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El nuevo dinero oculto de Juan Carlos I: su bufete en Londres le factura 1 M por una sola vista
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la minuta de sus abogados de carter-ruck

El nuevo dinero oculto de Juan Carlos I: su bufete en Londres le factura 1 M por una sola vista

El despacho que defiende al Rey emérito de la demanda por acoso de Corinna Larsen emite una factura de 879.522 libras esterlinas por representarle en una audiencia de apelación en noviembre

Foto: El rey Juan Carlos, al frente de la comitiva familiar en el funeral de su cuñado Constantino de Grecia. (EFE/Vlachos Alexandros)
El rey Juan Carlos, al frente de la comitiva familiar en el funeral de su cuñado Constantino de Grecia. (EFE/Vlachos Alexandros)
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El juicio al que se enfrenta Juan Carlos I en Londres por la demanda de Corinna Larsen ha abierto otra incógnita sobre las finanzas del antiguo jefe del Estado. El bufete que defiende al monarca de las acusaciones de acoso, hostigamiento y vigilancia ilegal de su expareja ha emitido una factura de un millón de euros por una sola vista que tuvo lugar el pasado noviembre, según han confirmado a El Confidencial fuentes próximas a las diligencias. El importe no incluye el resto de la labor que está realizando el despacho en este procedimiento.

Ni Juan Carlos I ni Zarzuela han aclarado de dónde sale el dinero con el que se está pagando a los abogados. En un primero momento, el monarca confió su defensa en Reino Unido al despacho Clifford Chance, siguiendo la recomendación de su letrado de cabecera en España, Javier Sánchez-Junco, como adelantó este diario. Clifford Chance no solo es uno de los bufetes más grandes del mundo, sino que también tiene fama de ser uno de los más caros. Sin embargo, el pasado julio y después de que la Justicia británica rechazara en una primera instancia concederle la inmunidad completa, decidió cambiar de letrados.

Juan Carlos I ha contratado incluso los servicios del estratega jurídico de El Assir, el letrado inglés Nicholas Tse

El Rey se puso entonces en manos del bufete Carter-Ruck, una elección en la que pesó el consejo del traficante de armas hispano-libanés Abdul Rahman el Assir, de 71 años, que ha ganado influencia en su vida en los últimos meses. Juan Carlos I ha contratado incluso los servicios del estratega jurídico de El Assir, el letrado inglés Nicholas Tse, máximo responsable de la delegación en Abu Dabi del bufete libanés Alem & Associates.

Carter-Ruck no es un bufete tan célebre como Clifford Chance, pero está especializado en derecho internacional y derecho al honor y tiene fama de combativo. En diciembre, obtuvo una primera victoria. Tras una vista celebrada el 8 de noviembre, logró que el Tribunal de Apelación de Inglaterra y Gales revocara la primera resolución y concediera a Juan Carlos I una inviolabilidad absoluta durante el periodo en que aún era rey de España, es decir, hasta junio de 2014. Se tendrá que sentar en el banquillo por el acoso que presuntamente ejerció entre 2014 y 2020, pero no para hacer frente a episodios anteriores.

Se desconoce con qué dinero hará frente el monarca a esa minuta y al resto de la defensa

En teoría, Carter-Ruck es un despacho más barato que Clifford Chance, pero sus emolumentos han resultado ser igualmente extraordinarios. El precio de la asistencia letrada de sus abogados durante la vista de apelación de noviembre asciende a 879.522 libras esterlinas, 1.001.097 euros al cambio. La tarifa incluye exclusivamente los servicios del bufete en esa audiencia, precisan las fuentes consultadas. El resto del asesoramiento y representación del Rey emérito se abona aparte.

Corinna tendrá que pagar la mitad de esa cifra, 439.761 libras (o 500.702 euros, al cambio). Carter-Ruck ha enviado su recibo al tribunal para que, siguiendo la práctica jurídica habitual en Reino Unido, la empresaria asuma el 50% por haber perdido esa parte de la apelación. El sistema podría abrir la puerta a la picaresca, pero la Justicia británica es estricta e impide manipular el precio para inflar el coste que asume la parte derrotada. Los otros 500.702 euros que reclama Carter-Ruck tienen que ser efectivamente asumidos por Juan Carlos I.

Sin embargo, se desconoce con qué dinero hará frente el monarca a esa minuta y al resto de la defensa. No hay información sobre la deuda en la que incurrió con Clifford Chance por la asistencia y las primeras audiencias del proceso, ni tampoco sobre el resto de las facturas giradas por Carter-Ruck, que ya le defendió en otra vista similar en julio de 2022.

La factura de Carter-Ruck evidencia que sigue disponiendo de recursos desconocidos para la Agencia Tributaria española

Oficialmente, Juan Carlos I no recibe ninguna asignación de los presupuestos generales del Estado desde marzo de 2020, aunque el precio que reclama Carter-Ruck supera el salario que le habría correspondido en tres ejercicios completos cuando aún estaba en nómina de la Casa Real.

Entre diciembre de 2020 y febrero de 2021, recurrió a la ayuda de amigos y empresarios para hacer frente a las dos regularizaciones voluntarias que presentó por un importe total de cinco millones de euros para eludir posibles responsabilidades penales por las donaciones del banquero mexicano Allen Sanginés-Krause y los vuelos que le regaló su primo Álvaro de Orleans Borbón. Hacienda se reservó el derecho a analizar la procedencia de los fondos aportados por ese círculo de confianza del Rey, pero el departamento que lidera María Jesús Montero acabó dando por buenos los dos pagos complementarios y no efectuó más indagaciones.

Las cuentas y depósitos descubiertos en el transcurso de las investigaciones que abrieron las fiscalías española y suiza también habrían quedado teóricamente fuera de su alcance. Ya no hay una causa en marcha que esté relacionada con sus finanzas personales, pero la factura de Carter-Ruck evidencia que sigue disponiendo de recursos desconocidos para la Agencia Tributaria española.

El juicio al que se enfrenta Juan Carlos I en Londres por la demanda de Corinna Larsen ha abierto otra incógnita sobre las finanzas del antiguo jefe del Estado. El bufete que defiende al monarca de las acusaciones de acoso, hostigamiento y vigilancia ilegal de su expareja ha emitido una factura de un millón de euros por una sola vista que tuvo lugar el pasado noviembre, según han confirmado a El Confidencial fuentes próximas a las diligencias. El importe no incluye el resto de la labor que está realizando el despacho en este procedimiento.

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