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Podemos forcejea con Yolanda Díaz por liderar la pugna con el PSOE
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Negociación decreto anticrisis

Podemos forcejea con Yolanda Díaz por liderar la pugna con el PSOE

Los morados se atribuyen toda una batería de medidas para incluirlas en el real decreto anticrisis por la guerra de Ucrania, algunas ya anunciadas por la vicepresidenta. Cada parte obvia algunas recetas del otro

Foto: Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en el Congreso. (EFE/Javier Lizón)
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en el Congreso. (EFE/Javier Lizón)

Es como un déjà vu. Yolanda Díaz anunció el 7 de diciembre la constitución de la “comisión negociadora” con el PSOE, “en nombre de la vicepresidenta”, para abordar el real decreto ley frente a la crisis derivada de la guerra en Ucrania, que el Gobierno tiene previsto aprobar el próximo martes. A la semana siguiente, Podemos tuvo a bien presentar lo mismo, pero reemplazando a Díaz como sujeto: "desvelamos", dijeron, "la propuesta que esta semana vamos a presentar al PSOE para prorrogar el escudo anticrisis durante el próximo año". Repitieron prácticamente el mismo mensaje, obviando por completo que la vicepresidenta segunda y líder del espacio político ya había reivindicado que se ponía al timón de estas negociaciones, y que ya había protagonizado dos comparecencias con anuncios sobre este real decreto. La norma, que persigue ayudar a las familias a sobrellevar el impacto de la inflación, tomará el testigo del decreto que está en vigor hasta el 31 de diciembre, y deberá ser ratificada por el Congreso en enero, en pleno extraordinario.

Podemos, a través de su secretaria general, Ione Belarra, y de su coportavoz, Pablo Fernández, ha aprovechado estos días para disputar a Díaz el liderazgo de esta negociación con el PSOE. En lo que va de mes, Fernández lleva dos lunes aprovechando la rueda de prensa habitual del partido para avanzar en esta dirección, desvelando, a cuentagotas, nuevas propuestas: en la primera presumió del impuesto a los beneficios extraordinarios a las grandes distribuidoras, al que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya ha dado portazo públicamente. En la segunda, el pasado lunes, habló de la extensión del tope al gas durante seis meses y de una nueva rebaja del transporte público, medidas que ya habían sido desveladas por Belarra en su discurso del fin de semana ante la dirección de su partido.

También fue la ministra de Derechos Sociales quien desveló el viernes el atasco en las negociaciones. Díaz, partidaria de evitar que las diferencias lleguen a la opinión pública, mantuvo silencio. "Preocupada ante la falta de avances en una negociación en la que hemos propuesto congelación de alquileres e hipotecas, rebaja al 50% del transporte público y un cheque de 300 € para la cesta de la compra", tuiteó Belarra, poniendo el lazo morado a las medidas.

Foto: Ione Belarra y Yolanda Díaz, en una imagen de archivo. (EFE/Rafa Alcaide)

No es sólo que Podemos haga suyas un par de iniciativas que primero reivindicó Díaz -la congelación de los alquileres y la de las hipotecas de tipo variable, una propuesta que ya priorizó frente a otra iniciativa similar de Podemos-, sino que cada una de las partes enfatiza las que más le interesan, y omite las demás. Díaz comparte el cheque alimentario desde el principio, pero fueron los morados quienes lo anunciaron. Y, mientras Podemos insiste en reclamar el impuesto a la distribución, Díaz obvia cualquier referencia a este gravamen, para seguir defendiendo su acuerdo con los grandes supermercados -hasta hoy, fallido- y la prohibición del reparto de dividendos a las grandes distribuidoras que se nieguen a firmarlo. Podemos no acostumbra a hacer mención a esta propuesta.

En el entorno de la vicepresidenta segunda entienden que no tiene sentido seguir apostando por un impuesto del 33% sobre los beneficios de estos supermercados cuando Montero ya lo ha descartado, y cuando el Gobierno acaba de crear tres nuevos impuestos temporales. Los morados, por su parte, obvian el frustrado acuerdo con los supermercados. La disputa de Podemos con Díaz por colgarse la medalla de estas negociaciones es tan evidente que fue el propio exsecretario general morado, Pablo Iglesias, quien sorprendió anunciando por primera vez el cheque para alimentación de 300 euros que su grupo ha reivindicado estos días.

