Díaz se desmarca de las críticas de Podemos al PSOE: "Las formas en política son claves"

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha dicho basta tras la escalada de tensiones entre los socios de coalición por la reforma de la ley del solo sí es sí. Preguntada directamente por las críticas el pasado fin de semana de la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, acusando al PSOE de convertirse en una "fuerza conservadora" al liderar esta reforma, Díaz se ha desmarcado y lanzado un claro toque de atención. "Las formas en política son claves. A veces más importantes que el fondo", ha respondido en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros para concluir que "a mí siempre me encontrarán cuidando la coalición". En privado, desde su entorno más cercano matizan que este mensaje va dirigido tanto a socialistas como a morados, conscientes de que el cruce de reproches está tensionando la coalición. La número dos de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam, también reprochó que a Pedro Sánchez "le parece mejor lo que dice Núñez Feijóo que lo que dice Irene Montero".

La crisis entre los socios de la coalición por la reforma de la ley del solo sí es sí ha seguido escalando, pero dentro de Unidas Podemos han decidido blindarse y, pese a sus diferencias, tanto en el fondo como en las formas, no romper el voto. Es por ello por lo que esta misma mañana en el Congreso han optado por abstenerse en la Mesa del Congreso sobre la tramitación de urgencia de la ley solicitada por sus socios, que han quedado en manos del PP. Precisamente, fuentes del espacio morado habían advertido sobre las consecuencias de "regalar una baza a la derecha", mientras que desde Igualdad habían cerrado la puerta a apoyar la reforma tal y como está redactada, exigiendo su retirada para negociar con sus socios cualquier tipo de modificación de la ley estrella de la dirigente de Podemos.

Estas diferencias han provocado que la reforma de la ley no se debata hasta el próximo 7 de marzo, solo un día antes del Día Internacional de la Mujer, al no haber unanimidad en la Junta de Portavoces sobre la admisión a trámite de la norma en el pleno de la próxima semana, con ERC y EH Bildu apostando por no votar a favor de una iniciativa que no cuente con el respaldo de Igualdad. La norma, en cambio, sí se tramitará por procedimiento de urgencia, acortando los plazos hasta la mitad, gracias a los votos del PP en la Mesa del Congreso.

Desde el PSOE confían en que, como mal menor, finalmente sus socios de coalición se acaben absteniendo en su reforma de la ley del solo sí es sí. Al igual que Yolanda Díaz, han hecho un llamamiento a sus socios a rebajar el tono para no dañar más al Gobierno de coalición en un asunto tan sensible y que incluso ha ahondado las divisiones dentro del movimiento feminista. "Es entendible que le duela corregir su ley", reconocen desde la parte socialista del Gobierno, en referencia a Irene Montero, pero añaden que la única salida pasa por "abandonar el dogmatismo".

La vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se limitaba este lunes a responder a las críticas de sus socios que "nosotros sí vamos a cuidar la coalición", en línea con la vicepresidenta segunda. Sí reconocía que estas críticas "duras" contra el PSOE "provienen principalmente de la derecha, pero no solo". También en privado han pedido a los morados que rebajen el tono de las declaraciones, pues, según aseguran, sientan mal en parte de sus filas cuando, dentro de unos meses, tras las elecciones, deberán tener que entenderse para sumar. "La discrepancia no la capitaliza nadie", trasladan desde la dirección del PSOE, aun asumiendo que se trata de algo habitual en las coaliciones cuando se acerca el periodo preelectoral.

Se insiste en la parte socialista del Gobierno en que su propuesta de reforma mantiene el consentimiento como parte nuclear de la ley y justifican la inclusión de los subtipos penales de intimidación y violencia como la única forma de realizar una "corrección técnica" que evite a futuro las revisiones de penas. En Igualdad, niegan que su propuesta preserve el consentimiento, al obligar a las víctimas a pasar por un "calvario probatorio" para justificar las penas con violencia.

Pese a la escalada verbal y al choque este martes en el Congreso sobre la tramitación de la reforma, Díaz sí ha querido mantener una ventana abierta a la posibilidad de acuerdo. "Sin ruido se trabaja mejor. Esta es mi posición y es posible. Ahora dejemos trabajar a los grupos parlamentarios", concluyó para reiterar que su máxima pasa por el "acuerdo" y la "discreción".