La viruela, la pesadilla de los ganaderos que ha hecho que C-LM prohíba el traslado de animales

Llevaba 50 años desaparecida. Pero, el pasado septiembre, la viruela ovina volvió. Un foco en una explotación de ovejas en Granada hizo saltar las alarmas por primera vez desde que se erradicó esta enfermedad en España, en 1968. Poco después, saltaron nuevas alertas: una en la misma provincia, pero en el municipio de Cúllar, y otra a cientos de kilómetros, en Villaescusa de Haro (Cuenca). Ahora, toda Castilla-La Mancha está atemorizada por la propagación de este virus que ha supuesto importantes pérdidas para los ganaderos y el sacrificio de muchos animales en los últimos meses.

Ante este escenario, la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural del Gobierno que dirige Emiliano García-Page ha decretado la inmovilización de todo el ganado ovino y caprino en cada una de sus regiones salvo en Guadalajara. La explicación que ha dado el responsable de esta cartera, Francisco Martínez Arroyo, ha sido que así se reducirá al mínimo posible el riesgo de contagio y se supervisarán las instalaciones dentro de un área de actuación. Las ovejas y las cabras de Toledo, Cuenca, Ciudad Real o Albacete solo podrán salir para ir al matadero bajo esta nueva normativa.

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EFE

La excepción de Guadalajara a esta restricción se explica en que la intención está en proteger, sobre todo, al ovino manchego. Se trata de una raza exclusiva de la región y con la que producen su famoso queso, conocido en todo el país. En dicha zona no es frecuente este tipo de ganado, que sí convive en otras granjas de entre las demás provincias según explican desde la Consejería de Agricultura. El departamento responsable de esta problemática afirma haber transferido ya hasta "cuatro millones de euros a explotaciones afectadas", y estudian ahora nuevas ayudas complementarias tras las nuevas limitaciones.

El mismo martes en el que se anunció la nueva norma en Castilla-La Mancha, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de la comunidad fue convocada por la Dirección General de Agricultura. El fin del encuentro era trasladarles oficialmente las medidas y aclarar si habría ayudas o compensaciones alternativas para los ganaderos afectados. Esta ha sido una de las grandes reivindicaciones de ASAJA desde que comenzó la alerta en la región. También lo era la inmovilización del ganado que hoy decreta el Ejecutivo, y al que reprochan que haya llegado "demasiado tarde".

"No hay más formas de parar esto", lamentan desde ASAJA sobre los brotes de viruela

"No hay más formas de parar esto que la retención de los animales y la desintoxicación", aseguraron desde la organización, que puso el ejemplo de Andalucía para esbozar algunas de las medidas que creen que hacen falta para evitar contagios. "Hemos llevado la voz de alarma a la Administración", consideraron, pues ciertamente empezaron a advertir de este problema hace algunos meses y tras los primeros casos en Cuenca, después de un traslado desde Granada que terminó expandiendo la viruela a buena parte de la región.

La viruela ovina y caprina provoca fiebres y lesiones externas o internas en los animales y puede conllevar su muerte. Esto determina que ciertos ganaderos opten en muchos casos por sacrificar algunas cabezas. Con el último episodio de septiembre, se mataron 17.000 reses infectadas para contener el brote. En cuestión de días llegó a haber hasta nueve focos distintos y las granjas no tuvieron otra que desechar parte de su producción. Ante estos casos es la Unión Europea la que regula un protocolo de actuación, el que establece el Reglamento Delegado 2020/687 de la Comisión Europea. El sacrificio y la eliminación de los cadáveres de la planta forman parte de la cadena.

Aunque este tipo de casos suelen darse en otras zonas de África u Oriente Medio, además de algunos puntos de Asia, en España no es la primera vez que se producen. Pero sí rompe con un lapso de medio siglo sin detectarse ningún episodio de viruela ovina o caprina. En Andalucía, donde se originó el brote, se recurrió a medidas muy similares a las que ahora plantea el Gobierno de Castilla-La Mancha. Los propietarios terminaron encerrando a su ganado o haciéndoles guardar cuarentena, como si de una especie de coronavirus animal se tratara.

Es la misma línea que fija la Consejería de Agricultura castellanomanchega, que informó de que este virus había obligado ya a sacrificar unas 40.000 cabezas. Pero en ASAJA creen que han contribuido a marcar agenda, gracias a que estuvieron presionando para instaurar medidas de contención e impulsar ayudas compensatorias. En este sentido aún se debaten bonificaciones complementarias, y en ello están fraguándose las conversaciones entre el Gobierno autonómico y las asociaciones ganaderas.

Tras el encuentro del martes, la directora general de Agricultura y Desarrollo Rural, Cruz Ponce, indicó que estudian nuevas medidas económicas para que no tenga que cerrar ninguna de las 600 explotaciones de este tipo que hay en la región.