mal menor en una abstención de sus socios, aunque esta no está garantizada, pese a ser la opción elegida este martes por los representantes de Unidas Podemos en la Mesa del Congreso.

La calificación de la iniciativa salió adelante con unanimidad, al tratarse de un trámite, pero para su tramitación de urgencia los socialistas han quedado en manos del PP, tras optar Unidas Podemos por la abstención. Formalmente, la votación se efectuará en el pleno de admisión a trámite, pero los grupos ya han dejado claras sus posiciones. De hecho, los populares han rescatado al PSOE adelantando su voto a favor para facilitar la tramitación de urgencia, que acorta los plazos a la mitad, aunque reclamaron para ello a los socialistas que presenten una solicitud motivada.

La decisión está tomada. Los distintos actores del espacio de Unidas Podemos han pactado mantener la unidad de voto en la reforma de la ley del solo sí es sí, impulsada por el PSOE para paliar la alarma social por la revisión de sentencias a agresores sexuales, que supera ya el medio millar. El acuerdo pasa por evitar la ruptura en el proyecto estrella del Ministerio de Igualdad, que encabeza Irene Montero, pese a la controversia interna. Diferencias en las formas, el fondo y, sobre todo, en las estrategias. El objetivo que se ha antepuesto es que no salten por los aires las conversaciones discretas que mantienen desde el equipo de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y los aliados de su proyecto Sumar con los morados, de cara a intentar armar una candidatura conjunta para las elecciones generales. "El espacio irá en la misma dirección", explican fuentes del segundo partido del Ejecutivo.

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