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Sánchez baja de los 100 escaños y el PSOE alerta de que el Gobierno está "quemado"
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El Ejecutivo acusa el desgaste

Sánchez baja de los 100 escaños y el PSOE alerta de que el Gobierno está "quemado"

Los sondeos internos reflejan la caída tras la polémica con la ley del solo sí es sí: el 72% de los votantes socialistas ve fallos en la norma. El partido pide cambios profundos en el Ejecutivo

Foto: El secretario general del PSOE y presidente del Ejecutivo central, Pedro Sánchez. (EFE/Miguel Ángel Molina)
El secretario general del PSOE y presidente del Ejecutivo central, Pedro Sánchez. (EFE/Miguel Ángel Molina)
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En la Moncloa ha durado poco el optimismo de cambio de tendencia en las encuestas. Si hace apenas 15 días se daba por amortizado el llamado efecto Feijóo y el equipo de Pedro Sánchez tiraba de metáfora futbolística con el "hay partido", los sondeos que se manejan hoy en el gabinete del presidente y Ferraz han vuelto a hacer saltar las alarmas. La rebaja de condenas a agresores sexuales por la aplicación de la conocida como ley del solo sí es sí y el anuncio de la reforma del Código Penal para suprimir el delito de sedición han supuesto una sangría en votos, según los trackings que los socialistas tienen en estos momentos sobre su mesa.

La preocupación en el partido es máxima, dado el calendario electoral de 2023. Sánchez volvería a bajar de la barrera psicológica de los 100 escaños. Hace apenas una semana, estaba en 103. La fontanería monclovita mide el impacto, pero los inputs que llegan desde las empresas demoscópicas son negativos: El 81% de los españoles ve fallos en la Ley de Libertad Sexual. Entre los votantes socialistas, hay un 72% que pide cambios, y entre los de Podemos, en torno al 50%. Los morados también sufren un fuerte castigo por la norma estrella de Irene Montero. Si hoy hubiese elecciones, se quedarían en los 21 diputados que anotó Julio Anguita con Izquierda Unida.

Foto: Iglesias junto a Victoria Rosell e Isabel Serra. (EFE/Juanjo Martín)

"Hay alarma social, y cuando esto ocurre debe haber una respuesta inmediata", lamentan desde el PSOE, donde piden que Sánchez aproveche la salida de Reyes Maroto y Carolina Darias como candidatas por Madrid y Las Palmas para abordar una remodelación "profunda" del Gobierno. La intención del presidente antes de la tormenta era aguantarlas en el Consejo de Ministros, como hizo con el exministro de Sanidad Salvador Illa hasta el último momento. En el partido tampoco ha gustado cómo se ha gestionado el anuncio de las candidaturas. "Tanto esperar, al final se ha juntado todo", afirma uno de los dirigentes, que tendrá que someterse a las urnas en mayo. La crítica pasa por que, lejos de que el efecto ministra sume, ha acabado por convertirse en una rémora. La presentación de la titular de Sanidad ayer pasó totalmente desapercibida.

El foco se ha colocado en Irene Montero, pero entre los socialistas es una cuestión de matices: "Montero está achicharrada, pero el gabinete está quemado", advierten, mientras achacan a "fallos" en la cadena de mando de la Moncloa lo ocurrido con la ley del solo sí es sí. Las miradas se fijan en el presidente, dado que él tiene la última palabra. Quieren que mueva ficha frente a Podemos y fuerce la salida de Montero. Los morados no están por la labor y avisan de que si el pulso va de pedir cabezas, ellos exigirán la de la ministra de Justicia, Pilar Llop, que ha estado alejada del foco por enfermedad.

Podemos exigiría la cabeza de Pilar Llop si se fuerzan cambios de ministros

Llop es una fija para dejar la bancada azul también en las quinielas de los socialistas. Su labor en la negociación para renovar el CGPJ ha sido nula. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, la ha eclipsado. Ella se ha quejado en privado a sus colaboradores del "ninguneo", pero en el PSOE replican que en sus otros cargos tampoco ha sido muy proactiva. Entre los descartes, colocan al titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska. El juez está en el disparadero por los sucesos acaecidos este verano en la valla de Melilla. Los socios han pedido su cabeza al presidente. Sánchez le ha salvado siempre, pese a protagonizar polémicas como la de Pegasus, los menores de Ceuta o las purgas en la Guardia Civil.

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, es otra de las cuestionadas. El partido quiere una voz "más dura" para confrontar con el PP. Los de Feijóo, según los citados sondeos, estarían en el proceso inverso al PSOE. Tras los últimos tropiezos y el estancamiento demoscópico, los errores de Sánchez se han traducido en un trasvase de voto y hoy sumarían más de 140 escaños y podrían gobernar holgadamente con Vox, que se afianza en tercera posición. La llegada del voto socialista al PP se reactiva en una semana crítica para Sánchez, que vuelve a perder fieles. Los que confiarían otra vez en él se sitúan en menos del 60%.

La presión interna sobre Sánchez para que tome medidas, más allá de esperar a que el Tribunal Supremo unifique doctrina sobre la norma del solo sí es sí, irá a más. El presidente está atado hasta que se aprueben los presupuestos, porque necesita los votos de Podemos y no puede confrontar directamente con Montero pese al malestar general del gabinete con la ministra de Igualdad. Él decidirá cuándo y cómo se harán los cambios en el Ejecutivo. Desde después de las elecciones andaluzas, se han ido preparando. Los acontecimientos sobrevenidos han cambiado las notas de su cuaderno azul. Con más o menos convicción, hay una corriente mayoritaria en el PSOE que espera otro conejo de la chistera del presidente.

En la Moncloa ha durado poco el optimismo de cambio de tendencia en las encuestas. Si hace apenas 15 días se daba por amortizado el llamado efecto Feijóo y el equipo de Pedro Sánchez tiraba de metáfora futbolística con el "hay partido", los sondeos que se manejan hoy en el gabinete del presidente y Ferraz han vuelto a hacer saltar las alarmas. La rebaja de condenas a agresores sexuales por la aplicación de la conocida como ley del solo sí es sí y el anuncio de la reforma del Código Penal para suprimir el delito de sedición han supuesto una sangría en votos, según los trackings que los socialistas tienen en estos momentos sobre su mesa.

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