Génova elegirá 'a dedo' sus candidatos en el norte de España por la falta de consenso

Alberto Núñez Feijóo recibió la herencia de resolver los polvorines autonómicos que heredó de la época de Pablo Casado. La nueva dirección de Génova resolvió con éxito algunos de los congresos que se estimaban más difíciles, como el de Murcia o el de Extremadura, pero no ha encontrado la misma suerte en los territorios del norte de España. Las luchas internas llevaron a la dirección del PP a elegir 'a dedo' al candidato en La Rioja la pasada semana, una decisión que ha generado malestar. Y no será la única región en la que Génova dé un golpe de mando. Los cónclaves de Asturias y Navarra también se aplazarán por la urgencia electoral y la ausencia de una solución más democrática en el corto plazo.

"Hay que poner orden", sentencian en la cúpula nacional, donde confirman que, a apenas siete meses de que se abran las urnas, "no podemos meternos en un proceso congresual" en el que no haya una lista de consenso. El vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, ya marcó hace meses que la línea roja para convocar congresos territoriales era la "unidad", y advirtió de que lo importante para Génova no son los cónclaves en sí, sino designar candidatos para "ganar elecciones".

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En La Rioja, el PP ha desechado los nombres que, en público o en privado, se habían postulado para suplir la salida del actual presidente regional, José Ignacio Ceniceros. El catedrático Gonzalo Capellán tomará las riendas del partido en la región, lo que desdibuja las pretensiones de otros dos diputados autonómicos: Alfonso Domínguez y Alberto Bretón. Este último ha rebatido en los últimos días la elección 'a dedo' de parte de la dirección de Feijóo y ha exigido la celebración de un congreso regional, una petición que ya ha sido desestimada. "Debemos abandonar el tiempo de las conjeturas y pasar a las certezas", advirtió Ceniceros.

Durante meses, sobrevoló en el PP la posibilidad de que Feijóo impulsase a Cuca Gamarra, exalcaldesa de Logroño y actual secretaria general del partido, al frente de los populares riojanos con el objetivo de dar un revulsivo a la marca en la región con un 'peso pesado' de Madrid. Pero la actual portavoz parlamentaria del PP se ha hecho importante en la capital, y los planes de Génova pasan por que tenga un hueco preferente en la estructura nacional del partido, así como un puesto destacado dentro del eventual Ejecutivo que Feijóo armará si logra llegar a la Moncloa.

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La situación en Asturias es, si cabe, más delicada. El líder popular tuvo que llamar a consultas a Teresa Mallada, líder de los populares en la región, para pedirle personalmente que diese un paso al lado tras meses de advertencias. Elías Bendodo y Miguel Tellado, encargados de tejer la red orgánica del partido con la ayuda de otros 'fontaneros' de la nueva dirección de Génova, como Ángel González o Pedro Rollán, aún no han encontrado al candidato idóneo para este territorio. En las quinielas asoma el nombre de Álvaro Queipo, actual secretario general del partido, pero "no hay nada decidido". Lo que se descarta es que Francisco Álvarez-Cascos, ex número dos de José María Aznar, tenga un papel activo más allá de posibles "sugerencias" respecto a la candidatura.

Navarra se ha convertido en otro quebradero para los de Núñez Feijóo. Descartada Ana Beltrán, una de las últimas fieles de Pablo Casado, al frente de los populares navarros, Génova busca una solución al margen de un congreso. El nombre que ha ganado enteros en las filas populares es el de la senadora Amelia Salanueva, que ha ganado enteros para ponerse al frente del PP de Navarra y liderar, junto al propio Feijóo, las negociaciones con UPN para decidir cómo concurren a las próximas elecciones autonómicas. La dirección del PP descarta reeditar Navarra Suma, y busca una fórmula en la que sus siglas no queden diluidas. Para Génova, Ciudadanos no volverá a formar parte de la ecuación y da por finiquitado el proyecto naranja en la región.

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Los populares tienen también dudas en Cantabria y Aragón. En los dos territorios, la cuestión orgánica se resolvió de forma satisfactoria, pero Génova duda sobre la posibilidad de impulsar a María José Sáenz de Buruaga como candidata a las elecciones pese haber sido reelegida al frente del PP cántabro. La incertidumbre sigue planeando sobre Jorge Azcón, alcalde de Zaragoza, por la posibilidad de auparle como rival de Javier Lambán y optar a la presidencia de Aragón. "Él decide", zanjan en Génova. El PP se ha marcado como límite temporal el mes de noviembre para lanzar definitivamente todos los candidatos que pelearán por el bastón de mando el próximo 28 de mayo.