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Malestar en el PP por la "torpeza" de Vox con Montero: "La han convertido en Juana de Arco"
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POLÉMICA EN EL CONGRESO

Malestar en el PP por la "torpeza" de Vox con Montero: "La han convertido en Juana de Arco"

Los populares lamentan que, con sus ataques personales, Abascal haya "salvado" a la titular de Igualdad, que atravesaba sus horas más bajas por la ley del solo sí es sí. Podemos ve a Montero reforzada tras los insultos de la ultraderecha

Foto: La ministra de Igualdad, Irene Montero, conversa con un diputado del PP, Guillermo Mariscal. (EFE/Zipi)
La ministra de Igualdad, Irene Montero, conversa con un diputado del PP, Guillermo Mariscal. (EFE/Zipi)

Pocas veces los insultos de un partido político en el Congreso habían envenenado el ambiente hasta los niveles vividos estas últimas 36 horas. Y pocas, muy pocas veces, una dirigente política había pasado de estar en el ojo del huracán a beneficiarse de un cierre de filas como el que ha vivido Irene Montero. La ministra de Igualdad, debilitada y cuestionada por su socio de Gobierno y hasta por su espacio político, ha recopilado en las últimas horas todas las muestras de apoyo que, en la última semana, echó en falta. La mayoría del arco parlamentario ha censurado, con mayor o menor contundencia, los insultos proferidos desde la bancada de Vox el miércoles y repetidos este jueves. Esta situación ha provocado un profundo malestar en el PP, donde tildan de "absoluto error" la estrategia del partido de ultraderecha.

"Irene Montero se ha convertido en Juana de Arco gracias a su torpeza", criticaban este jueves desde las filas populares, donde no daban crédito al "disparate táctico" de Vox. Las fuentes consultadas señalan que el Gobierno estaba esperando "como maná" una salida de tono de estas características para desviar el foco de la controvertida normativa y de los ataques que se han proferido desde la formación morada a la judicatura para "ocupar un papel de víctima", una posición que, a juicio de las mismas voces, les ha regalado Abascal.

"Toda crítica a la ley del sí es sí ha quedado ya deslegitimada", reflexiona un diputado del PP, que apunta a que todo cuestionamiento será entendido como un "ataque" a Montero. "Lo estaban esperando", añade. La desazón era prácticamente unánime. "Han salvado a Irene. Por buscar protagonismo son capaces de todo", insisten otras voces de los populares, que han vivido en primera persona el maratoniano debate presupuestario celebrado esta semana en la Cámara Baja. En los últimos días, el PP había solicitado por activa y por pasiva el "cese" de la ministra y de su equipo, y había desplegado una ofensiva parlamentaria tanto en Congreso como en Senado, incluyendo una proposición de ley para tratar de revertir la normativa. "No servirá. El foco está ya en otra parte", se lamentan.

El PP acusa a Vox de haber "salvado a Irene" de la crisis por la ley del solo sí es sí

No en vano, Montero reconocía este jueves sentirse arropada, y entre los suyos afirmaban que estaba “fuerte”, segura, decidida a mantener su hoja de ruta. Subidos a esta ola, han pasado de la reducción de presencia pública de la ministra tras el estallido de la crisis del sí es sí a organizar un acto “feminista” contra “las violencias políticas” en Madrid, este sábado. Ha sido la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, la encargada de anunciar este acto, con formato de mitin. Ante los ataques de la “banda de fascistas”, Montero se envolverá en la bandera del feminismo, denunciará la campaña de acoso “político y mediático” que denuncia haber sufrido, el “caldo de cultivo” para que Toscano se atreviera a denigrarla personalmente desde la tribuna de oradores del Congreso.

Fuentes de la dirección de Génova sacan fuerzas de flaqueza y apuntan que, en parte, el "injustificable ataque" de Vox a la ministra de Igualdad enfatiza su estrategia de situar a Alberto Núñez Feijóo como un líder moderado, no "implacable", sino "imparable" en las urnas, un discurso que trató de enfatizar el propio líder de la oposición durante su último careo con Sánchez en el Senado. En el PP saben de la estrategia del Gobierno de equiparar a Feijóo con Abascal para lastrar sus posibilidades de llegar a la Moncloa, y Génova no duda en tomar distancias de Vox siempre que tiene oportunidad. "No nos marcan la agenda", insisten en la dirección.