Foto: Ione Belarra y Yolanda Díaz, en una imagen de archivo. (EFE/Rafa Alcaide)

Un día después de la segunda comparecencia cargada de anuncios por parte de Díaz, el 8 de diciembre -en pleno puente de la Constitución-, Iglesias, hoy sin cargo orgánico en el partido -pero acostumbrado a marcar posiciones desde los medios- desveló que Unidas Podemos avanzaría en esta dirección. También mencionó que plantearían costearlo con un impuesto extraordinario a los supermercados. Hubo que esperar hasta la siguiente rueda de prensa de Fernández para conocer las cifras de este gravamen, que Díaz nunca ha señalado como propio. Y que Podemos reivindicó días después del anuncio de Iglesias, a rebufo.

La puesta en escena

Belarra, que en su discurso ante el Consejo Ciudadano de su formación no sólo obvió el nombre de Díaz -aunque sí aludiera a ella como futurible candidata- tampoco mencionó la propuesta de la vicepresidenta segunda sobre el reparto de dividendos. En su propia puesta en escena, también Fernández insiste en circunscribir a Podemos la labor de “trasladar” al PSOE estas recetas, en reivindicar su autoría -”Confiamos se avenga a aceptar nuestras propuestas”-y en vender que algunas de las iniciativas hoy en vigor y enarboladas por Díaz, como la congelación del alquiler, se aplicaron “a instancias de Podemos”, durante la pandemia. Los morados nunca ponen el foco en la labor conjunta de la comisión negociadora, en la que se sientan Nacho Álvarez (secretario de Estado de Derechos Sociales y responsable económico de Podemos) y dos de los hombres fuertes de Díaz, Josep Vendrell y Manuel Lago, sino en reivindicar la labor de su propio partido en solitario. Cuando Iglesias estaba al frente del espacio no había fisuras: nadie contraprogramaba al líder, el mensaje era diáfano, aunque las negociaciones a la interna de UP pudieran ser complejas.

Es una muestra más de la competición desatada en la izquierda a la izquierda del PSOE por liderar esta oposición al socio mayoritario dentro del Gobierno, en un momento en el que los morados presionan a Díaz con especial intensidad para que aclare cuanto antes si se postulará como candidata, y si aceptará una coalición con el partido de Belarra. La propia ministra de Derechos Sociales intensificó esta semana esa presión en una entrevista en Eldiario.es, reclamando a Díaz que haga campaña por Unidas Podemos en las elecciones municipales y autonómicas.

Foto: Yolanda Díaz este viernes. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

A su manera, la vicepresidenta segunda ha dejado claro que su proyecto seguirá adelante -”Sumar es imparable”-, pero también que no acepta que sean los morados los que le marquen los ritmos. Espera adelantar la presentación de alguno de los documentos que previsiblemente armarán el esqueleto de su futurible programa electoral, pero no está dispuesta a hablar de candidaturas, al menos por el momento.

No es la primera vez que Podemos acoge con frialdad una propuesta de Díaz; en lo que toca a los alquileres, guardó absoluto silencio durante días. Ni que aprovecha para marcar perfil propio cuando la vicepresidenta segunda está de viaje oficial, sea en México o sea en Argentina, si bien las presiones sobre el decreto son especialmente obvias.

Foto: El portavoz de Podemos, Pablo Fernández. (EFE/Daniel González)

Independientemente de sus diferencias en fondo y forma, en todo el espacio Unidas Podemos comparten que, superados los presupuestos, a las puertas del año electoral y con récord de recaudación tributaria, el real decreto anticrisis es una oportunidad de oro para empujar a sus socios a promover políticas sociales ambiciosas. Díaz y Podemos van a exprimirle todo el rédito posible. Y después, cada parte intentará colgarse el mayor número posible de medallas.

Es como un déjà vu. Yolanda Díaz anunció el 7 de diciembre la constitución de la “comisión negociadora” con el PSOE, “en nombre de la vicepresidenta”, para abordar el real decreto ley frente a la crisis derivada de la guerra en Ucrania, que el Gobierno tiene previsto aprobar el próximo martes. A la semana siguiente, Podemos tuvo a bien presentar lo mismo, pero reemplazando a Díaz como sujeto: "desvelamos", dijeron, "la propuesta que esta semana vamos a presentar al PSOE para prorrogar el escudo anticrisis durante el próximo año". Repitieron prácticamente el mismo mensaje, obviando por completo que la vicepresidenta segunda y líder del espacio político ya había reivindicado que se ponía al timón de estas negociaciones, y que ya había protagonizado dos comparecencias con anuncios sobre este real decreto. La norma, que persigue ayudar a las familias a sobrellevar el impacto de la inflación, tomará el testigo del decreto que está en vigor hasta el 31 de diciembre, y deberá ser ratificada por el Congreso en enero, en pleno extraordinario.

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