Es noticia
Podemos culmina sus deslucidas primarias para negociar de tú a tú con Yolanda Díaz e IU
  1. España
Los morados pasan al ataque

Podemos culmina sus deslucidas primarias para negociar de tú a tú con Yolanda Díaz e IU

35.000 personas han votado a los candidatos autonómicos y municipales, apenas un 25% del censo oficial en el último congreso estatal, hace un año. El partido se servirá del tirón de Pablo Iglesias para lucir músculo

Foto: Ione Belarra y Pablo Iglesias, en la clausura de la Universidad de Otoño, hace un año. (EFE/Chema Moya)
Ione Belarra y Pablo Iglesias, en la clausura de la Universidad de Otoño, hace un año. (EFE/Chema Moya)

Las primarias han sido la primera prueba, y a Podemos ahora le toca lucir músculo, combatir la desmovilización de los suyos e insuflar ánimo, sin dejar de reivindicar su utilidad en el Gobierno. A su vez, quiere lanzar un mensaje rotundo a Yolanda Díaz e Izquierda Unida: sus cartas ya están sobre la mesa, cuenta con candidatos para las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023 y está preparado incluso para un eventual desafío en solitario, si todo se tuerce.

Son las personas de referencia para empezar a explorar futuras coaliciones con IU a lo largo de los próximos meses, de cara a la primera cita con las urnas, a la que no concurrirá la vicepresidenta segunda (su plataforma no estará lista para las municipales y autonómicas), si finalmente concreta su candidatura. Sin embargo, y aunque Podemos no haya querido facilitar datos de su censo, en las 500 votaciones para elegir sus listas apenas han participado 35.110 personas.

Foto: El diputado regional y ex secretario general de Podemos Asturias, Daniel Ripa. (EFE/Eloy Alonso)

En las anteriores primarias, en 2019, fueron poco más de 29.000 los militantes que participaron en el proceso, pero solo fue autonómico y, por tanto, no computaron los procesos municipales. Tirando de histórico, el dato actual no aguanta las comparaciones: en la última Asamblea Ciudadana, en julio de 2021, participaron 53.443 inscritos para elegir a Ione Belarra como líder del partido, un 38,5% del censo entonces. En el tercer congreso estatal (Vistalegre III), poco más de un año antes, el partido presumía de contar con 516.492 inscritos, si bien consideraba activos a 219.158.

La desmovilización en la izquierda ha quedado de manifiesto en las dos convocatorias electorales de este año. Podemos no ha sido capaz de remontar en las encuestas hasta la fecha y la incertidumbre que rodea al germen del proyecto de Díaz, sumado a las tensiones entre el partido morado y la vicepresidenta, no ayudan. En la mente de todo el espacio político aún resuena la debacle en Andalucía, un escenario que nadie quiere repetir. La división penaliza a la izquierda, pero nadie parece capaz de evitarla.

De hecho, el terreno para negociar es escarpado, dadas las tensiones entre Podemos e IU, y en ambas fuerzas asumen que en algunos territorios será particularmente difícil llegar al entendimiento. Además, formaciones como Compromís o Más Madrid, que sí tienen buena relación con Díaz, no están dispuestas a pactar con Podemos, y en sus filas hay quienes afirman abiertamente que la marca morada está amortizada, que ya no suma.

Foto: Yolanda Díaz, junto a Inma Nieto, Íñigo Errejón y otros dirigentes de Por Andalucía, en Málaga en un acto de campaña. (EFE / Daniel Pérez)

Y, aunque en Podemos aseguren que Díaz sigue siendo su candidata a las generales (con la condición de no perder sus propias siglas), y asuman que les toca aguardar a que la vicepresidenta segunda mueva ficha, antes han querido disponer sus peones. Salvo en Asturias, en los procesos autonómicos se han visto ungidos todos los candidatos oficialistas, por lo que Belarra mantiene las riendas de la organización, con Asturias como aldea gala de los críticos.

Iglesias, de vuelta a la palestra

Tras los descafeinados resultados de las primarias, Podemos dedicará este fin de semana a tratar de insuflar oxígeno a su militancia, desplegando para ello a sus principales activos: de la ministra de Igualdad, Irene Montero (Belarra está de permiso tras su reciente maternidad) al exsecretario general, Pablo Iglesias, que apenas ha salido a la palestra para auxiliar a su formación durante las últimas campañas (y en eventos como la Universidad de Otoño del pasado año).

Iglesias abandonó sus cargos en 2021, tras las elecciones madrileñas que catapultaron a Isabel Díaz Ayuso, pero sigue gozando de gran predicamento, y su formación sabe que es un valor seguro en actos multitudinarios. Desde entonces, en distintas ocasiones, el primer secretario general de Podemos y exvicepresidente segundo del Gobierno ha cuestionado a Díaz, además de arremeter con dureza contra el PSOE. En la Universidad de Otoño de Podemos, su exlíder participará el sábado en un coloquio sobre Lawfare y Mediafare, uno de los muchos actos en los que desplegarán a todos sus primeros espadas.

Foto: Ione Belarra, en una imagen del pleno de la semana pasada en el Congreso. (EFE/Javier Lizón)

El domingo, además, Iglesias se subirá a las tablas del teatro Coliseum de la Gran Vía de Madrid para volver a tomar la palabra en un mitin, para enardecer a los suyos y defender la labor de Podemos en el Gobierno. La crisis que vive el partido morado es doble. A la externa, con fuertes tensiones con su socio en el Ejecutivo a cuenta de normas como la ley trans, la ley mordaza y, sobre todo, la ley de vivienda, se suma la interna, por su delicada relación con Díaz e Izquierda Unida.

Foto: La vicepresidenta Yolanda Díaz, en el acto celebrado en Sevilla con UGT y CCOO. (EFE/Raúl Caro)

En un contexto en el que la coalición Unidas Podemos aún está vigente en el Congreso, pero en el que los recelos entre IU y Podemos se han intensificado (especialmente tras la catástrofe andaluza), Podemos reivindica su razón de ser, con el foco puesto en su presencia en el Gobierno. Es la línea marcada por Belarra al arranque de curso, en septiembre (sin Podemos el PSOE no se atrevería a legislar en muchos frentes), y es la base de buena parte de los mensajes que se esperan este fin de semana.

Por lo pronto, la foto inaugural es la de los flamantes candidatos. El elefante en la habitación es la imagen que nadie captará: la de Díaz, que reivindica perfil propio y rehúye a los morados, y la de IU, un aliado con el que ya han tenido serios encontronazos. Ni la vicepresidenta ni la coalición de izquierdas que lidera Alberto Garzón estarán presentes. Podemos quiere presumir de que sigue siendo el sujeto político más fuerte del espacio, pelear por un papel destacado, y este fin de semana no escatimará en esfuerzos para escenificarlo.

Las primarias han sido la primera prueba, y a Podemos ahora le toca lucir músculo, combatir la desmovilización de los suyos e insuflar ánimo, sin dejar de reivindicar su utilidad en el Gobierno. A su vez, quiere lanzar un mensaje rotundo a Yolanda Díaz e Izquierda Unida: sus cartas ya están sobre la mesa, cuenta con candidatos para las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023 y está preparado incluso para un eventual desafío en solitario, si todo se tuerce.

Yolanda Díaz Izquierda Unida Ione Belarra PSOE Más Madrid Elecciones Madrid Alberto Garzón Isabel Díaz Ayuso
El redactor recomienda