El primer partido de la oposición no solo se desmarcó el miércoles de los insultos proferidos por Carla Toscano, que llegó a aseverar en sede parlamentaria que el "único mérito académico" de Irene Montero ha sido "haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias". Al menos en privado, diferentes diputados del PP aseguraron no dar crédito a las intervenciones de otros portavoces de Vox que, este jueves, denunciaron la "tibieza" de los populares con los "zurdos" y se declararon "superiores moral y cualitativamente" al resto del arco parlamentario.

En las filas de los populares escamó especialmente el discurso del diputado de Vox por Badajoz, Víctor Sánchez del Real, que reivindicó la "hombría" de Toscano por enfrentarse a Montero y equiparó al socialismo con el "fascismo" e, incluso, con el "nazismo". "Ha sido muy bestia. Parecía que volvíamos al 36", cuestionaban en el PP. En Podemos, sin embargo, no olvidan que, a principios de semana, un diputado del PP, Víctor Píriz, también se refirió a Irene Montero como "inútil" y "soberbia", un tono al que no han querido volver en el grupo parlamentario que comanda Cuca Gamarra. "Volvamos a la moderación, que es donde están los españoles", pronunciaba el mismo diputado popular este jueves.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), y el primer ministro rumano, Nicolae Ciuca (i), antes de atender a los medios en Castellón tras la I Cumbre Hispano-Rumana. (EFE/Manuel Bruque)

La conclusión del PP, de hecho, es compartida por fuerzas de todos los colores políticos: Vox la ha convertido en mártir. "Se han equivocado políticamente", apuntaban desde formaciones minoritarias que, en los últimos días, habían levantado también la voz para dar marcha atrás en la aprobación de la ley del solo sí es sí. Estas fuentes critican la falta de olfato de Vox, que ha renunciado a ejercer una crítica legítima a cuenta de una crisis que podría haberse cobrado la cabeza de la propia Montero, y ha optado por unos ataques personales que nadie puede defender.

Podemos ve a Montero reforzada

La izquierda en bloque ha cerrado filas con Irene Montero en las últimas horas. Incluso Yolanda Díaz, criticada —y atacada— por los morados por su silencio ante lo que describieron como una “cacería”, empezó a dar pasos esta semana para salir de su mutismo, hasta mostrar su “condena absoluta” contra los “ataques machistas” a la titular de Igualdad. Con ella, Pedro Sánchez, el resto de ministros, sus aliados parlamentarios y otras fuerzas de la Cámara no han escatimado en gestos de respaldo. Las palabras de Toscano, involuntariamente, han aportado oxígeno a una dirigente política en horas bajas, que salía del pleno rodeada de diputados de su grupo y miembros de su equipo fundidos en un abrazo.

La advertencia, una vez más, llegaba desde las filas de Unidas Podemos, y ya había voces del espacio político que abogaban por no engrandecer más la polémica y no responsabilizar a los medios de comunicación de los insultos vertidos por Vox. Eran las mismas voces que, hace unos días, alertaban de los riesgos de que Montero y Podemos se lanzaran a una huida hacia adelante cargada de “victimismo” sin reconocer un solo error en la ley ni hacer autocrítica, siquiera, por sus andanadas contra los jueces.

Si entonces asumían que Montero no recogería cable, hoy algunas de estas voces afirman que Podemos va a servirse de estos insultos para desplazar el foco, obviando la crisis del sí es sí y centrándose en presentarla como la ministra que planta cara al “fascismo”. Todos ellos, eso sí, reconocen la virulencia de los ataques contra Montero, que siempre ha tenido que asumir ser cuestionada políticamente por su relación personal con el que fuera secretario general de Podemos. Hace 36 horas estaba en la picota, y hoy creen que cuenta con oxígeno para aguantar hasta el pronunciamiento que aguardan del Tribunal Supremo, el 29 de noviembre, que esperan que sirva para unificar criterios de interpretación de la ley. Los improperios de Vox han jugado a su favor.

Pocas veces los insultos de un partido político en el Congreso habían envenenado el ambiente hasta los niveles vividos estas últimas 36 horas. Y pocas, muy pocas veces, una dirigente política había pasado de estar en el ojo del huracán a beneficiarse de un cierre de filas como el que ha vivido Irene Montero. La ministra de Igualdad, debilitada y cuestionada por su socio de Gobierno y hasta por su espacio político, ha recopilado en las últimas horas todas las muestras de apoyo que, en la última semana, echó en falta. La mayoría del arco parlamentario ha censurado, con mayor o menor contundencia, los insultos proferidos desde la bancada de Vox el miércoles y repetidos este jueves. Esta situación ha provocado un profundo malestar en el PP, donde tildan de "absoluto error" la estrategia del partido de ultraderecha.

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